Homilia: Domingo 09 de diciembre

Padre Marcelo

Domingo 9 diciembre. Lucas 3,1-6 en oración damos pasos a la conversión.

Hermanas, hermanos, queridos niños, muy apreciados jóvenes, el domingo pasado aprendimos a orar y a tener confianza en el Señor. Por eso, hoy le decimos: Gracias porque siempre estás con nosotros Señor.

Nos centraremos en la conversión para crecer en el amor y la llamada a preparar el camino del Señor.

¿Quién es Juan Bautista?

Fue elegido por Dios y desde el seno materno, hijo de ancianos. Predicador y precursor preparó los corazones para que se abrieran al Señor. Anunció la conversión, "cambien su manera de vivir", bautícense para obtener el perdón de los pecados y enderecen sus caminos. Y por eso lo mataron. Y esas palabras todavía se oyen y están vigentes.

¿A qué nos llama hoy Juan el Bautista?

A un cambio. A un arrepentimiento, conversión, escucha del mensaje… Por eso es que adviento es tiempo en que Dios nuestra justicia nos invita a ser más humanos-hermanos. En la evaluación de la catequesis les pedía a los niños ser ciudadanos responsables, excelentes estudiantes, buenos hijos, amigos de los pobres, católicos de testimonio. Todo porque se hacían amigos de Jesús. Y a los adultos insertarse en la catequesis del sector, a formar parte de algún grupo parroquial y a apoyar a la pastoral social de Cáritas en el servicio de los más pobres.

Todos los días son lugares de arrepentimiento.
Suele recordarnos el Papa Francisco que nuestro primer nombre es pecador y a partir de ahí, pidamos al señor la gracia de avergonzarnos frente a Dios omnipotente que nos abraza con toda su misericordia. Somos pecadores porque hemos desobedecido. Él dice una cosa y nosotros hacemos otra.
Con el pecado nos llegan los males, todo porque el pecado arruina la vida, arruina el alma: debilita, enferma. No hemos escuchado la voz del Señor.
Ahí está el sacramento de la confesión que nos invita a mirar el pecado en esa relación con Dios. No es simple lista, sino reconocer el pecado que he realizado delante del Señor. No es una mancha a quitar, sino una ofensa al Señor y por tanto, debemos sentir vergüenza, que es una gracia y el examen de conciencia se hace desde el corazón. Esta vergüenza abre la puerta para curar el corazón.
Este arrepentimiento debe estar en medio de la confianza. Quien confía obtiene perdón, quien no confía trae para sí la condena. En esa confianza podemos decirle a Dios que somos pecadores y necesitamos su gracia para cambiar y avanzar. Eso es todo.

¿Qué hacer en este Adviento?

Te atreves a hacer no una simple lista, sino una lista de verdad que te facilite una mejor vida delante de Dios, de la familia y de cada uno.

1. Un serio examen de conciencia. No para buscar culpables, porque eso es lo que estamos haciendo. Culpar y no asumir responsabilidades.
2. Abrirse a una actitud de espera del Señor. El no viene por repetición o por otro año más y por tradición hay que recibirlo y celebrarlo. No y no. Él es el verdadero Señor. Recordemos nuestra lema para llegar a la Navidad: Encontrar un lugar para el Señor (Salmo 132,5) ¿Habrá lugar en tu corazón?
3. Abandonar, de una vez y para siempre, el pecado. Hay que cambiar y de inmediato. Jesús es nuestro motor de cambio. Y la guía el Espíritu Santo.
4. Abrir en conciencia la biblia y vivirla, más que leerla. El Evangelio no es leyenda, sino la narración de una historia real. En Jesús sus palabras y acciones realmente sucedieron en nuestra historia y cambiaron el mundo para siempre.
5. Actuar con decisión, sin temor. Ejemplo la Virgen María que acepta, lo sufre, pero sigue adelante. No retrocede ni en los peores momentos. En tres acciones: rellenar, rebajar y allanar

Finalicemos con la oración hermosa de Charles de Foucauld

Padre mío, me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.
Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo.
Con tal que Tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en Tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
entregarme en Tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tu eres mi Padre.

