2 Samuel 12, 7-10. 13 El Señor perdona todo pecado para no morir.
Salmo 31 Perdona, Señor, nuestros pecados.
Gálatas 2, 16. 19-21 En Cristo he encontrado al Dios vivo y verdadero |
Lucas 7, 36—8, 3 Tus pecados son perdonados. “En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer de mala vida en aquella ciudad, cuando supo que Jesús iba a comer ese día en casa del fariseo, tomó consigo un frasco de alabastro con perfume, fue y se puso detrás de Jesús, y comenzó a llorar, y con sus lágrimas bañaba sus pies, los enjugó con su cabellera, los besó y los ungió con el perfume. Viendo esto, el fariseo que lo había invitado comenzó a pensar: Si este hombre fuera profeta, sabría qué clase de mujer es la que lo está tocando; sabría que es una pecadora. Entonces Jesús le dijo: Simón, tengo algo que decirte. El fariseo contestó: Dímelo, Maestro. El le dijo: Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios y el otro, cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de ellos lo amará más?” Simón le respondió: Supongo que aquel a quien le perdonó más. Entonces Jesús le dijo: Haz juzgado bien. Luego, señalando a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me los ha bañado con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de saludo; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no ungiste con aceite mi cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por lo cual, yo te digo: sus pecados, que son muchos, le han quedado perdonados, porque ha amado mucho. En cambio, al que poco se le perdona, poco ama” Luego le dijo a la mujer: Tus pecados te han quedado perdonados. Los invitados empezaron a preguntarse a sí mismos: ¿Quién es éste, que hasta los pecados perdona?” Jesús le dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado; vete en paz. Después de esto, Jesús comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades. Entre ellas iban María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, el administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que los ayudaban con sus propios bienes”
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Jesús y el perdón
- Jesús siempre perdonando
- Aquí a una mujer pecadora ante el asombro de Simón.
- A todos que se le acercan con el corazón arrepentido
- Esa es la postura d Jesús. Perdonar a quien le busca.
Por eso hay que ser misericordiosos como es Dios. |
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Una triste historia
- De venganza entre nosotros.
- De envidias y divisiones.
- Al igual que David que hace trampas para quedarse con al esposa de otro.
- Pero, cuando el hombre se arrepiente y pide perdón Dios le perdona.
- “He pecado contra el Señor” Puso en primera fila en la batalla a Urías.
- “El Señor te perdona tu pecado. No morirás”
En Cristo he encontrado al Dios vivo y verdadero
- Cristo crucificado se revela en su vida como la fuerza de Dios
- No se somete a la ley que le aleja de la gracia.
- Se es de Cristo cuando se es capaz de crucificarse con él.
Pues en la cruz es donde ha sabido demostrar su verdadero amor. |
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J esús, profeta del perdón y la misericordia
- Estamos en una comida a la cual ha sido invitado Jesús.
- Es un invitado pero no de piedra.
- Pero quien lo invita quiere sacar provecho. Ganar prestigio.
- Jesús se dirige primero a Simón: Parábolas de los dos deudores.
- “A quien más se le perdona más agradece.
- Jesús muy abierto al diálogo misericordioso
- Deja que la mujer lo trate y hasta lo toque.
Si me niegan delante de los hombres, les negaré delante de mi Padre |
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Dos mundos |
El de los fariseos |
El de Dios |
Sin necesidad e perdón. |
Siempre perdonando. |
Sin respeto a la dignidad de las personas |
Todos con dignidad |
Con maña intención |
Intención de perdonar siempre |
Mal agradecido. |
Con necesidad de agradecer. |
Alejados de Dios |
Necesitados de Dios |
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La mujer es anónima
• No tiene nombre.
• Pues lo que importaba era que había sido perdonada.
• No hizo falta palabras
• Sino una mirada de misericordia.
• Estaba esperando este momento.
• Tomó su valioso tesoro, un frasco de perfume.
• Y expresó su agradecimiento a Dios.
• Ese saber agradecer cuando se siente el perdón.
• Se colocó detrás para no llamar la atención.
• Sus manos temblaban para que sus lágrimas bañaran los pies de Jesús.
• Aquellos ojos y manos hablaron por ella.
Las lágrimas bañaron los pies y sus caricias perfumadas dijeron gracias. |
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¡Que escándalo!
- Cuando es para Dios. Pero en el restaurante quédate con el 20%
Si fuera de verdad profeta, no se dejaría tocar por una impura
- Cuánta comida si hubiera comprado
- Pero muchas veces la botamos o se pierde en el tiempo de una nevera.
Por lo cual, yo te digo: sus pecados, que son muchos, le han quedado perdonados, porque ha amado mucho.
Siempre los recatados, los escrupulosos buscan disculparse.
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Nadie le ganará a Dios en el amor
- Tus pecados son perdonados.
- ¿Quién es éste, que hasta los pecados perdona?”
- Jesús le dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado; vete en paz.
- Después de esto, Jesús comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del Reino de Dios.
¿Ves esta mujer? Tú no hiciste, tú no diste…, en cambio ella... Vete en paz, le dijo Jesús. |
Invitando Jesús a nuestra casa
- Cristo como huésped de nuestra casa.
- Va a casa de Simón
- No se resiste a la invitación.
- Otras veces se invita él mismo.
- Disponibilidad de ir a nuestros hogares
- Hay muchos hogares que lo rechazan
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| Plato Recomendado: |
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SOPA DE CEBOLLA
Se sofrié aparte cebolla con mantequilla y un poquito de aceite. Se deja aparte. Luego se hace un caldo de pollo (dos pechugas, zanahoria, apio españa, cebolla y pimenton se dejan cocinar y con sal y pimienta) Se lleva a la licuadora todo y se pasa por el colador, se le garega cebolla y se sirve bien caliente.
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“Es tanto el amo de Dios que perdona todo pecado ”
Padre Marcelo
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