Dime que te cuento y te diré que aprendes

Padre Marcelo Rivas Sánchez.

Una alegría parroquial que nos compromete:"Los Ministros"

“Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada” Papa Francisco.

Para 1977, en octubre Monseñor Mariano José Parra León crea la parroquia Cristo Resucitado en Brasil-Cumaná y se la encomienda a los Padres Jesuitas. Su primer Párroco Ignacio Moreta. Desde sus inicios fue una parroquia que buscaba a los más lejanos. Un elenco de sacerdotes dignos de la talla de Juan Olabe, José Albistur, Regulo Aldana y Carlos Luis Brito. Y hoy en día, bendito sea Dios, que me corresponde estar al frente.

Ahora con un nuevo Arzobispo, Jesús González de Zárate Salas, y habiendo sentido la mano de un gran catequista Monseñor Diego Rafael Padrón se fue dibujando una Arquidiócesis que acepta el reto del Papa Francisco de ir siempre en salida y una salida que requiere de formación. Siendo el deseo de todo el presbiterio se seleccionaron laicos de compromiso para que fuesen servidores de la Palabra, de la Eucaristía y Animadores de Comunidades. Ellos son los bien llamados Ministros. Que para este sábado 15 de diciembre, 5:00 p.m. recibirán su institución de manos del Señor Arzobispo que nos visita con su gran bendición.

Lo más bello es que viviremos, este sábado 15 de diciembre con el Señor Arzobispo, en el marco de la despedida a los cielos de uno de los Ministros que en gracia de Dios nos dejó como ejemplo en su vocación al servicio y a la bondad a carta cabal, el hermano Armando Jesús Guerra. Por eso es que es una alegría que nos compromete, ya que son Doce ministros que reciben la institución al Ministerio como Agentes de Animación Comunitaria. Y otros Doce que se comprometen a iniciar la preparación para atender a los Sectores de la Parroquia.

Ya el Papa Francisco lo había dicho: “He aquí la vía para una santidad al alcance de todos” En la Exhortación “Gaudete et exsultate” de Francisco, indicaciones y sugerencias concretas para ser los santos “de la puerta de al lado” en el mundo de hoy. Una exhortación que nos lleva y nos llama a la santidad en el mundo contemporáneo. Documento que en cinco capítulos y 177 párrafos, invita a ser santos hoy.

Celebrar esta alegría viene a ser todo lo que allá sembraron los anteriores sacerdotes y que ahora me ha correspondido recoger. Una recolección llena de grandes recuerdos y ejemplos. Donde nadie se salva solo, sino que en racimo nos tocará responder los uno por los otros. Y en eso estarán los Ministros haciendo al permitir que veredas, calles y sectores en armonía y unidad se agrupen para que en “Casas de Oración” descubran esa riqueza de una Comunidad que acompaña, ora y es capaz de reconocer a los demás como hermanos.

Es reconocer que en la Parroquia presencia real y permanente de Cristo Eucaristía, no podemos ante esta luz inmensa permanecer parados - detenidos. Todo lo contrario, es estar en movimiento en busca a los más lejanos. No en distancia de miles de kilómetros, sino en la distancia en el amor. De ese amor de María la Virgen, “quien se levantó y se puso en camino” (Lucas 1,39)

Es una Iglesia que reconoce que debe asumir y actuar en consecuencia. Pues nuestra Iglesia tiene muchos más católicos fuera de ella que dentro, personas que se definen como católicas, pero que viven alejadas, mucho o poco, de toda la práctica y de la vida eclesial. Sin olvidar que se ha recibido un mandato de Jesús: “Vayan a todos y háganlos mis discípulos” (Mateo 28,19) Y esta es la palabra clave “vayan” Y que nosotros, desde aquí, nos alegramos para hacer compromiso para dejar la desunión. Comenzando a vivir en ese amor mutuo de Juan 15,9-17 Ahora es el momento de actuar con audacia y experimentando la gracia de Dios que nos acompaña para abandonar el miedo y aceptar el riesgo.

Esta visita del Señor Arzobispo nos anima a proseguir el camino. Para hacerlo realidad en pequeños gestos: reunirnos, organizarnos, orando para poder dar el salto, aprendiendo a tocar puertas y abrir corazones. Es volver a mirar alrededor y descubrir que no estamos solos y que nuestro compromiso en el mundo no es una distracción, todo lo contrario, es meternos en el mundo de la gente para hacerles caer en la cuenta que hay un silencio “interior” que nos revela a Dios alegría-amor. Y al hacerlo nacerá en cada uno una nueva fuerza, una nueva alegría, una nueva vida con sentido comunitario.

A partir de esta hermosa visita y la Institución a los Ministros se complementan los mejores deseos de una comunidad parroquial que descubre su valor en referencia al encuentro con los otros. Los más lejanos. Los que dicen que no tiene tiempo. Los que viven indiferentes e incluso nos critican porque venimos al templo.