Para el próximo domingo 16 diciembre con el evangelio de Lucas 3,10-18 Alegres y siempre alegres porque en la oración podemos escuchar a Dios.

¿Qué exige la alegría?
¿Cómo es nuestra alegría?
Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama
http://www.diosbendice.org/


Homilia: Domingo 02 de diciembre

Padre Marcelo

Diciembre Valor: Paz.

Lema: Vivir en paz es vivir en armonía.

Domingo 2 diciembre. 1ero de adviento.
Lucas 21,25-28.34-36 Orando en confianza nos preparamos para la gran liberación.

Tres rasgos característicos de Lucas en este ciclo C.

· Evangelista de la misericordia: Dios perdona y se alegra de la vuelta del pecador.
· La vida cristiana para Lucas consiste en seguir a Cristo.
· Lucas, finalmente, es el evangelista que más nos habla de la Virgen María.
· Destaco que para Lucas el protagonista invisible es el Espíritu Santo donde la salvación es para todos.
Oración y confianza son las consignas.

Cuando hablamos de oración debemos entender para no olvidar:

· Es saber escuchar a Dios y no tanto que Dios nos oiga.
· Toda oración es en plural “Nosotros” y no tanto el yoyo. Ninguno es hijo único. Todos responsables de todos.
· Teniendo en cuenta siempre las tres palabras del Padrenuestro: Padre, pan y perdón.
· Quien Ora se fortalece. Quien se fortalece avanza. Quien avanza llega a la meta. Quien llega a la meta consigue la corona de la vida.
· Pero hay una pregunta que muchos se hacen: Dios no me escucha y eso que rezo. Es verdad que está escrito, busquemos a Mateo 7,7-8 pidan y se les dará. Y que la oración necesita de la fe, pero esa fe se traduce en obediencia, volvamos a la biblia, ahora Mateo 7,21 y Santiago 2,24 Hombre justificado por las obras y no sólo por la fe. Pero…
1. Pedimos mal o tenemos motivos personales o egoístas.
2. No es tiempo oportuno. Abraham esperó 40 años para recibir la promesa de Dios. Todo tiene su tiempo Eclesiastés 8,6.
3. Cuando oramos sin fe. No se puede vacilar.
4. Oramos guardando maldad en nuestro corazón. Permanecer en el pecado. Dios escucha al que cumple su palabra Juan 9,31
5. Si no ayudamos a los pobres.
6. No oye a los que rinden culto a los ídolos o a Satanás (Brujerías-Santería) Jeremías 11,11-14 Por eso, así habla Yahvé: Les voy a mandar una catástrofe de la cual nadie podrá escapar. Y aunque me pidan auxilio, no los ayudaré.

Confianza…

Todos llamados a ser santos y por tanto a confiar en Dios. Entonces, debemos aceptar los sufrimientos, peor no sufrir por sufrir, no, sino saberlo ofrecer a Dios. Aceptar la inevitable muerte, todo porque se mira al cielo, lugar de Dios. Orar y orar, desde la mañana para estar siempre con Dios. Y es una oración de escucha a Dios más que hablar. Siempre atentos no distraídos. Obediencia al Señor.

Tenemos necesidad urgente de avivar el deseo de salir con confianza al encuentro de Cristo, acompañados por las buenas obras y una vida santa, recordemos la oración colecta y miremos la 2da lectura. Claro vivimos en situaciones muy difíciles, bien lo recomienda el evangelio de hoy: Estén siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manténganse en pie ante el Hijo del hombre.

No olvidar de dónde venimos y a dónde vamos.

Falta por cumplirse tres cosas: que se predique el evangelio a todo el mundo. Mateo 24,14; la traición de las naciones evangelizadas y por último, la conversión de los judíos al Evangelio. No se han cumplido, no vendrá entonces el fin del mundo. Nosotros debemos prepararnos con obras buenas y rectas. La intención de Jesús, por tanto, no es catastrófica, sino al contrario, de esperanza: su venida debe producir alegría y confianza, pues se acerca nuestra total liberación.

