Es necesario confesarse
para poder obtener el perdón de los pecados graves. Ya que los
pecados veniales se perdonan en el rito penitencial de la Santa Misa
y con las obras de caridad.
Para hacer una buena confesión se necesita
• Hacer un cuidadoso examen de conciencia, tener dolos de los
pecados cometidos y el firme propósito de no cometerlos más
(contrición o atrición), decir los otros pecados al sacerdote
(confesión), y cumplir la penitencia (satisfacción).
Examen de conciencia
Reflexión detallada y seria sobre los pecados cometidos.
Dolor de los pecados
Es el sincero pesar y la repulsa de los pecados cometidos.
Decir los pecados al confesor
Es decir con sinceridad, sin temores y con toda confianza los pecados
al sacerdote.
Cumplir la penitencia.
Después de recibir la absolución (perdón) el penitente
debe cumplir con un pequeño sacrificio y además, reparar
los daños.
Efectos del Sacramento
de la Penitencia.
Al confesarse el penitente recibe la reconciliación con Dios
y la Iglesia, la recuperación de la gracia santificante, el aumento
de las fuerzas espiritualidades en la paz y la serenidad de la conciencia.
Hay temores para
confesarse.
Son muchos los que dicen que no se confiesan porque no saben que es
un regalo de Dios maravilloso. Entonces se dice: Siempre digo lo mismo.
No puedo cambiar. El sacerdote es un pecador como cualquiera…
Esto se dice porque no se tiene amor a Dios quien nos regaló
la oportunidad de la salvación.