Por tanto los Doce laicos instituidos como Ministros, Agentes Animadores de Comunidad. Y los otros Doce que empezarán a prepararse debidamente serán los pilares de la nueva Iglesia que desde el Brasil-Cumaná servirán de trasporte de una Palabra siempre nueva y edificante. Amén.

Padre Marcelo. @padrerivas

Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama mrivassnchez@gmail.com


Dime que te cuento y te diré que aprendes

Padre Marcelo Rivas Sánchez.

Una Venezuela convulsionada.

La gran pregunta es: ¿Por qué tantos problemas?

Un bombillo en una de las escalinatas del edificio permaneció por dos años dañado y nadie lo cambiaba, hasta que una señora en la noche resbaló y se fracturó las dos piernas. Muchos nos acostumbramos a vivir así entre la oscuridad, la desidia y el desgano por ver las cosas diferentes. Y aquí pensando debo decirles que esto es lo que pasa en Venezuela. Nos acostumbramos a… No luchar. No insistir. Así se hace y así seguiremos. Ya no vivimos sino sobrevivimos… y esto nos va haciendo más miserables y más pobres. Es como que nos han envuelto en un caparazón que no nos dejan ver más allá de una cola para el banco, para el pan, para todo… Y alguno podrá decir que son detalles pequeños que constituyen y modelan todo un modo de ser.

Otros dirán que estamos delante de una transformación, pero que muchos se acomodan sin preguntar, sin opinar, sin luchar y por tanto, aceptando humillaciones, vejaciones incluso, hasta perder su propia dignidad de personas. Y es aquí, donde me entra la gran preocupación. La cual pareciera que la libertad se deja a un lado para aceptar por un plato lentejas la esclavitud de quienes se creen dueños de todos y de todo. Pareciera que Dios ya no está en sus corazones y es suplantado por eso encogerse de hombros y aceptar humillaciones y tristezas.

Entonces, al no estar Dios, entra en ese corazón una especie de aceptación de la situación que entre costumbre, silencios y complicidad se agita y se desgasta lo poco de vida que se tiene. Y ya caídos en esa prisión, más que encierro, somete y esclaviza para dar rienda suelta a la perdida de Dios dando pie a una crisis de valores y, en particular, la pérdida de la identidad con el amor a la familia y a la sociedad. Además, al perder o excluir a Dios de la vida de las personas se pierde el sentido del pecado.

Esta Venezuela convulsionada es consentida y aceptada por muchos que, en nada, les importa salir o buscar soluciones a tantos conflictos. Se hace necesario, de una vez y para siempre, despertar y lo haremos con Dios al frente que nos invita a no dejarnos someter por la barbarie de quienes esclavizan para su propio peculio como barriles sin fondo que sedientos se chupan hasta la propia sangre para seguir como zombis del desprecio y de la desgracia.

En Dios y solamente en él saldremos con tal fuerza que seremos capaces de vencer a los que con fuerza atacan los principios que ellos han perdido y no podrán volver a ellos porque han cerrado su corazón y lo han abierto al demonio del materialismo. Y entonces, necesitamos venezolanos medicinas que sean capaces de cambiar ese bombillo quemado y dar luz a quienes se encuentran en la oscuridad.

Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama mrivassnchez@gmail.com


Dime que te cuento y te diré que aprendes

Padre Marcelo Rivas Sánchez.

Tengo miedo de…

Las miradas hirientes de aquellos que desde el poder hacen y deshacen sin importarles el respeto a la dignidad.

Las traiciones de quienes habiendo nacido en la comunidad se aprovechan revendiendo comida como bandada sin principios ni valores.

Las indiferencias de quienes pudiendo unirse por el bien de todos se suman al gran relajo de permitir y hasta de aplaudir las injusticias.

Tener miedo no es malo cuando esos miedos me aproximan a experimentar que debo salir adelante. Debo vencer sin que nada. Ni nadie me lo impidan. ¿Qué es difícil? Claro que sí. Porque muchas veces, la oscuridad y la soledad se dan la mano y queriendo abrazar me someten para apretujarme y no quererme soltar.

El miedo me impide, muchas veces, soltarme, pero la lucha no es de un día, sino de todos los días. Es como algo que nace con uno y se aleja cunado uno muere. Pero aun así, maltrecho, fatigado, sudoroso y hasta muy cansado, debo proseguir. Seguir dando pasos, hasta volver a ser niños para gatear. Por eso, tengo miedo, pero no me paralizo, más bien avanzo. ¿Y saben por qué? Porque descubro, que dentro, muy dentro de mí, hay algo que se hace hoguera, llamarada que calienta y me hace poner en marcha: la fe y la esperanza.

Quizás hoy no. Tal vez mañana. Y así, así voy dejando que los días trascurran y no me sometan la desilusión y la desesperanza.

Bendito sea Dios.

@padrerivas @padrerisama