El Adviento nos debe despertar. Para no seguir conectados al materialismo, a ese ganar por ganar, tener por tener, bachaqueo desangrando a los demás.

Iniciemos el Adviento de la mano de la Virgen Santísima, la cual nos va a acompañar en las posadas que dan pie a las misas de aguinaldos. (Del 15 al 24 diciembre) Para este año nuestro lema a la celebración del nacimiento del niño Dios será: Encontrar un lugar para el Señor (Salmo 132,5) ¿Habrá lugar en tu corazón?

Para el próximo domingo 9 de diciembre, 2do adviento, con el Evangelio Lucas 3,1-6 En oración damos pasos a la conversión. Responderemos y meditaremos:

¿Quién es Juan Bautista?
¿A qué nos llama hoy Juan el Bautista?
Todos los días son lugares de arrepentimiento.
¿Qué hacer en este Adviento?
Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama
http://www.diosbendice.org/


Homilia: Domingo 25 de noviembre

Padre Marcelo

Domingo 25 de noviembre, Cristo Rey. Juan 18,33-37

Por la oración reconocemos a Jesucristo Rey de la verdad.

Partamos de la pregunta que le hace Pilatos a Jesús: (En Juan 18,33-37) ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le contestó: ¿Viene de ti esta pregunta o repites lo que te han dicho otros de mí? Pilato respondió: ¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los jefes de los sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho? Jesús contestó: Mi realeza no procede de este mundo. Si fuera rey como los de este mundo, mis guardias habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reinado no es de acá”. Pilato le preguntó: Entonces, ¿tú eres rey? Jesús respondió: Tú lo has dicho: yo soy Rey. Yo doy testimonio de la verdad, y para esto he nacido y he venido al mundo. Todo el que está del lado de la verdad escucha mi voz.

¿Qué es la verdad?

Para Jesús es dar a conocer el amor de Dios a la humanidad. Tiene partes.
• Jesús único Rey. Rey verdadero centro de la historia.
• Rey de la vida, de la verdad, de la justicia, y de la paz.
• Es el rey del amor, de sufrimiento y de gloria.
• Rey crucificado, resucitado y presente en medio de todos.

Para Pilatos quedar bien con la gente. Me lavo las manos.

• Es un reinado que se apoya en los ejércitos, en las armas, en el dinero, en el poder, en la mentira, en la injusticia, en la represión, en la corrupción, en la esclavitud, en la violencia, en el odio.
• Edifican su propio bienestar con explotación y muerte de pueblos pobres.

Para seguir de verdad a Cristo Rey es necesario.

• Una apertura acogedora y amorosa a la vida, al hombre y a los valores de su Reino.
• Requiere esfuerzo para conquistarlo, y solamente los esforzados pueden alcanzarlo” (Mt 11, 12).
• Saber que el reino de Dios, que es la verdad última del hombre, está en el corazón de cada ser humano.

Por tanto, su realeza no es el poder, si no la cruz.

Veamos a Jesús: coronado de espinas, sin cetro, con una caña en la mano, sin trajes suntuosos, sin anillos en los dedos, ya están sangrantes y su tesoro es el vendido por 30 monedas.

Su gran poder el amor de Dios capaz de alcanzar y restaurar todas las cosas. Por este amor, Cristo se abajó hasta nosotros, vivió nuestra miseria humana, probó nuestra condición más ínfima: la injusticia, la traición, el abandono; experimentó la muerte, el sepulcro, los infiernos.

Por eso se ha hecho el Rey de los siglos, el Señor de la historia y Señor de nuestra vida.

Finalicemos, es un rey de la verdad.

No de otro mundo, sino del nuestro. Aunque sabemos que la lógica mundana se apoya en la ambición, en la competición, combate con las armas del miedo, del chantaje y de la manipulación de las conciencias. Observen que al estado Sucre la llaman potencia. Y eso nos debe hacer pensar. ¿Cuál potencia? Para que sea potencia debe existir una situación de justicia, de amor y de paz. Para nosotros los cristianos son tres principios que están presentes en al cruz de Cristo. Allí el gran amor de Dios para con todos. Un amor que permanece firme e íntegro, incluso ante el rechazo, y que se presenta como el cumplimiento de una vida donada en la total entrega de sí en favor de la humanidad.

Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz. Una verdad que no oprime sino libera.

Oremos: Señor ante tantas heridas y engaños, ayúdanos y junto a la Virgen María sosténganos en nuestro compromiso de imitar a Jesús, nuestro rey, haciendo presente su reino con gestos de ternura, de comprensión y de misericordia para que aparezca la verdad. Amén.

Para el próximo 2 de diciembre, 1er domingo de adviento, meditaremos el texto de Lucas 21,25-28.34-36 Orando en confianza nos preparamos para la gran liberación, para respondernos:

Tres rasgos característicos de Lucas en este ciclo C.
Oración y confianza son las consignas.
Cuando hablamos de oración debemos entender para no olvidar:
Confianza…
No olvidar de dónde venimos y a dónde vamos.
Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama
http://www.diosbendice.org/


Homilia: Domingo 18 de noviembre

Padre Marcelo

Marcos 13, 24-32 Vigilamos en oración para no caer en angustia y miedo.

Nota interesante. Terminamos hoy la lectura del evangelista Marcos que nos acompañó todo el año. Sin dejar de recordar que el próximo domingo Cristo Rey termina el año litúrgico para dar paso al tiempo hermoso del Adviento.

Nada de miedo-angustia. Nada de supersticiones… Lo digo por el contenido del evangelio: el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Es como para temblar y además, con una promesa: Les aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. No al miedo o a la angustia. No lo niego. Leer lo que escribe Marcos da temor, pero habrá que hacer pausa para ir a la biblia, busquemos a Romanos 8,31. Si estoy con Dios quién contra mí. Además, Marcos utiliza un lenguaje apocalíptico y escatológico ante la llegada del Señor, pero en labios de Jesús es esperanzador donde lo veremos entre las nubes con poder y majestad. También debo reconocer que la situación que vivimos nos lleva al miedo, sin olvidar los grupos de las sectas que nos enfermas con tantas malas noticias.

Nada de supersticiones…

Entonces en vez de prepararnos dignamente agarramos por trochas y no por caminos.

Trochas:

La superstición es una creencia semi religiosa, irracional e infundada que trata de convencer a las personas de que ciertas obras, objetos o números pueden traerle suerte o desgracias. Es un pecado contra el primer mandamiento porque nos puede llevar a la idolatría. Y esto lo aprovecha los oportunistas para sacar dinero. La tierra del cementerio o los huesos del muerto tare mala suerte. Eso sería creer que lo mineral tiene poder sobre Dios. Que alguien te ha hecho un maleficio. Nadie tiene poder, sino Dios. Que alguien te ha hecho maleficio tirándole sal, o la tierra de cementerio o un amala mirada. (Mal de ojo) es necesario utilizar talismanes, amuletos, pomadas o perfumes especiales, cruces especiales, cadenas, pulseras. Esto supone que objetos materiales tiene el poder de Dios. Sin dejar de nombrar el número 13, los gatos negros, pasar por debajo de una escalera, comer uvas el año nuevo para atraer la buena suerte. Junto a la ropa interior amarilla, salir con la maleta en año nuevo o echarse baños de playa de espalda.

Caminos:

1. Conocer al Dios verdadero desde la Biblia donde Jesús nos enseña que el Padre sabe lo que necesitamos y no tenemos que fijar nuestra fe en objetos y ritos paganos esotéricos, sino en Jesucristo Camino, Verdad y Vida, bien expuesto en Lucas 12,22-31… El Padre sabe que ustedes las necesitan. Busquen más bien su Reino, y lo demás se les dará por añadidura.
2. Evangelizar. Dentro de una acción misional visitar sectores, hogares y hacer catequesis. Apoyados en el Catecismo de la Iglesia Católica, en el Magisterio y padres de la Iglesia y leyendo al Papa Francisco.
3. Explicar con claridad. El daño que hace la superstición, aparte de ser pecado grave. Mortal porque nos aparta de Dios, que es su fin último y su bienaventuranza, prefiriendo un bien inferior” (CEC 1855)

Y jamás olvidemos que debemos ser sinceros con la fe que decimos profesar, ya que solamente la fe en Dios nos librará de cualquier tipo de superstición.

Digamos con valor y sin miedo.

El Señor ha venido una primera vez y vendrá una segunda vez en el futuro. Esta segunda venida no nos debe dar miedo, todo lo contario, es una promesa, no una amenaza. Es un regalo no un castigo. La acción es convertirse entre más rápido mejor. Les colocó un ejemplo, cuando el sacerdote termina la Consagración dice: este es Jesús el sacramento de nuestra fe. Ustedes responden. Anunciamos su muerte, proclamamos su resurrección. Ven Señor Jesús.

Entendamos que:

• Somos peregrinos. Saber de dónde se viene y hacia dónde se va.
• Hay que confiar. La oración nos ayuda y acompaña.
• Sin olvidar que nuestra meta es el cielo en la presencia de Dios.
• Hay que vigilar-estar despiertos. Cuidar pensamientos, afectos, pasos… es decir prepararnos para el viaje.
• Mirar con respeto y confianza a ese Cristo glorioso que viene a juzgar a todos.
• Por tanto, las lecturas no nos quieren llenar de miedo, sino recordarnos la victoria y la salvación.

Oremos: Señor dame la gracia de vivir cada día como el último y así, poder prepararme con alegría al encuentro definitivo con e l mor de los amores Cristo Jesús. Amén.

Próximo domingo, 25 de noviembre, Cristo Rey, nos centraremos en Juan 18,33-37 Por la oración reconocemos a Jesucristo Rey de la verdad.

Para meditar:

¿Qué es la verdad? Para seguir de verdad a Cristo Rey es necesario. Finalicemos, es un rey de la verdad. Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama http://www.diosbendice.org/


Homilia: Domingo 11 de noviembre

Padre Marcelo

Marcos 12, 38-44 La generosidad comienza en un corazón de amor en oración. Abrazo en Familia.

Hoy tenemos como centro a una mujer pobre que da lo que tiene para vivir.

¿Qué nos puede enseñar una pobre y excluida viuda?

La fe no necesita aparentar, sino ser. Necesitamos no tanto bailar al son que nos toquen. Sino un corazón que sea capaz de amar de forma genuina. Nada de hacer las cosas por mero cumplimiento. Pero aquí, delante de esta viuda, Jesús se detiene para señalarnos:

Se debe rendir a Dios un verdadero culto. Busquemos a Juan 2,24 Adorarlo en espíritu y verdad. Venir a misa en humildad no tanto porque se da o se mete algo en la cesta de la limosna. Nada de eso. Sino porque su acto de generosidad supera toda vela, toda flor, toda devoción… Dos únicas monedas llevan el sello de ese don total que exige el primer mandamiento y que reclama todo verdadero acto de culto. De ahí que no sea lo externo lo que agrade a Dios. Aquí lo que le gusta a Dios es un corazón generoso, desprendido y confiado en la acción divina. Tres cosas:

• Al final de nuestra existencia seremos juzgados en el amor.
• El juicio se centra no tanto en lo que damos, sino en lo que nos reservamos para nosotros.
• No dar lo que nos sobra.

Mirémonos…

Entremos en nuestro corazón. Y hay que reconocer que nos gustan los primeros puestos, que nos aplaudan y nos alaben. ¿A quién no le gusta un dulce? Pero mucho cuidado, acordemos nos que donde esté nuestro tesoro estará nuestro corazón. Pues nos atrae el dinero, Nos gusta llamar la atención. Nos dejamos engañar por las apariencias. Valoramos a los demás por lo que tienen, no por lo que son.

Nuestra conducta:

• Dar lo que nos sobra.
• Caemos en supersticiones acerca del futuro.
• Lo que damos es limosnas en forma de lástima ¡pobrecitos!
• Pedimos y pedimos poco agradecemos y muy poco ayudamos a los otros.
• Olvidamos que nadie ganará en generosidad a Dios, peor nos hacemos tacaños, pichirres.

¿Qué haces por la ayuda que organizamos para atender a niños desnutridos?

¿Te parece interesante lo de la escuelita parroquial?

Oremos: ayúdanos Señor a ser generosos por siempre. Amén.

Para el próximo domingo, 18 de noviembre, meditaremos a Marcos 13,24-32

Nada de miedo-angustia. Nada de supersticiones…

La gran verdad.

Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama


Homilia: Domingo 4 de noviembre

Padre Marcelo
Marcos 12,28b-34 Amar y amar a Dios y al prójimo es producto de una sincera oración.

Nos centramos en una gran verdad: para conocer a Dios hay que tener amor.
¿Pero cómo puedo amar lo que no conozco?

Es bien sabido que en nuestro caminar pastoral iniciado en el 2017 dijimos y vivimos. “Conócelo y ámalo” y ahora 2018 “Conócelo y valóralo” Pero ante esta pregunta respondemos que en las páginas de la Biblia hemos conocido a Dios. Su obra, su vida, sus milagros, su accionar en favor de todos. Y cuando abrimos la biblia invocamos al Espíritu Santo y nos dio fortaleza y sabiduría para entender y vivir. Ahora, sin equivocaciones, teneos que decir, que para conocerlo perfectamente hace falta el amor y es un amor que hemos sentido cerca de nosotros, en nuestro caminar, en nuestra vida. Sin dejar el amor al prójimo. Ya que sin amarnos nunca podremos amar a Dios.

¿Por qué debemos amar a Dios?

1. Sabiendo quien es Él. Todo el Antiguo Testamento es una referencia, pero quien mejor lo da a conocer es su Hijo. En Jesús está todo, pero todo de ese amor de Dios.
2. Lo que Él ha hecho. No es solamente nuestro Creador sino nuestro Salvador. Por medio de Cristo, el Padre nos ha salvado de la destrucción eterna. Hemos sido trasladados del dominio de las tinieblas al reino de su Hijo, y hechos herederos con Cristo. Colosenses 1,12-13 Y que den gracias al Padre que nos preparó para recibir nuestra parte en la herencia reservada a los santos en su reino de luz. Él nos arrancó del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino de su Hijo amado.

El amor no es simple ley, sino vida en la presencia de Dios.

Para conocer a Dios hay que amar que nadie lo olvide. Gracias a la pregunta de letrado sabemos que la ley no es cumplimiento de más de seiscientas, sino de dos bien señaladas: a Dios y al prójimo.

Debemos…

•Respetar la vida por encima de todo. De forma especial en los no nacidos, en los ancianos, en los encarcelados, en los más pobres.
•Antes de ir a comulgar damos un abrazo de paz para recordarnos que somos hijos de Dios y hermanos.
•Por tanto debemos llenarnos del amor de Dios. Y de esto nos habla San Pablo en Gálatas 2,20 “No soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí”.
•En este día Cristo nos quiere invitar a acercarnos más al Reino de los cielos sabiendo amarle por medio del prójimo.

Finalicemos, dejando como conclusión que debemos amar a Dios porque Él nos amó primero, creándonos, redimiéndonos y nos está santificando a través de su Espíritu. Y además, que prójimo es toda la gente del mundo. Todos, pero todos. Mi prójimo es también, el que no me cae bien, el que me ha hecho alguna maldad, el que habla mal de mí. Debemos amar al prójimo porque es nuestro hermano. Y hagamos eco de 1 Corintios 13,4-7 “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”

Oremos: Señor Jesús, fruto del amor del Padre para salvarnos, enséñanos a amar al prójimo siempre y en todo lugar, sin medida, a ejemplo de Cristo que nos amó y se entregó por todos nosotros. Amén.

Para el próximo domingo 11 de noviembre, día del abrazo en familia, viviremos el texto bíblico de Marcos 12,38-44 La generosidad comienza en un corazón de amor en oración.

Respondiendo:

¿Qué nos puede enseñar una pobre y excluida viuda?

Mirémonos…

¿Qué haces por la ayuda que organizamos para atender a niños desnutridos? ¿Te parece interesante lo de la escuelita parroquial?

Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama http://www.diosbendice.org/


Predicación domingo 28 de octubre.

Nos situamos en que cada uno debe unirse a Cristo, de lo contrario, no podrá seguirlo. Todo en la actitud del ciego-pobre que despertando puede verle y seguirlo.

¿Cuál actitud nos pide Cristo?

De estar sentado a la orilla del camino a poder escuchar: ¡Ánimo, levántate, el Maestro te llama! Y así poder seguirlo.

Observemos al ciego…

Un pobre hombre. De seguro sin familia, abandonado, echado al olvido. Sin ningún valor para la sociedad. A la orilla del camino. Llamado Bartimeo. Además es muy pobre y hace de mendigo, que pide, recoge ayudas tendiendo la mano. Sin olvidar que es excluido de la vida religiosa por su enfermedad, castigo de Dios. Enseñanzas: 1. Bartimeo es el símbolo del hombre que busca en Jesús la luz de la fe. 2. Esa fe, a decir de San Agustín, no es propia de soberbios sino de humildes. 3. Dejando el manto abandona la vieja vida e inicia una nueva detrás de Jesús. 4. Podemos decir, de quien estaba a la orilla del camino ahora sigue a Jesús, que es el camino.

Pongámonos en camino…

Caminante no hay camino se hace camino al andar. Bella frase de Antonio Machado, pero que creo que siempre hay un camino. Y es aquí donde Bartimeo, el ciego, nos enseña. En primer lugar sabía que por ahí pasaría Jesús. Por tanto, lo espera. En segundo lugar, lo oye venir. Se le agudiza su oído, ya que al no poder ver hay una compensación. En tercer lugar, comienza a gritar. Es un grito pidiendo misericordia. No lástima. Para luego al saber que es tomado en cuenta suelta el manto y da un salto. Se avispa, se llena de energía. Se mueve.

¿Qué aprendemos?

·Dios nos brinda siempre oportunidades. No hay que dejarlas pasar. Pues nada es casualidad o suerte. No. Es bendición. Pero hay que estar ahí y eso ahí lo da la oración. ·Orar es escuchar. Una forma de oración está muy unida al sufrimiento. Todo pasa por la cruz redentora de Cristo, quien supo ofrecer su sufrimiento. · Sabe gritar y lo hace con confianza, valor y fe. Una fe que se fue acumulando, recibiendo a medida que avanzaba en su soledad, sufrimiento y en una esperanza que nunca abandonó. · Todo esfuerzo tiene su premio. Pasa de una fe silenciosa a una fe de escucha, dialogo que lo convierte en grito. Por eso pasa de la ceguera a la visión. · Hay una confianza-esperanza para vencer los obstáculos bien definidos su ceguera y su pobreza. Sin olvidar que lo querían hacer callar y logra se escuchado. Constancia. Nada lo doblegó. · En esa constancia que es una de las condiciones de la una verdadera oración, Bartimeo logra su curación. Observemos los cambios: estaba ciego ahora ve. Estaba solo, al borde del camino ahora en camino detrás de Jesús con mucha gente. Y al recobrar la vista deja de mendigar y es una persona activa y productiva. · Y lo mejor ahora Jesús tiene un nuevo discípulo, quien ha recibido el don de la vista y se caracteriza por su fe.

Oremos…

Señor vivimos o nos hacemos los ciegos, pero queremos la sanción. Ver la luz de tu amor para incorporarnos al camino de la vida para disipar las tinieblas del pecado y salir airosos en el camino de la fe que nos lleva a la eternidad. Amén. Para el próximo domingo 4, inicio del nuevo mes de noviembre, 4el texto bíblico es de Marcos 12,28b-34 Amar y amar a Dios y al prójimo es producto de una sincera oración. Inicio de la jornada del abrazo en familia. ¿Pero cómo puedo amar lo que no conozco? ¿Por qué debemos amar a Dios? El amor no es simple ley, sino vida en la presencia de Dios. Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama