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Dime que me cuentas y te diré que aprendo...
Columnas hasta diciembre de 2006
 Padre Marcelo Rivas Sánchez
 

"Se manifestó la bondad de Dios nuestro
Salvador y su amor a los hombres, (Tito 3, 4)

 

Dios es ternura y está con nosotros

Conozco gente que no quiere que llegue la Navidad. Gente que vive para sí misma. Alejada. Escondida. Misteriosamente negándose a la vida. Para ellos la Navidad es un grave problema.

Pero la gran mayoría si quiere a la Navidad Esa Navidad que inspira, produce silencio, asombro, y mucha ternura. Es una Navidad que nos hace salir de nosotros y nos encuentra con los demás. Por eso la navidad nos asombra y es, a la vez, el gran atrevimiento de Dios por estar entre nosotros.

Aunque muchos reduzcan la navidad a un intercambio material donde hay llenura de terrones, panteones, caramelos, ponche crema, vinos, los adornos y los mil colores. Ella es dulce en ausencia de helados. Rica con las alforjas vacías. Silencio en medio del ruido. Familiar sin mamá que partió a la eternidad. Ella es y será todo lo que encierra reflexión y amor. De la reflexión, la ternura de un niño “Emmanuel” Dios con nosotros que viene a regalarnos la salvación. Del amor, que es condición necesaria para poder encontrarlo en la frialdad de las pajas olvidadas del Belén del egoísmo.

Es un tiempo muy dulce que no empalaga, sino que llega con aroma de un Dios que se atreve a ser como nosotros. Nace indefenso en un hogar muy pobre y necesitado. Es tan importante este nacer que a todos nos hace volver a la vida y sentir que en ese niño está Dios que sana y salva. Es tan dulce que para nosotros ser hombre es lo más grande y Dios quiso ser hombre para hacernos grandes de verdad. Esa dulzura nos muestra la bondad de Dios pues dejando su condición divina se hizo humanidad para enseñarnos que en cada humanidad está Dios para redimir y salvar. Para poderse endulzar con este regalo se hace necesario ser como los niños, para entender con la inocencia la grandeza de Dios y, a la vez, tener humildad para ver en ese niño al Dios Todopoderoso y eterno.

Para nosotros los cristianos es el mayor amor y la oferta más gran de en la salvación que se centra en la bondad infinita de Dios. Aunque, en muchos corazones haya tristeza, lejanía, abandono. Cuestión que no es culpa de Dios, sino del accionar de cada uno de los caminantes que escogiendo los caminos contrarios se enfrentan, discuten y llegan a halarse por los cabellos. Dios quiso y siempre lo querrá vivir entre nosotros. Es alguien que abandonó lo cielos para estar entre nosotros y ser como nosotros, sufrir y morir como nosotros. Ese es el dios de todos los cristianos. Todo porque nos ama y en ese amor se hizo niño – hombre. Si algunos no lo perciben es porque estamos distritos, alejados y enfrentados.

Es el tiempo de la mayor alegría donde no cabe ninguna nostalgia, ninguna tristeza. Alegría para todos. Para los niños que despiertan a su primera navidad. Alegría para los ancianos que no renuncian y siguen esperando la siguiente navidad en sus lentos días. Es una alegría que se teje con los hilos de la esperanza. Alegría para llenarla de sonrisas, gritos de júbilo y abrazos en una familia que se ama y se respeta. Alegría para el médico o la enfermera que está de guardia, pero que sabe que su servicio hace presente a Dios en el dolor de cada enfermo. Alegría para la persona que está en la cárcel contando los días, esperando la salida y que muy unido a Dios sabe que pronto vendrá la verdadera liberación. Alegría, alegría para todos sin ninguna distinción.

Tiempo para la familia que se afana, lucha y hace malabares por salir adelante. De la familia que comparte el pan y alcanza a todos, incluso al que los visita y les pide pan recién sacado del horno. De una familia que conoce de recuerdos y los sabe colocar en el mejor lugar del agradecimiento y la cultura por la vida y el reencuentro. De la familia que sabe sacarle partido a estas fechas con la palabra de amor y la vida de ternura. De la familia del pan sobre la mesa embellecida, del arbolito de mil colores y de la respuesta a la carta del niño Jesús que entre muchos tropiezos casi no llega a tiempo. De la familia del amor que se hace fiesta, baile, júbilo y entusiasmo de un Dios que ha nacido primero por dentro. De una familia que ha sabido limpiarse los ojos y tener el corazón abierto para descubrir en cada uno de los integrantes la cara del abuelo, la nariz del tío, las manos de papá o la mirada de la abuela que no se puede parar de la cama por achacosa y adolorida. De una familia que sabe mirar las cosas grandes con los ojos de la admiración y de la esperanza. De esa familia unida, abrazada y reunida a los tiempos malos y a los buenos; a los que han de venir y a los que están viviendo. De esa familia que sin estar distante de la de Nazaret sigue avanzando tocando puertas queriendo siempre nacer.

Vale, entonces, la pena celebrar con ese amor, esa ternura, esa dulzura, esa alegría y al calor de la familia la mejor de las celebraciones: el nacer de Dios entre nosotros. No cabe la nostalgia, muchos menos los recueros tristes. No se vale mirar hacia atrás. Es el presente que nos llama donde el amor de Dios y el de mucha gente nos llama y nos espera. Porque gracias a ese amor Dio se hizo uno con nosotros y la Navidad se hizo camino, verdad y vida en cada uno de nuestros corazones.

diosbendice1@cantv.net


IGLESIA Y DEMOCRACIA

La Iglesia y yo, de forma muy especial, apuesto y apostaré siempre por la democracia. Es una democracia donde haya división de poderes y vida plena a un serio y verdadero estado de derecho. Desde la democracia se puede participar, elegir, sustituir y controlar a todos los gobernantes y a la vez, hacer un profundo examen de conciencia delante de nuestras responsabilidades democráticas.

La democracia guarda como uno de sus mejores tesoros la dignidad de la persona humana. No es un mero enunciado, sino que es su columna vertebral y su mejor ejecución. Además, del respeto de sus derechos inviolables e inalienables, así como considerar el bien común como oficio regulador de la vida pública. Por eso, no podemos inventar un relativismo ético donde se puede permitir desconectarnos de la vida y hacerla pasar por la muerte, el abandono e incluso por el silencio cómplice delante de la injusticia.

Hoy vivimos momentos cruciales para la democracia. Que no es otra cosa que vivir apegados a la ley de Dios donde cada uno de nosotros es lo principal y la vida de esa democracia. Pareciera que olvidamos que la palabra democracia se deriva de pueblo y gobernar donde navegan tres ideales de la ley, la libertad e igualdad. Claro no puedo dejar a un lado que la Iglesia entró en el gobierno descuidando los asuntos de Dios. Pasando por la revolución francesa, el liberalismo, la revolución industrial. Sería un pecado no nombrar al Papa León XIII, quien ofreció soluciones a los cambios sociales donde apoya la democracia en el poder moral del pueblo. Teniendo como su fundamento en Dios y la libertad del individuo. Aconsejando a los gobernantes " a que gobernaran con benevolencia y una suerte de amor paterno" (Libertas Humana, Desclée, II, 110). "Su gobierno debe ser justo e imitar el gobierno divino en el hecho de ser moderado por una bondad paternal" (carta Caritatis providentiaeque, ASS, 26 (1873-74), 525). "Que gobiernen al pueblo con equidad y fidelidad, y muestren, además de la severidad necesaria, un amor paternal" (Diuturnum, Desclée, I, 227)

Es indispensable insistir en la libertad de las personas donde debe prevalecer el bien común. Ideas muy propias de Pío XI. Aquí merecen una atención muy especial los más débiles y los más pobres. Nos recuerda el Papa que nadie debe ser obligado a unirse a nada contra su voluntad. Con ese derecho a la verdad y a la información. Por eso se define la democracia como el un sistema de gobierno en el que los ciudadanos participan en las actividades de gobierno. También, el Papa Juan XXIII escribió que el individuo tiene derecho a la libertad de investigar la verdad en los límites del orden moral y el bien común y la libertad de escoger la profesión que quiera. Es necesario observar que el individuo tiene también el derecho a una información fehaciente de los acontecimientos públicos.

En busca de la verdad la Iglesia ofrece muchos recursos donde la libertad se encamina, siempre, hacia la verdad. Es una verdad para elegir a las autoridades por el pueblo Esta democracia auténtica la promueve la Iglesia donde la dignidad de la persona humana es su fundamento. De ahí que hay que rechazar a una seudo democracia que no tiene valores que más temprano que tarde se convertirá en totalitarismo. Esta Iglesia conoce los adelantos, los nuevos tiempos, pero jamás deja a un lado los derechos religiosos. Cada una de las personas tiene sus derechos religiosos en el ejercicio libre y así cumplir con sus deberes.

Estamos hablando de una Iglesia, que no olvida su humanidad, pero tampoco su gran mandato Divino, donde Dios nos hace ver la importancia de la humanidad en toda la línea de sus derechos y deberes. En su gran recorrido los Sínodos, los Concilios y toda la consulta es una demostración de democracia. Claro no niego la estructura jerárquica, todos los miembros participan de una responsabilidad común en el ejercicio de la misión de la Iglesia. Repito , aunque el Papa sea elegido por los Cardenales y yo como párroco no se le consultó a la gente de Caigûire, esta Iglesia respeta la libertad de expresión por medio de la consulta y lo podemos ver en sus diferentes consejos de pastoral y la participación de todos los laicos en la misión de esta Iglesia pujante y creciente. Entendamos que hay cosas donde la Iglesia no es democrática ya que el poder proviene de Cristo.

La Iglesia siempre estará esperando la participación de todos. Llama, educa y los impulsa. Dicho en palabras de Juan Pablo II sería “Para que se dediquen a legislar, gobernar y administrar la justicia, para que todas las legislaciones, deliberaciones y juicios reflejen siempre los principios y los valores morales del bien común (Ecclesia in América 19).

La Iglesia siempre valorará la democracia y cada vez que un gobernante esté en contra de la dignidad de la persona humana y de su progreso, ella estará para recordarle que lo más grande es el ejercicio de la libertad. No puede haber libertad sin verdad, así como no puede haber una democracia verdadera sin libertad auténtica.

Para que no se olvide: Artículo 330. Los o las integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de actividad tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley, sin que les esté permitido optar a cargo de elección popular, ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político.

diosbendice1@cantv.net


CON MIEDO NO SE PUEDE VIVIR

“Siempre he pensado y estoy bien seguro,

que con miedo no se puede vivir, mucho menos actuar con claridad de mente y tranquilo corazón”

Aunque en la práctica no sea así, Venezuela es católica, y todo católico debe vivir sin miedo, pues ese miedo paraliza y detiene un accionar libre de toda persona. No puedo negar que cada vez es más difícil ser cristiano o actuar cristianamente en el ambiente de la libertad, la familia y la escuela. Cada día aparecen nuevas leyes que van estrechando la acción del católico.

Hay una pretensión laicista que poco a poco lo va abarcando todo. Hay medidas gubernamentales donde se pretende que los sacerdotes se encierren en sus sacristías y su campo de expansión se reduzca. Caso concreto sacar a Cristo de las escuelas y dejar esa enseñanza religiosa para la circunscripción de lo que se llama templo. Otra es despenalizar el crimen del aborto. Vale la pena reseñar lo que se dijo en el informe 2006 sobre la libertad religiosa en el mundo referente a Venezuela, presentando en el mes de julio por “Ayuda a la Iglesia que sufre” “En el país –se lee en el documento- se difunde un sentimiento de incertidumbre y temor por el futuro”. Ante este panorama los obispos venezolanos reunidos en asamblea plenaria denunciaron que “la dirección que está tomando el país pone en tela de juicio la democracia participativa y la independencia de los poderes públicos”

Todo esto trae toda una desorientación, sin dejar a un lado la violencia contra los ministros y las personas que apoyan los servicios parroquiales o comunitarios. Es decir, que la situación ha sido alimento para hacer crecer una secularización y una indiferencia hacia la religioso donde se nota un ataque “simulado” contra la religión católica y un espaldarazo a las sectas protestantes, que no tienen origen o reconocimiento mundial como Iglesia debidamente formalizadas en la fe. Aquí se une la desvalorización de la vida donde se ahoga el respeto, la tolerancia y el perdón se aleja para dar paso al enfrentamiento.

El miedo viene a jugar un papel muy importante, pues paraliza y arrincona. Por eso, debemos tener muy en cuenta que la fe no es ningún obstáculo para participar en la vida pública, sino que es la llave que mantiene los valores fundamentales de toda persona. Pareciera que entre menos la gente cree y espera va dando el molde de lo que los de arriba quieren. Es el caso de las ofensas constantes contra los ministros de la Iglesia Católica. Se busca desprestigiarlos o hacerlos ver mal en la sociedad para que se pierda la confianza y nazca el odio que tanto mal nos está haciendo.

Pienso que el miedo es natural y además libre, pero la verdad está en ser aceptado o no. Aquí, está la gran diferencia. Pues nosotros los católicos sabemos que desde la cruz, lugar del mayor castigo, fue vencida la muerte y se ganó la resurrección. Brota pues la fortaleza que necesitamos para vencer el miedo. De ahí que necesitemos espacios de acción sin temor a ser agredidos u ofendidos por personas que fanatizadas son inducidas a malas expresiones.

Debemos recordar que todos somos Iglesia y todos responsables de esta Iglesia. Por lo tanto la dimensión política “bien para todos” debe ser ejercido por los laicos, es decir, cristianos comprometidos en respuesta a los sacramentos recibidos y admitidos como sumo bien del amor de Dios. Hay, pues, que organizarse para vivir y defender los valores cristianos. Hay que saber plantear “con seriedad” a la opinión pública propuestas e incluso presentarse como candidatos para la nueva política que viene apareciendo llena del contenido de coraje, amor y un profundo respeto por todos y a todo. La presencia del laico se hace necesario, no para colocar paños de agua tibia, sino para acompañar al más débil y crearle conciencia de su importancia y participación.

Tenemos la tentación, dentro del miedo, de esperar que nos hagan todo, y ahí ha estado el gran mal que ahora padecemos con profundo miedo. Hay que estar en todos los sitios y lugares, pero no para hacer bulto sino para ejercer influencia positiva y la huella se deje para que otros la sigan. Ni siquiera será para defender simples creencias que por lo general nos desunen. Es una presencia de testimonio que arrastra y convence. Cómo es posible que los católicos no tengamos que decir delante de una delincuencia desbordada. Claro que esto traerá dificultades, pero más triste será guardar complicidad silenciosa. Para ello, el católico puede entrar en política y hacer valer sus convicciones. Y también hay otros muchos modos de hacer política: participar en la manifestación pública, en las asociaciones, en los medios de comunicación, en el barrio, en toda la comunidad, etc.

Claro, un católico con miedo no lo puede hacer. Y es posible que se venda y pierda la esencia de un Cristo valiente, fuerte, digno y muy libre. Hoy en día se nos está pidiendo que participemos en la asociación de padres y representantes de todas las escuelas donde una vitalidad social debe cada día tomar más cuerpo hacia la unidad y la verdad. Esta participación nos hace servir de fiscalización delante del mundo cooperativista que se abre a lo largo y ancho de nuestras barriadas. Eminente peligro, pues no es un secreto que se entrega a personas ligadas exclusivamente al gobierno de turno. Esto mantiene el enfrentamiento pues los trabajos, en su mayoría, son peores que la enfermedad.


DE PEDRO BASTARDO A TODOS LOS QUE HAN
CAIDO POR LA INCONTROLADA DELINCUENCIA

“Nunca me imaginé.
Jamás sentí tanto miedo como hoy en día,
delante de una delincuencia que anda de recreo por los patios de Cumaná”

Todos estos años han sido de luto y de mucha tristeza, pues hemos visto y llorado a venezolanos que han dejado sus vidas por un reloj, un par de zapatos, un monedero o simplemente por evitar ser asaltados, atracados o despojados de sus bienes. Además, de esa indiferencia “no es mi problema”. No es mi muerto” y ahora que se habla de cifras tan gigantes y abultadas los miedos ya no se esconden y se gritan con rabia e incluso con una impotencia que rompe las esperanzas y calcina los mejores deseos.

Hace días hablaba con un señor que había perdido un hijo en esa delincuencia y con dolor me decía “que no mataría a la persona que le arrebató la vida a su hijo, pero que no le perdonaría jamás. Este odio que no es venganza, es muy grave, porque ese señor vivirá con un resentimiento que profundiza un mayor dolor y su vida irá a pasos muy duros donde sus palabras serán de veneno y señalando culpables.

Esto me hace pensar y reflexionar “seriamente” que aquí hay un doble dolor y que los que han perdido un ser querido lo deben entender. Primero, que esa vida perdida no debió suceder. Que ese muerto más que llevarlo en lo más hondo del corazón ha subido a la cabeza donde calculando todo se pone caliente y en segundos llega a la efervescencia cuando lee u observa otros tantos padres que han perdido, al igual que él, uno de sus hijos. Segundo, ese dolor se convierte en rabia, que es, en definitiva, una especie de impotencia.

Pero esta delincuencia desatada y soltada se nutre de una impunidad bien vista y aplaudida por muchos, de una pobreza alimentada con el clientelismo en la regaladera que al tenerla ya el pan está duro y una alta, pero muy alta falta de credibilidad en el sistema judicial donde la cárcel es lugar de mayor aflicción y escuela de delincuencia. Además, de la falta de oportunidades económicas (desempleo), ausencia de una policía efectiva y una comunidad débil ante el delito.

Más que denunciar busco llamar la atención frente a una delincuencia que cada día se amplía más y más. Es una delincuencia que ha evolucionado donde exponen mejores armas, lavado de dinero, reclutamiento activo en los barrios de niños que sienten admiración por el tatuaje, el peinado y la vida que llevan los delincuentes. Es un drama que pasa por la descomposición del ambiente familiar donde una enferma abuela lleva adelante un hogar de cuatro nietos abandonados por sus padres. Pero, también, debo recalcar que el principal propulsor de esta “bendita” delincuencia es el desempleo y la falta de oportunidades económicas. Esto trae una avalancha de una especie de economía informal que se presta para muchas cosas donde todos y todo tiene su precio. Este desempleo es aún más grave entre los jóvenes donde unido a la falta de oportunidades de estudio se quedan trabajando en “cada”, pero en cada esquina. Trayendo como resultado las creación o proliferación de bandas donde cada uno de estos jóvenes adquieren destreza y estatus necesario para conservar la vida por un determina do tiempo.

Todo esto dentro de un clima de indiferencia por parte de la comunidad donde inerte observa a una policía de segunda que matraquea, se queda con los objetos robados y alcahuetea a los delincuentes. Es una comunidad que socializa de forma cómplice en las actuaciones irregulares de los corruptos policías que desfilan por las avenidas y nunca entran a los barrios. Se hace necesario un actualización de mente y de corazón. Mente para corregir y de corazón para buscar salidas claras y concretas a la situación de la inseguridad. Claro, no debo dejar a un lado, la falta de incentivos para los agentes policiales como salarios dignos, buena preparación física y psíquica, no cuentan con una programación adecuada a sus necesidades, buenas viviendas y la atención a la familia que, en definitiva, ellos serán el reflejo de cómo se vive en sus hogares. Sin olvidar el tremenda y alocada descoordinación entre las policías, llegando a enfrentamientos, cuidado si es por el reparto de botines o tesoros escondidos. Una policía así no puede enfrentar el crimen y sucede lo peor, son tragados por los propios delincuentes que se hacen panas de ellos y a boca de jarro expresan amistad y mucho aprecio.

Ruego a Dios para que las Autoridades logren entender, de una vez por todas, que la acción no es un simple operativo “semana santa permanente” donde vemos a efectivos perezosos y apoltronados con unos revólveres oxidados ya les han roto los bolsillos y comido las ganas de seguir luchando. Desearía que hubiese una coordinación entre las comunidades y los agentes policiales y así, hincar el diente y morder de forma organizada a los delincuentes que si están bien organizados. Porque, si algo me duele es que muchos vecinos ven pasar a los delincuentes, para llegar al lugar donde compran la droga y la consumen, haciendo completo silencio.

“Todo en el barrio conocemos a los delincuentes,

pero nadie dice nada para no meterse en problemas.

Ayer mataron al primo y ahora ya es muy tarde”

diosbendice1@cantv.net


GRACIAS A DIOS POR EL FUTBOL

 

Desde aquel viejo y en blanco y negro televisor de nuestra infancia, casi no entrábamos en la pequeña sala y allí apretados, sin poder gritar, pues la señora de la casa nos podía botar. Hasta que mi papá pudo comprar aquel legendario artefacto, que tenía más madera que pantalla y que luego se le compró algunas tiras de colores para hacer que le saltaran colores, claro siempre los mismos: verde, amarillo, azul y rosado en la parte alta para que la cara fuera casi la misma. Pero disfrutábamos de aquellos partidos y de aquella pasión donde en cada gol, en cada error y en cada momento lo vivíamos con tal fuerza que después del partido quedábamos más cansados que los mismos jugadores y de ahí a darle patadas a un viejo balón hasta que nuestros padres tenían que buscarnos bajo la amenaza de no dejarnos ver el próximo partido. Que momentos, que días tan grandes: Pelé, el negrito que había venido de un barrio de Brasil que jugaba con cocos y ahora hacía magia con el balón; luego Muller un tanque que arrasaba y se llevaba todo por delante; Mario Kempes explosivo y jirafado jugador quebrando a los contrarios se paseaba haciendo goles, bien llamado el matador; Paolo Rossi, italiano, artillero y demoledor de la arquería contraria; Maradona sale de fuera de serie para que en México 86 se corone y se hace sucesor de Pelé; aquel Alemán Matthaus de gran fortaleza y disciplina; el escándalo y la muerte de Andrés Escobar no evitó que Brasil, cuarto título, se coronara en Estados Unidos 94; para llegar a Korea - Japón y luego la Alemania que nos espera con los televisores encendidos y los corazones abiertos en los equipos de nuestra preferencia.

Desde Egipto donde se jugó por primera vez el fútbol como parte de un rito por al fertilidad durante el siglo II antes de Cristo. Aunque la pelota de cuero fue inventada por el ingenio Chino. Recordemos a Ricardo Corazón de León quien era un apasionado por los juegos con pelota. Los romanos la comienzan a denominar con el nombre de "pila" que con el tiempo se transformaría en pilotta, evolucionando el término a la denominación actual. El fútbol moderno tuvo su origen en Inglaterra en el Siglo XIX. Pero su nacimiento es muy anterior, puesto que los juegos de pelota practicados con el pie se jugaban en numerosos pueblos de la antigüedad. El 21 de mayo de 1904 se funda la FIFA (Federación Internacional del Fútbol Asociado) y por primera vez se establecen reglas mundiales. La Copa del mundo nace gracias a que el 26 de Mayo de 1928, el Congreso de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, ubicado en Amsterdam, decidió, organizar una competencia ( la Copa Mundial ) de todas las naciones afiliadas. En 1930 se realiza el Primer Campeonato Mundial de Fútbol en Uruguay. La Selección Uruguaya sale Primer Campeón Mundial de Fútbol, tras vencer a la Selección Argentina por 4 a 2.

Al darle gracias a Dios, quisiera rogar por el mejor de los resultados de este Mundial, que no es otra que la unidad de los pueblos que compiten con fuerza y ahínco. Cada vez que viene un mundial de fútbol, todos vibramos y nos anotamos en sana competencia por cada uno de los equipos Se, perfectamente, que los goles son la mejor inspiración del mundial que se hacen realidad gracias a las maravillas de sus jugadores, de la estrategia de los técnicos y las oportunidades bien aprovechadas. De esos goles, que a muchos, por no decir a todos, nos hacen levantar de los asientos y a otros quedarnos en silencio delante del disparo del equipo contrario que lo anida con tanta fuerza.

Desearía pedir a Dios muy especialmente por la selección de Brasil, defensora del título y máxima favorita: “Vehículo acompañado por los corazones de 180 millones de brasileños” Por la selección de Argentina, la gran esperanza: “Arriba Argentina y a marchar” La selección de Costa Rica, los ticos: “Nuestro ejercito es un equipo, nuestras armas el balón” Por Alemania, “A darlo todo” Por el elenco Ecuatoriano, “Ecuador es mi vida, el fútbol mi pasión y la copa mi objetivo” Por los Italianos, “Orgullo azul, Italia en nuestros corazones” Por los Mexicanos, Los manitos. “Pasión azteca para todo el mundo” Por los Paraguayos, “Desde el corazón de América. Este es el espíritu Guaraní” Por los Portugueses, “Con la bandera en la ventana y la nación en el campo. Fora Portugal” Por España, “España, una nación, un objetivo” Por Trinidad y Tobago, “Aquí vienen los guerreros del Soca, el espíritu del caribe” También por los Estados Unidos, “Unidos jugamos, unidos triunfamos” Y por los demás equipos, que suman en total de 32 que en 64 partidos con el recuerdo de los 161 goles del mundial pasado en Corea Japón 2002.

Dios quiere que estemos unidos. Dios quiere que seamos una humanidad de emoción y de esfuerzo; una humanidad de respeto y sana competencia; una humanidad que sepa valorar al otro y acepte su mejor juego y disciplina; una humanidad que sepa enfrentar con dignidad al rival y aceptar su superioridad con honor de competidor.

Ese balón redondo y multicolor estará rodando desde este 9 de junio y con ese balón van a girar todas nuestras esperanzas, emociones y sacrificios en espera de que todo resulte bien y que el mejor sea la figura que con su arte, unidad, desempeño y combinación traiga la alegría que tanto le falta a la humanidad.

Que Dios bendiga a los organizadores, a los futbolistas y bendiga a los seguidores que con su pasión darán brillo a un tiempo de pasión y alegría.

El balón es redondo y el juego termina
cuando el árbitro sople su final”


“Quien generosamente da.
Generosamente recibe (Proverbios 11)

A USTEDES QUE PUEDEN Y TIENEN

 

Dios hizo la creación para que todos conviviéramos y lográramos ser felices. No nos hizo para destruir sino para construir, para colaborar con él en el crecimiento de su bella y bonita creación. Por lo tanto cada uno está llamado a ser servidor de la creación en la solidaridad de unos para con otros.

Desde hace 20 años llevó adelante una obra a favor de niños, que por la condición de sus padres y familiares, no han podido degustar con mayor sabor la educación, el juego, la comida, la alegría de que una mano amiga los guíe y les de razones hermosas para seguir estudiando. Esa ha sido y será el gran ideal de la Fundación Casa Hogar Divino Niño Jesús, que actualmente atiende a niños, jóvenes y adultos en la casa hogar, casa refugio, carpintería, repostería y costura. Es una Fundación donde el ser niño representa la mayor fuerza que puede tener una sociedad y si los amamos y educamos mañana recogeremos los mejores frutos.

Pero, en este momento, son muchos los que se alejan de esta verdad, pues prefieren decirme: “Yo lo voy a ayudar cuando me gane una suerte o la lotería” Como si para ayudar es necesario ser rico o tener mucho centavo. Aquí lo importante es la unidad y la voluntad de participar “activamente” en la vida de la Fundación. Son muchas las familias, las empresas y los entes gubernamentales que nos han cerrado las puertas esgrimiendo aquello de que la situación está difícil. Difícil va a estar cuando estos niños crezcan y observen que no les dimos la atención que merecían para su tiempo de formación. Pareciera que, en la actualidad, no es importante un pupitre, un pizarrón, una maestra, un comedor, una biblioteca, una computadora, una cancha deportiva, un escenario para el arte o un salón para aprender. Entonces, lo importante es, un carro, un ayate, un viaje, una buena casa, una ropa de marca, un buen trago, una excelente comida en un fino restaurante, una cirugía estética o el peinado de última moda.

En una sociedad mercantilista y materializada es muy normal despreciar todo lo que es caridad y se le da más importancia las ganancias, al juego, a la apariencia, al lujo dejando a un lado lo que Dios quiere. Aquí no deseo enfrentar a los que tiene dinero “ricos” ni tampoco elevar a los “pobres” simplemente estoy hablando de dos sustantivos “ricos” y “pobres” que deben ser bien entendidos.

No puedo dudar que los que tienen lo han logrado de mucho esfuerzo y que para ellos haya sido una lucha constante en el ahorro y la dedicación al trabajo de todos los días. De eso no tengo duda. Por eso no es una lucha a muerte contra los ricos, sino una reflexión seria delante del deber frente al que sufre y necesita. Pues dar por aquí y por allá mil bolívares a uno y tres a otro es realmente fácil que a la larga casa y deja un mal sabor. Por eso Dios quiere suprimir el pecado no al pecador. Para con el pecador quiere que se convierta. Para con el rico quiere que tenga y se le multiplique, pero que no se olvide que hay “otros” que necesitan de su solidaridad. Por eso, es un pecado muy grave, cerrarse o simplemente hacer como aquel capitán del avión que cayó a tierra y estando en plena selva dijo: atención a los pocos sobrevivientes. Yo me encargo de todo, pero hagan mucho silencio pues hay animales salvajes muy peligrosos. Pasados dos días tocaron la puerta del avión. El capitán, con sumo cuidado, preguntó: ¿Quién es? Y desde afuera respondieron: la cruz roja. Y el capitán respondido: ya colaboramos. Ya colaboramos. Cerrarse a la solidaridad es enfrentar a Dios que nos exige caridad, pues hay mayor alegría en dar que en recibir.

También no puedo decir que ser pobre es el último refresco del desierto. Que para ser amado de Dios hay que ser pobre y estar bien arrastrado. Ciertamente que Dios vino a los más fregados y sometidos por la pobreza, la enfermedad y la miseria. Pero no para que se quedaran allí, sino para que salieran adelante. Los pobres es una situación que hay que remediar no con dinero a montón. Actualmente hay tanto dinero en Venezuela y la gente está cada día más pobre. Lo importante no es dar, sino unirse para que promocionemos al pobre y le ayudemos a salir. De ahí la importancia de la formación y el respeto por los pobres.

Les propongo:

  1. Ser agradecidos de Dios por todo lo que se tiene. Aunque sea poco. Una persona agradecida es valiente, no tiene miedo y es muy justa.
  2. Porque no volver al diezmo. Que es donar, regalar de buena gana el diez por ciento de lo que se gana en un mes. Para que la Iglesia donde participas activamente como cristiano realice obras en pro de los más pobres.
  3. Visitar al sacerdote de tu parroquia y ponerse a la orden acerca de las necesidades que tiene en referencia a la ayuda para con los más pobres y necesidades de la comunidad.
  4. Son muchas las familias que dejan perder enceres, materiales, medicinas, implementos de recuperación… que servirían para otros que por su escaso recursos no pueden comprar. Eso que tu botas es utilizado por otros que los necesitan.
  5. Ser padrino de un niño que desea, de corazón, estudiar pero no puede comprar sus cuadernos, su ropa o la comida para el sustento. Padrino – madrina para verlo crecer y lograr sus sueños. Esto se obtiene gracias a las tareas que realiza la Iglesia en cada una de sus comunidades.
  6. Despertar y comprender, de una vez por todas, que el dinero es necesario y muy útil, pero que con ese dinero se puede obtener la bendición de Dios y la sonrisa de “alguien” que necesita de nuestra ayuda.

 

Pidamos a Dios la salud de nuestro cuerpo para poder trabajar. También la salud del alma para poder ver a los pobres como hermanos que necesitan no de cosas, sino de amor del bueno que nos hace tenderle la mano y sacarlos adelante.

Dios te dejó agua para que te quietes las manchas del cuerpo
y pobres para que te quites las manchas del alma (San Juan Crisóstomo)

diosbendice1@cantv.net

Una vez salió un sembrador a sembrar" (Marcos 4,3)

 

¿POR QUÉ SER CATEQUISTA?

 

Todos somos la Iglesia y en la Iglesia cabemos todos. Una gran verdad y una verdad que nos llena de mucha esperanza, pues en ella nadie, pero nadie es despreciado o dejado a un lado. Recuerdo cuando mi mamá quería, a como diera lugar, que fuera integrante del coro parroquial y siempre iba donde la directora del coro y le exija que me inscribiera. La Directora sabía, perfectamente, que no tenía cualidades para el canto. Pero viendo la existencia. La mandó a llamar y le dijo: Señora su hijo formará parte del grupo de canto. Y mi madre emocionada le preguntó. ¿Y que voz va a hacer? La directora con sabiduría le respondió. Bueno eso de voz para más adelante, pero su hijo, en una de las canciones hará como un toro: ¡Muuuuuuu! Esto reafirma que en la Iglesia cabemos todos.

Jesucristo es la Buena Noticia que debe ser vivida y anunciada. Por eso La Iglesia sigue sembrando el Evangelio, donde todos somos discípulos, por lo tanto, enviados, autorizados para vivir esa Palabra y entregarla, de forma muy especial, a los que están más alejados. Sin olvidar que hay muchos que viven en la pobreza. Entonces es una acción que nos compete a todos y es además una profunda responsabilidad de todos. Habrá que aclarar que son muchos los que “asisten” por cumplimiento y no se quieren comprometer. Me parece una postura muy cómoda y muy amarga a la hora de tener que escuchar la realidad de mi parroquia.

La catequesis no es una necesidad para defender la fe , ni una postura de defensa frente a los ataques enemigos, es todo, lo contrario, es vivir lo que se siente y de esa forma se enseña . Es la vida misma que se coloca al servicio de los otros para que viviendo a Jesucristo en sus actos se realicen como sus hijos en medio de una comunidad orante y educadora. Nada tiene que ver con encerrarse en las paredes de la Iglesia , sino salir dejando a un lado los temores. Es una necesidad para acoger con amor y sencillez a niños, a jóvenes y a adultos donde la presencia de Dios misericordioso se nos da en la Eucaristía.

La catequesis es y debe ser la experiencia vivida y contada de un Dios misericordioso. Es redescubrir a Jesucristo, no tanto en lo divino, sino en su verdadera humanidad que sale al encuentro de todos. Es como, insisto, en ser responsables de que el otro no se encuentre con Dios porque no tiene quien le enseñe. Pues muchas cosas distraen pero muy pocas llenan o hacen feliz al hombre actual. Hay que salir en búsqueda de la persona creyente para que reafirme su fe; al encuentro del que una vez se hizo cristiano y está sumido en el abandono espiritual y en la amistad del que no cree o se encuentra en tal situación que reprocha o denigra de todo lo espiritual.

No podemos, entonces, seguir con los brazos cruzados, es necesario hacer algo. Ese algo no es cualquier cosa. Cada uno se debe preparar “debidamente” con una eficiente y sana formación bíblica, religiosa y humana para llegar y tener que compartir “algo” que, repito, no es cualquier cosa. Sabemos que los sencillos son los privilegiados de Dios, pero a la hora de enseñar no es la mera sencillez o el estar dispuestos, hay que prepararse y bien. Claro no podemos dejar a un lado la acción de Dios que en medio de la oración y la contemplación (lectura orante de la Palabra ) sale al paso del que a decidido ser catequista. De ahí, que la catequesis tiene ser una propuesta libre a la evangelización de la Iglesia. Es tarea muy responsable. Dirigida en primer lugar a los adultos que deben renovar y reafirmar su compromiso bautismal, sin olvidar los jóvenes y los niños. Para llegar con fuerza se necesita preparar “adecuadamente” a los catequistas. Es como una exigencia primaria y muy de emergencia. Cabe afirmar, sin tapujos. que la catequesis es la misión evangelizadora de la Iglesia.

Ese mandato de “ir por el mundo a anunciar el evangelio a toda la creación” (Marcos 16,15) es la mejor respuesta de un cristiano comprometido y responsable. Más que un mandato es la misión en sí que Jesús experimentó y quiere que nosotros la sigamos. Dios queriendo que todos se salven, también quiere que todos le conozcan y le van a conocer si, en la Iglesia , hay personas dispuestas a hacerlo, no tanto de palabra, sino con al vida y las acciones. Debe quedar, bien claro, que el centro de la toda enseñanza es Cristo Jesús, mediador y plenitud de la Revelación. Así como Dios se fue revelando progresivamente, nosotros también lo enseñaremos de forma lenta pero segura. Es la mejor tarea porque estaremos demostrando a Jesús como el Hijo eterno del Padre hecho hombre. Entonces la catequesis se alimenta directamente de los evangelios, que son el corazón de toda la Escritura. Es Dios quien habla y se Revela en Cristo Jesús.

Al sentirnos Iglesia estamos diciendo que es nuestra responsabilidad. “Nosotros no podemos dejar de contar lo que hemos visto y oído” (Hechos 4,20) Esa Iglesia existe para evangelizar, esto es para llevar la Buena Noticia a todas partes. Aquí cabe recordarnos que estamos llamados para: anunciar, ser testigos, bautizar, amar, enseñar y que al hacerlo estamos evangelizando. Estamos llamados, es decir, motivados por el Espíritu Santo, fortaleza y realidad que infunde calor en cada uno para perder el miedo y decir, con amor, lo que se siente y se lleva por dentro.

Al hacerlo estoy dando señales muy clara de que mi conversión es trasformadora y no lugar de tristeza y falso arrepentimiento. Salgo de mí para hacer feliz a otros. Salgo de mí para inyectar lo que me motivó a cambiar. Por eso le invito a dirigirse a la tu parroquia y ponte en disposición de aprender, amar y sentir a Cristo que necesita manos y hombros para llevar adelante la gran misión de la Iglesia ¡Evangelizar!

diosbendice1@cantv.net

LO IMPORTANTE NO ES JUDAS. SINO NOSOTROS.

La lucha por el poder informativo en lo mercantil hace que “algunos Medios” más que informar, deformen o aprovechen el tiempo de la Semana Santa y arrimen la sardina para su propio sartén. Me refiero a la programación con bombos y platillos de National Geographic donde se hacía la presentación de Judas como un utilizado de Dios para que vendiera a Jesús.

En primer lugar, este material si existe, pero que hace 1800 años ya era condenado por la Iglesia en San Ireneo de Lyon y que tiene la edad de unos 300 – 400 años después de la vida de Jesús. Recordemos que Judas muere en el año 44, esto quiere decir que no puede ser el autor.

En segundo lugar, es un material apócrifo, es decir, que no reviste veracidad pues entra en los textos de fábulas aprovechadas por sectas gnósticas, que tienen como propósito reivindicar personajes del Antiguo y Nuevo Testamento. Además, estos gnósticos desprecian toda revelación, pues para ellos lo importante es el conocimiento, al intelectualidad. De ahí que culpen a Dios de la creación del mal y de todo el desorden. Olvidando que el mal está por el mal uso de la libertad humana.

En tercer lugar, repito es una lucha por el poder económico de Medios que luchan por captar usuarios sin importarles el apoyo a la mentira o la descalificación del mismo Dios como autor de la vida y Señor de la Historia. Bien lo dice Messori, periodista italiano, autor de “Informe sobre la fe” y “Cruzando el umbral de la esperanza” se quiere hacer ver a un Judas Iscariote benéfico, traidor a pedido de mismo Jesús. Sin olvidar la acción a Dan Brown, escritor de la novela Código Da Vince quien se lleva los mejores aplausos y los millones del mundo. En este apartado, Su Santidad Benedicto XVI es muy claro y afirma tajantemente que “Judas traicionó porque valoraba a Jesús según categorías del Poder” donde el amor no cuenta, sino el poder y el éxito son realidad.

Entonces, Judas siendo discípulo, al igual que Pedro, pecó pero no llegó al arrepentimiento sincero, pues no hizo los cambios necesarios para volver al camino del encuentro del perdón y la paz. De ahí que Judas tenga que quitarse la vida. Llegó al suicidio completamente decepcionado ante un Jesús que rechaza ser jefe político o de Mesías vencedor.

En nosotros no hay duda de que el mal no viene de Dios, pues Dios es el Sumo Bien, y que el mal es producto de la mala utilización de la libertad. Somos nosotros los que equivocamos el camino y no es Dios quien hace el mal para que nosotros lo hagamos parte de nuestra vida. Aquí estamos delante del mal asumido, querido y compartido por “algunos” de la humanidad que viene a ser el gran pecado en una sociedad de silencios cómplices, afectos desordenados, Pansexualismo desbordado, falta de solidaridad implícita en una vida de venganza y rabia y todo una serie de actos que nos alejan del amor a Dios y al prójimo.

Insisto en nosotros, pues Judas ya pasó a la historia, y cada uno de nosotros debe responder a Dios delante de su responsabilidad por una mejor familia y sociedad. Pues Dios no vino a condenar al mundo, sino a salvar lo que está perdido, por eso cada uno de nosotros debe responder a Dios por su conducta.

Respondamos concientemente a las exigencias actuales delante de tanta violencia, tanta corrupción, tanto enfrentamiento, tanta rivalidad que nada tiene que ver las opiniones de unos medios que buscan primer lugar o recursos económicos.

  • En vez de guerra una paz donde Cristo resucitado nos da esa paz.
  • En vez de miedo – temor que se abran sus corazones a la verdadera alegría del servicio desinteresado para el bien de todos.
  • En vez de desolación y amargura una esperanza para la reconciliación.
  • En vez de responder groseramente que haya un diálogo sincero y constructivo.
  • Sin olvidar que Dios es amor en todos y para todos.

 

Todos, entonces, estamos llamados a la corrección constante donde el dinamismo de “caídas y levantadas” sea el ejercicio que nos lleva purificar la vida y así podamos llegar a ese encuentro con Jesucristo que no pudo ser encerrado por la tumba fría y engañosa. Todos, especialmente los más alejados, deben buscar el camino de Dios que es verdad y vida. Camino que debe ser recorrido con la seguridad de que Dios nos acompaña y está de nuestro lado en toda la jornada. Lo que pasa es que, somos muchos, los que quitamos a Dios para hacer realidad los caprichos propios del pecado y la independencia libertina donde no aparece el perdón, el amor, la sinceridad o la vida bien llevada a la luz del resucitado. Sin olvidar que en una sociedad mercantilista y signada por el poder, donde es mejor que Jesús esté muerto y no vivo. De ahí la carrera alocada de la mentira donde no importa que cabeza ruede con tal de ganar u obtener lo que se busca. Recordemos a Mateo 28, 11- 15 “Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. Estos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados, advirtiéndoles: Digan: sus discípulos vinieron de noche y le robaron mientras nosotros dormíamos. Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le convenceremos y les evitaremos complicaciones. Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy”

Todo cristiano debe rechazar la mentira pues ella es la causa de la mayoría de los enfrentamientos y rivalidades. En la mentira se le dio la espalda a Jesús para llevarlo al gólgota; desde la mentira se cierran los ojos ante la injusticia; con la mentira se compran conciencias para que acepten intereses politiqueros; con la mentira se va creando un ambiente de rabia y venganza delante del que no piensa como nosotros y en la mentira no me importa la comunidad, menos las personas que viven a mi lado, pues yo soy yo y mis circunstancias.

“Judas Iscariote personaliza al «hombre inmundo» para quien el dinero, el poder y el éxito son más importantes que el amor y no duda en vender a Jesús”

(Santo Padre Benedicto XVI)

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QUE EL PAN ALCANCE A TODOS

 

Cada día se nos hace más difícil llevar suficiente pan y de calidad a nuestra mesa. La carestía, la falta de empleo, la escasez, la pobreza, la negociación en los precios, el transporte, la delincuencia, la falta de gobierno… y tantos elementos y situaciones que podría enumerar. Pero que delante de Dios tiene sentido y son asumidas por él, que desde la cruz, las ilumina para que no se queden como simples sufrimientos, sino que sepamos enfrentarlas y buscarle las debidas soluciones. Este pan que, en muchos hogares, alcanza a todos e incluso es también comido por otros que son más pobres, representa la debilidad y el grito, que desde el miércoles de ceniza, inicio de la Cuaresma , se nos decía y en esa cruz marcada en la frente “recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás” para que vayamos tomando consciencia “seria”.

Recuerdo que en una clase de catecismo el sacerdote hablaba a los niños acerca de la vida y la traición de Judas. Decía que Judas después de haber vendido a Jesús, devolvió el dinero y fue a ahorcarse en un árbol de higuera. Uno de los niños lo detuvo y le dijo: Padre, Judas se equivocó de árbol. El sacerdote extrañado le replicó. ¿Cómo dice? El niño contestó: Si en vez de ahorcarse en ese árbol de higuera se hubiese ahorcado del cuello de Jesús se habría salvado. Palabras que impactaron al sacerdote que guardó silencio. Esto, más o menos es lo que no está pasando a nosotros, que muchas veces nos contamos con Dios, sino que queremos hacer lo que nos venga en gana y perdemos el rumbo y el camino a las soluciones.

Traigo a la memoria los días de infancia cuando mi madre, con diez hijos, nos daba de comer y otra persona más pobre también venía a la mesa y todos comíamos. Esa escena familiar se debe repetir en el gran banquete que a diario se celebra en cada una de las misas que se celebran en el mundo entero. Estoy hablando de la Eucaristía “Cumbre y fin de la Iglesia ” “No la merecemos pero la necesitamos” y que este Jueves Santo la tendremos para vivir aquel memorial de amor de Dios en convertirse en alimento de todos. Valdría la pena recordar, en este día tan solemne, nuestra primera comunión.

Jueves Santo día de alta celebración y de profunda reflexión. Pedro y Juan se adelantan a preparar la cena y en el cenáculo lava los pies a sus discípulos para que luego celebrara aquella cena “Eucaristía” les da a comer su Cuerpo y Sangre. Aquellos discípulos comulgaron, que significa compartieron la Sagrada Comunión. Hoy, no puede ser simple recuerdo de un mero cumplimiento para salir del paso. Debe ser un verdadero memorial de la cena y la redención de Cristo que en amor se hace alimento.

Necesitamos, pues, reconocer que la santa misa no se debe cambiar por nada. Ni dejarla en manos de un pago para la propaganda de invitación, ni en unos escondidos recuerdos para unos cuantos, ni en el chocolate, ni mucho menos en ese “vayan ustedes que yo me quedo cuidando la casa” La eucaristía no es un mero sentimentalismo o unas ganas como de tomar agua o de comerme x dulce. No podemos dejar a un lado lo esencial, que la Eucaristía es el misterio pascual hecho presente sacramentalmente. Es sacrificio que ofrece a la humanidad a Cristo para su salvación. Es Cristo quien murió, resucitó y subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre y que es más que un pedazo de pan que se encuentra encerrado en el sagrario como un muerto ya olvidado.

Por eso este jueves santo es el grito de la presencia real de Jesucristo en la eucaristía. Es decir, que Cristo está vivo y está aquí en la Iglesia y está entre nosotros. Podemos decir con Cristo: “Esto es mi cuerpo, ésta es mi sangre, ésta es mi sangre” Juan Pablo II nos dejó escrito: “ La Eucaristía es el don más grande que, en el orden de la gracia y del sacramento, Jesucristo ha ofrecido y ofrece sin cesar a su Esposa, al Iglesia” Regalo que nos exige correspondencia y gratitud. Correspondencia que significa que en cada uno tiene que haber un respeto, una práctica seria que es una necesidad “fortaleza” “alimento” y gratitud por ser un regalo desde Dios para nosotros, desde un amor mayor para nuestro amor en el caminar diario.

No podemos olvidar que la clave, para entender correctamente la Eucaristía , es una sana formación. Me refiero a una catequesis sincera y vivida con vocación de amor y responsabilidad. Cada niño o joven que se acerca a los catequistas deben recibir actitudes religiosas profundas, sinceras y coherentes. Esta catequesis debe partir, en primer lugar, de una vivencia muy particular por parte del catequista , quien debe vivir su fe como regalo que se agradece y fe que se vive cada día; segundo lugar, la familia debe participar activamente en dos líneas: refrescando y alimentando su fe y acompañando al niño – al joven en su formación; en tercer lugar, anunciar vivamente el Kerigma o el primer anuncio de la salvación y en cuarto lugar, aplicar ese descubrimiento en la pastoral o la práctica cristiana. Pastoral que hace que se tome de la mano toda la familia para alimentarse con la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo para salir a dar testimonio.

No puedo perder esta oportunidad para invitar a todos los catequistas a no dar catecismo como una manera de hacer algo en la Iglesia para terminar en momentos fugaces de una asustadiza confesión y un abrir de boca y cerrarla para no volver a vivir con solemnidad, agradecimiento la entrega generosa de Dios en su Hijo. El problema se agudiza cuando no tenemos un sentido de Dios, menos de Jesús y mucho menos del Espíritu Santo. A lo anterior, no se tiene muy claro lo que significa la Iglesia , la eucaristía y muy alejados estamos de la ley infinita del amor de Dios en Jesús. De aquí que la responsabilidad es de la Familia , de la Escuela y de la Parroquia. En otra palabra de todos.

Vivamos este “ Jueves Santo” como memorial de la Institución de la Eucaristía que nos quiere nutrir y es sacrificio. Cena y calvario. Sin olvidar al Sacerdote, hombre de Dios y para Dios, pues sin sacerdote no hay eucaristía. También día del Mandamiento del Amor, donde cabe el amor entre unos y otros, sin venganza, sin resentimientos.


DE VERDAD: LA VIOLENCIA NOS AHOGA

Abrimos la prensa, escuchamos la radio y vemos la televisión para comprobar que el pan nuestro de cada día es la violencia. Una violencia cada día más presente. Sin ocultar la violencia familiar que produce fenómenos delincuenciales y de personas inestables, la delincuencia común va en crecimiento exagerado. Es una delincuencia asesina que arrebata sin piedad la vida a personas de toda edad o condición. Se mata para robar, por venganza, por encargo, bajo el efecto de la droga, del alcohol, por la pertenencia a una banda, a una red de narcotraficantes o de liga organizada para atracar y secuestrar.

Ayer observé pasar por el templo a dos niños (12 –14 años) con pistolas que ya son muy comunes en todo el barrio. Claro el juego de los niños es manos arriba, fuego con él, quieto o te disparo… los va preparando. Hay una obsesión a delinquir sin importarle quien muera o la forma que se aplique para matarle. (Los diarios dan cuenta de estas “barbaries”) Ojo, mucho cuidado con el matar para hacer limpieza de la sociedad. Es muy triste, uno como sacerdote, recibir un cadáver de un joven tiroteado al estilo rambo “por todas partes” Esta violenta se ha convertido en omnipresente y ya no es el Santísimo Sacramento a la cual Venezuela ha sido consagrada, ni mucho menos Cumaná dedicada a Santa Inés, sino la violencia homicida que va en aumento aceleradamente. Somos un país violento y del oriente uno de los más violentos. Aquí hay muchas armas de fuego e incluso armas sofisticadas, que dejan muy atrás a las pistolitas de la policía. En Caigûire, casi, todas las bodegas, comercios han sido asaltados; las casas visitadas por ladrones y en su mayoría sus habitantes atracados. Esta situación ha llevado a varias comunidades a la represión donde se toma la ley por sus manos o hace silencio, esperando que la policía haga algo.

¿Qué podemos hacer?

  1. Unirnos para hacer sentir y apreciar que es problema de todos.
  2. Que el gobierno nos diga, con seriedad, que están haciendo y que planes tiene. Aquí lo importante no es la cantidad de dinero que van a invertir, sino cual es la técnica, su desarrollo y la evolución en el seguimiento para encontrar resultados.
  3. Para nadie es un secreto, que muchos, incluyendo la policía, saben donde viven y donde se reúnen y venden la droga las diferentes bandas. Por haber callado, de seguro hemos resguardado la vida, pero muchos jóvenes, incluyendo nuestros hijos, la han perdido.
  4. Frente al drama de la delincuencia cuáles son las acciones, no tanto las violentas que engendran más violencia, sino las preventivas, las que evitan aquel disparo y luego averiguo.
  5. Acaso, desde la escuela, habrá un plan para hacer caer en la cuenta a los niños de lo grave de robar, atracar o formar bandas. Ojalá, dentro de una técnica organizada poder llevar a los niños para que hagan un recorrido por las cárceles para que vean lo que les espera y asomarlos a la destrucción de la droga, de la desobediencia y del camino a la delincuencia.
  6. Hay mucha investigación, demasiadas encuestas, inmensidad de talleres y cursos para el interminable personal de justicia que va deteniendo un progreso que ayude a traer soluciones.
  7. Hay, de una vez, por todas, dar el paso integral sobre la situación. Pues debemos insistir que la solución no es crear más policías, sino educar y crear conciencia de este flagelo tan triste y tan dramático.
  8. Todos, debemos estar dispuestos, sin excepción, a asumir responsabilidades y a saber ofrecer toda colaboración para evitar el crecimiento de la delincuencia.
  9. Es muy fácil cruzarse de brazos o colocarle más cabilla a los hogares, pero, se hace necesario, con urgencia, una participación comunal para trabajar en unidad y así salvar o encaminar a nuestros muchachos.
  10. Una comunidad que se deje vencer por el mal muere dentro de su propio mal, que no es otro que el silencio cómplice y miedoso que paraliza a todos por igual.

Sabía que nadie me respondería, al artículo del pasado jueves, pues es como llover sobre mojado, más agua sobre agua y nadie se da cuenta o aquí no pasas nada. Y al saberlo tengo que valorar, por encima de todo, el derecho a la vida, aunque la vida la pierda quien anda perdido. No comprendo como podemos mirar con indiferencia o resignación que se atropelle la dignidad de la persona humana, creada a imagen de Dios. Pues, hay que recordar, que la violencia no es algo fatal, porque es posible vencer el mal con el bien. De ahí, que la paz es una construcción de todos los días y es un esfuerzo constante. Esta batalla se ganará cuando el bien venza al mal. Pero, una cosa es cierta, que este bien de la paz jamás se logrará, sin la acción consciente de todos para trabajar en el propio bien que es el lugar de la verdadera paz.

Da mucho miedo, cuando se empieza a llamar el mal con otros nombres, como si se quisiera tapar, rebajar y disminuir la gravedad de los actos contra la comunidad, las buenas costumbres y la moral. Hay que llamar el mal por su propio nombre. Si en una comunidad se vende droga se está germinando, aunque usted no lo crea, una situación que nos explotará en la cara más temprano que tarde. Alguien pagará con su vida los resultados de la venta y el consumo.

Vuelvo a insistir que esta es una ciudad pequeña, y aunque fuera grande, no se justifica tanta violencia. Tiene dos entradas y salidas por tierra y aquí adiestra y siniestra hay robos de vehículos y no aparecen ni chocados, ni despedazados, ni nada de nada. Aquí hay una crecida, muy alta, de atracos y robos que nos dejan con la boca abierta. Pues se agarran a los ladrones y al poquísimo tiempo están afuera y se dan el lujo de pasar por nuestras narices para echárselas de guapos e inmunes. Sabe que es bien triste que ante la muerte de fulano o zutana quien lo hizo era quien tenía cuatro o cinco solicitudes por diversos delitos y las autoridades “conociendo” sus domicilios y preferencias no lo habían agarrado. Después que ha matado a esa persona de bien o de importancia es cuando se prenden las alarmas. ¿No creen que en Aragua no sabían que estaban operando falsos policías o policías delincuentes en la ola de atracos y secuestros?

Jamás podemos renunciar al bien común. Hacerlo es morir.

diosbendice1@cantv.net


No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien
(Rom 12, 21).

UNA CARTA MUY SERIA Y PREOCUPANTE

Señor Gobernador.
Señor Alcalde
Presidenta del Parlamento Regional
Empresarios
Hombres y Mujeres de Buena voluntad…

 

Creo, con toda honestidad, que lo que está sucediendo en Venezuela y de forma muy especial en todo el estado Sucre y en Cumaná no lo merecemos, mucho menos debemos callarlo. Existe una cadena de violencia que nos está explotando en la propia cara y nadie, pero nadie, con todo respeto, hace nada. Cuando observamos a dos adultos o dos niños dándose golpes, de inmediato y sin pensarlo mucho, buscamos separarlos. Por eso no podemos quedar al margen de lo que está sucediendo y nos tiene que doler, incluso, tener una dolencia en la conciencia por la cantidad de muertes, atracos, enfrentamientos entre liceístas, robos de vehículos, secuestros, maltrato infantil y doméstico… “ Y aquí no pasa nada” Me comentaba el señor Pablo que perdió su hijo. Que tienen que matar a un pesado para que traigan especialistas, se hagan inmensos operativos y se despachen a los que hicieron daño. Pues a mi hijo lo mataron y nada se sabe, y él, posible, asesino sigue caminando tranquilo por el barrio.

Les escribo a las anteriores personas porque tiene el poder de combatirlo y de poner sus mejores oficios para erradicarlo. Esta cadena de violencia está engendrando mayor violencia y nos está haciendo sentir que esos “malos” merecen la muerte y el desprecio de todos. Olvidando que en una sociedad de principios y moralidad, la cristiana, cuenta con le perdón de esa acogida sincera y leal del otro, incluyendo al enemigo.

Es muy triste las noticias del fin de semana o del reporte de muerte donde superamos al grupo terrorista ETA que en 30 años largos produjo 800 muertes y nosotros en el año 2005 tuvimos 10.000 muertes en toda Venezuela. La verdad ante la violencia es palpable y lo poco que se hace se diluye en un activismo que pronto se perderá en el tiempo: formación humana a la policía y luego a los tres meses expulsión de un número grandísimo por faltas; compra de equipos para modernizar el sistema y no contar con operadores expertos; recoger a los integrantes de bandas y pagarles por trabajo y pasado el tiempo se acabó el dinero y la cuestión sale lo roto por lo descocido; aplicar la ley y por no encontrarlos con la mano en la masa y fotografiado por un fiscal van para la calle; la complicidad de los habitantes del barrio por miedo o por silencio que favorece la venta de alcohol, droga y objetos robados…

Lo anterior se agrava por

  • Falta de una familia estable que de ejemplo y proceda con autoridad.
  • De un gobierno, que con manos limpias, proceda, no a cortar cabezas, sino a crear ambiente que defienda la familia, la educación y de alternativas “serias” para la recreación y el justo crecimiento de la juventud que mañana serán los que dirijan a la sociedad.
  • Un Órgano de Justicia más educacional y menos represivo que estimule a los caídos a la enmienda y a reformarse. Claro, aquí estría la humanización de las cárceles y de los carceleros.
  • A detener a “abogados” con minúscula, que a diestra y siniestra defienden a las mafias organizadas que ellos bien conocen y por dinero, a montón, los sacan rápidamente.
  • A depurar los Cuerpos de policía que son, centros de apoyo y fortaleza a la delincuencia.
  • A los empresarios para que den oportunidad de trabajo y desarrollo a muchachos que han sido derrotados por la droga y las malas juntillas.
  • A los educadores para que no sancionen sin autoridad a los alumnos que, desde los hogares, viven muy mal y dan lo que tienen por dentro.
  • A las comunidades para que se organicen y con ambiente de familia, enfrenten a los jóvenes que son los rateritos de la ropa y los rabo de cochino. Sin dejar a un lado el saqueo que hacen a las escuelas.
  • El abandono a las comunidades en sus escuelas, calzadas, canchas deportivas, cloacas y de forma especial en sitios “estratégicos” para tratar la dependencia en alcohol y drogas.
  • La oscuridad reinante en todas las avenidas y calles que son cuevas de lobos haciendo un llamado al placer del asalto y el atraco.

 

Debe ser muy triste tener que resignarse a la violencia y comenzar a culpar o a callar por conveniencia. No podemos dejarnos vencer por el mal, pues en medio de esa violencia, más temprano que tarde, caeremos cualquiera de nosotros. Hoy, desde la voz de Dios, fuerte y entristecida, nos dice: “denle Ustedes de comer” (Lucas 9,13) Somos, todos, sin excepción, los que tenemos que actuar. Pues nos unimos para ir de casa en casa a remolcar a los votantes; nos agrupamos para quemar el caucho y hacer la tranca por la falta de agua del sector; caminamos por las avenidas reclamando la octava estrella y hasta hacemos consignas contra otro gobierno lejos de nuestra realidad. Estos reclamos, para muchos justos, se quedan pequeños, ante la necesidad e unirnos para combatir la violencia Es una violencia que nos ahoga, pues somos pocos y en dos entradas por tierra a esta primogénita, debería ser controlada y bien llevada, pero nos escandaliza la robadera de carros, el enfrentamiento de bandas, el tiroteo constante en las comunidades y los asaltos de negocios, panaderías y a comerciantes sin que nadie de respuesta. Simplemente el resumen amarillista por la prensa y la narración apasionada de los locutores que leen noticias y no la hacen sentir entre el pueblo.

Tomando la ideal de la Madre Teresa de Calcuta puedo decir que cuando la miseria nos visite nos quitaremos la vida por un simple pan o una tonta ofensa. No podemos acostumbrarnos a la violencia. Ella no puede hacer casa en nuestra casa, menos imponerse. La Familia , el gobierno, las instituciones educacionales… todos estamos llamados a no permitir que la vida no valga nada y mucho menos a que nuestros muchachos la pierdan `por resistirse al atraco o no tener nada encima.

Vale la pena unirnos y fijar, seriamente, planes para controlar esto, que mañana será muy tarde.

diosbendice1@cantv.net

PADRE QUIERO QUE MI HIJO (A) RECIBA LA PRIMERA COMUNIÒN

 

Como sacerdote siempre escucho esta petición de muchas madres, que sienten la necesidad que sus hijos reciban la “Comunión” Intención muy buena y vital para el crecimiento en la fe de los niños. Pero, esta petición viene con un mal concepto o repetición de una conducta que no es la mejor apropiada para lograr el objetivo central de toda catequesis. Hay que recordar que enseñar catecismo o catequizar es hacer discípulos del único maestro “Cristo Jesús, es el anuncio explicado, ayudar a creer, educación e instrucción. Además, de nunca olvidar que la primera escuela en educar la fe es el hogar. De la casa, lugar de la familia, es donde debe salir la verdadera luz que ilumine el camino que cada catequista inicia al recibir el niño o la niña.

Ante esta petición que se debe hacer:

  • Toda madre y todo padre de familia deben pedir al sacerdote, párroco, del templo más cercano donde se vive, la debida preparación para recibir al Primera Comunión. Ojo, repito, primera y no última comunión. Pues es esto lo que estamos observando. Los Padres vienen con mucho entusiasmo al la inscripción y al terminar la recepción del Cuerpo Y sangre del Señor Jesús todo termina. Esta es la práctica mala que estamos repitiendo de la primera comunión. Cuestión donde sacerdote, religiosa, catequistas, representantes y niños somos responsables.
  • Entonces, ¿qué hacer? Lo primero, es no dejar de tener esta buena intención de que a nuestros hijos los preparen para la Primera Comunión. Segundo, que los padres tomen compromiso de ser los principales educadores de la fe. Tercero, que el objetivo no es recibir la comunión, sino que cada niño (a) en armonía con la familia (padres) crezcan alimenten y se mantengan en la fe del Dios vivo y real, presente en medio de todos.
  • Nueva evangelización: es la acción que realiza la Iglesia (La formamos todos) para revivir una fe que necesita actualidad y compromiso. Por eso, nuestra opción es una invitación a los padres de familia para que ellos despierten lo que en su niñez aprendieron y por diversas circunstancias han dejado a un lado. Lo llamamos Kerigma, primer anuncio donde el Dios vivo y real está entre nosotros y debe ser anunciado para ser vivido y asumido. Para ello, el catequista (responsable de la enseñanza) invita al padre y a la madre del niño ha participar en una serie de charlas formativas para ir despertando esa fe dormida. Estas charlas ayudarán para que el papá y la mamá se incorporen de lleno a la formación del niño. Aquí el niño observa como papá y mamá también van a clase y se preparan. Sin olvidar que la misa dominical será el encuentro semanal que recarga y empuja toda la formación. Pasado tres meses (con una charla semanal) viene la catequesis para el niño . Momento de encuentro del catequista (como maestro-guía) que va enseñando las verdades de la fe complementadas con las tareas que en familia realizará el niño. Aquí lo importante no es cuando se comulga, sino conocer, amar y comprometerse en Cristo que llama y acompaña. Pasado el tiempo necesario para la enseñanza y la vivencia viene el compromiso , o la acción pastoral donde la familia hace una opción para hacer crecer y mantener esa fe recibida. Aquí se opera una especie de camino para salir en busca de otros, especialmente los que están más alejados. Por ejemplo, atender enfermos, visitar hogares, ayudar con la catequesis para formar otras familias, ayudar con la pastoral social a favor de los pobres, ministerios de acción y vida en la Palabra y la Eucaristía. Es decir, que los tres pasos se unen para vivir un cristianismo que no termina, sino que se complementa en ese dar y recibir.

 

Esta Catequesis busca, en definitiva, lograr un compromiso serio para la vida personal y de los demás. Donde todos somos lugar de aprender y enseñar. Ayer a mí me enseñaron, a partir de hoy comienzo a enseñar a otros. Pues nadie da lo que no conoce.

Ahora, los padres de familia, se acercarán a su párroco para decirle que, cuenta con ellos para que juntos, inicien un proceso de catequesis donde todos somos importantes y necesarios para despegar y aterrizar en otros que tiene sed del vivo y real.

No hacerlo así, es volver a la triste realidad de nuestros hijos mayores, que hace mucho tiempo, recibieron la comunión y ahora andan muy alejados y divorciados de todo lo que sea Iglesia, Dios, sacramentos… Realidad que nos preocupa, pero que tiene la respuesta en nosotros, los más adultos, que no les hemos dado el ejemplo de una vida cristiana conforme a nuestro compromiso y vida cristiana.

Que María Santísima, nuestra Señora de Altagracia, patrona de la Arquidiócesis , nos ayude a vivir una catequesis familiar, para luego hacerla realidad en nuestra comunidad. Que así sea.

diosbendice1@cantv.net


 

Dime que me cuentas y te diré que aprendo...

Padre Marcelo Rivas Sánchez

www.diosbendice.org

SACERDOTES POR LA GRACIA DE DIOS Y PARA EL BIEN DE LA COMUNIDAD

Mañana 23 se estará celebrando la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús con el lema “Les llamo amigos” de Juan 15,15. Esta hermosa Jornada de oración y acción de gracias por los sacerdotes fue instituida por el Papa Juan Pablo II quien quería que, a ningún sacerdote se le olvidara que los hombres desean contemplar el rostro de Cristo.

1. Hombres de oración. Cuando todos responden a formas de vida de mayor remuneración y prestigio, muy pocos se consagran al servicio sacerdotal como forma de vida y respuesta a un Dios que sabe llamar sacando de la debilidad la fortaleza. Es aquí donde la oración toma su mayor y en sacerdote se convierte en vital compañía. Es la oración que identifica todo el accionar del sacerdote para que pueda responder con libertad y decisión. Una oración activa para los momentos de mayor soledad y poder descubrir que Dios sigue hablando y actuando en ese silencio que es revelador de su amor. Es una oración tan útil cuando se cree tener sequedad en el trabajo pastoral y el Señor a solas en la magnitud de la Hostia Consagrada nos brinda las fuerzas frente al desgano y la decepción.

2. Amigos de Dios. De un Dios de carne y hueso que se quedó entre nosotros y de manera muy especial en los sacramentos. Un Dios que nos amó hasta morir en la cruz. Un Dios que levantó la vida con el poder de la Resurrección. Solamente con un amigo así podremos producir los mejores frutos. Unos frutos que deben ser cultivados respetando los pasos y sin esperar nada a cambio. Un amigo que sabe de nuestras debilidades y traiciones y a pesar de ellos sigue esperando en nosotros. Aquí al figura triste de Judas que no es capaz de ver la mano de Dios y la de San Pedro que se aferró, con fuerza y decisión a la mano de un Dios de la misericordia. Para Judas el morir desalentado, en Pedro la vida esperanzadora. Pues Dios no llama a los capacitados, sino que capacita a los llamados y solamente un amigo es capaz de aceptar su llamado.

3. Ministros de la Eucaristía. Ya no es el sacrificio del cordero lo que le agrada a Dios. Es aquel pan y vino del Jueves Santo para celebrar el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre hasta su regreso que viene a ser el don del mismo Dios. Dios nos regala su vida y nosotros la hacemos vida en nosotros para ser de él todo y nada más. No es simple regalo por un apellido, sino que es meter en la vida de cada sacerdote el misterio de Jesucristo. Que grandeza tan maravillosa “siendo tan débiles e imperfectos” somos llamados a ser “in persona Christi” Dicho de otra manera, Cristo quiere que nosotros ejercemos su sacerdocio. Gracias Señor para que no nos doblegue el automatismo diario. Para ello nunca olvidar la imposición de las manos y nos entregó, para siempre, este misterio.

4. Servidores en la caridad. Antes de cenar lavó los pies a sus discípulos y les enseñó el valor del servicio donde los primeros puestos serán dados no para los primeros, sino para los servidores en aquello, tuve hambre y me dieron de comer; sed y pude beber; desnudo y me vistieron… Todo esto a los más pequeños a mí me lo hicieron. Es aquí donde se hace realidad que hay mayor grandeza en dar que en recibir y que todo se nos dará por añadidura porque en dios nada es imposible.

5. Con manos para bendecir siempre. Todo sacerdote tiene sus manos ungidas con el óleo de la fortaleza del Espíritu Santo. En cada mano, instrumentos de su acción, no son para ellos, sino para el bien de tocar y colocar en el camino de la salvación y de ese amor que tanto falta en la humanidad. Manos que sirvan sin distinción, a todos por igual. Son manos que expresan y quieren agarrar y estrechar la gracia de un Dios de la fraternidad. Que día tan grande en que el Señor Obispo impuso las manos y confirió en Jesucristo la fuerza de un seguimiento sin término y siempre nuevo.

6. Miembros activos de una comunidad. Sin olvidar que no se puede servir en vacío, como tampoco amar, por eso en una comunidad orante y esperanzadora se forma y se hace el sacerdocio de servicio y entrega generosa. Dentro del desafío de aprender a vivir juntos toda comunidad vive la grandeza de la presencia de un sacerdote que busca el “bien común” y hace presente a Dios pan y alimento en la celebración Eucarística.

No hay que olvidar aquellas palabras que siempre repetía Monseñor Alfredo “Las vocaciones son una respuesta de un Dios provinente a una comunidad orante” Entonces, es el momento, de hacer y proseguir con una oración sentida por el fomento de las vocaciones y una súplica para que Dios bendiga y asista a nuestros sacerdotes que están al frente de las comunidades. Es una petición para que cada sacerdote no deje a un lado su vocación y se haga verdadero servidor en medio de un pueblo que necesita ser conducido por la verdad en un amor que se expresa en una respuesta que es donación y entrega.

Que esta Jornada de oración por la Santificación de los sacerdotes nos haga pensar “seriamente” para que un hijo o una hija puedan responder a Dios en la libertad de servicio como sacerdote o religiosa. Pues solamente en un hogar lleno de práctica y vivencia cristiana nacerá, como regalo de amor, una fuerte y bella vocación.

Hoy es el momento. Dios sabe esperar por esa respuesta.

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Padre Marcelo Rivas Sánchez

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"La gracia del Señor Jesucristo, y la caridad de Dios, y la comunicación del Espíritu Santo sean con todos ustedes." (2 Corintios 13,13)

AL GRAN DESCONOCIDO

El domingo 4 de junio estaremos celebrando Pentecostés, es decir la llegada del Espíritu Santo. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse…” (Hechos 2,1-14)

Desearía hacerles entender, con todo el cariño y el amor que Dios ha través del Espíritu ha colocado en nuestros corazones (Romanos 5,5), el verdadero significado del Espíritu Santo. Es un regalo de Dios porque Dios es amor (Juan 4,8-16) De ahí que Jesucristo mandó al Espíritu Santo para ayudarnos a asimilar su doctrina y darnos la fuerza para cumplirla. Debemos colaborar con el Espíritu Santo aceptando su Luz y su Fuerza. Entonces el Espíritu hace posible que nosotros tengamos conciencia bien formada. Derramando las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y los dones ( Sabiduría, Entendimiento. Consejo. Fortaleza. Ciencia. Piedad. Temor de Dios) Nos da la fuerza necesaria para vivir nuestros compromisos bautismales. Son muchos los días en que queremos echar para atrás y aquí viene el Espíritu Santo para animarnos. Siempre viene a nosotros. De forma muy especial cuando recibimos los sacramentos para transformarnos a Cristo.

Pero, a nuestro nivel, deberíamos tomar conciencia para saber escuchar la voz del Espíritu Santo para poder cumplir con nuestros deberes cristianos. Se hace necesario que entandamos los frutos del Espíritu Santo: ( Caridad. Gozo. Paz. Paciencia. Longanimidad. Bondad. Benignidad. Mansedumbre. Fe. Modestia. Continencia. Castidad)

"... recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre nosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra". (Hechos 1, 8)

Son muchas las veces en que estamos y vivimos desesperados dudando de la misericordia de Dios; querer salvarse sin la actuación de Dios; pretender ponerle trabas a la verdad conocida; envidiar los bienes espirituales al prójimo; seguir en el camino del pecado y vivir sin ningún sacrificio e indiferencia. Todo lo anterior impide que el Espíritu actúe en ayuda nuestra. Quedarse ahí en medio del fango del pecado es ahogarse. Necesitamos el regalo del amor para salir adelante y así poder renovar y hacer compromiso serio del sacramento del bautismo que una vez de manos de padres y padrinos recibimos.

Es la tercera Persona de la Santísima Trinidad. Es entonces una persona realmente distinta del Padre y del Hijo. Es Dios y consustancial con el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo nos quiere ayudar a no abandonar y mucho menos a vivir a espaldas de Dios " El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón nunca, antes bien será reo de pecado eterno" (Marcos 3,29; Mateo 12:32; Lucas 12:10). Claro debo afirmar categóricamente que no hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega o de forma caprichosa no quiere vivir en Dios está destinado a la condenación. El pecado contra el Espíritu Santo consiste, pues, en la negación de parte de la persona, a aceptar la salvación y el perdón dados por Dios.  Es como una obstinación y no se arrepiente, no perdona y quiere vivir como le da la gana. Recordemos que Dios no condena a nadie, sino que cada uno debe responder en su libertad a la llamad a la salvación. Tengamos en claro que esa ofensa al Espíritu Santo no es de palabra, sino de obra en rechazar la salvación que Dios ofrece al hombre por medio del Espíritu Santo.

Lo más triste de todo esto, al negar la salvación de Dios, es que no nos permite ver a Dios como Padre, negamos la divinidad de Cristo, los evangelios no son fuerza y poder que transforma, el dolor es un castigo y una desgracia, el amor es tontería que nos hace ser esclavos y nos enfrentamos a todos como desconocidos, islas, autoritarios y con marcas de muerte para condenar, golpear y destruir a todo lo que nos pase por delante.

De ahí que nadie pueda decir: Jesús es Señor, sino por la fuerza del Espíritu Santo (Colosenses 12,3) Hay, pues, que invocarlo como Maestro que nos da a conocer y nos impulsa a seguir. En cada oración que hacemos a Dios es el Espíritu quien nos da ánimo y dedicación para hacerla siempre y llena de confianza. La forma tradicional para pedir el Espíritu Santo es invocar al Padre por medio de Cristo nuestro Señor para que nos dé el Espíritu Consolador (Lucas 11,13) Pero la oración más sencilla y la más directa es “Ven, Espíritu Santo”

Como desearía que esa verdad que nos trae el Espíritu estuviera ya en los corazones de todos, para que nadie se dejara engañar. Debemos ser fieles a la enseñanza recibida y de una manera urgente, hacia el compromiso para con la Iglesia ya que todos hemos bebido de un solo Espíritu 1 Corintios 12,13) y de esta manera tener conciencia y certeza delante de la verdad que nos hace libres e hijos del verdadero Dios. Con la venida del Espíritu Santo comienzan todas las maravillas de Dios. Hoy la Iglesia se alegra porque ella surgió de esta venid y en cada uno de nosotros e hace fortaleza cuando actuamos conforme al Espíritu, que no es otra cosa que luz, verdad y vida.

«Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor» ( Antífona del Aleluya ). Amen.

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Padre Marcelo Rivas Sánchez

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“El mayor desafío del mundo es aprender a vivir juntos”

QUE SE QUEDE DIOS EN LAS ESCUELAS

Siempre ha sido, en mi vida, un reto cada uno de los niños que viven en la comunidad. Ellos serán la Venezuela , la Cumaná que queremos y deseamos. Y lo que es peor, su crecimiento no lo podemos detener. O con nosotros o sin nosotros van para adelante. Pero, lo que es más grave, es que con nosotros, el mal ejemplo y la mala crianza, ellos mañana nos reclamarán y se voltearán contra nosotros. Es un reclamo en la historia de cada una de nuestras vidas. Es tremendo, pero muy cierto.

Entonces, motivado por el artículo 8 de la propuesta que habla de la educación laica donde se excluye el curso de religión en la organización escolar. Es decir, no van a reconocer la asignatura religión como parte del estudio. No habrá obligación de dar esa materia. Se elimina y punto. Recordemos que en la actualidad se lleva a cabo en las escuelas la Educación Religiosa escolar (ERE) y esta es llevada por educadores y en ellos hay una apertura por continuarla, pues, en la voz de los educadores de religión, esta enseñanza favorece y fortalece los valores cristianos y humanos de los niños y niñas.

Aquí pienso dos cosas. Para el gobierno conocer a Dios dentro de un aula escolar no es importante. Segundo, que esa materia no es trascendente o no les interesa porque estará ahí una persona que les dirá a los niños la verdad de Dios y no la verdad de ellos. No les parece que es colocar a un lado los principios que rigen nuestra Iglesia Católica en consonancia con una Venezuela que ha sido consagrada al Santísimo Sacramento del altar.

Si hay miedo por los sacerdotes , habrá que recordar que ellos son servidores de la comunidad y están, siempre, a favor del bien común que viene a ser la definición más exacta de la política. Si les da miedo un Catequista , habrá que recordar que ellos beben de las fuentes de la Sagrada Escritura y jamás podrán falsear lo que allí se dice y enseña. Si les da miedo un educador católico , habrá que recordar que ellos, por encima de todo, se deben apegar a la doctrina de la verdad que nos hace libres en Cristo Jesús. Si tienen miedo a una familia católica practicante, habrá que recordar que no son borregos de una manada, sino que son llenos de la fuerza de Dios que se fundamenta en la Eucaristía dominical como expresión de unidad absoluta con Dios. Si tiene miedo de niños educados en la fe y al doctrina de la Iglesia católica , habrá que recordar que un cristiano bien formado en una mina de responsabilidad, amor y comunidad de valores en beneficio de todos.

A los miedos que hay que tenerle más miedo, son a los de querer imponer, a la fuerza, ideas, que nunca han estado en el corazón y la vida de los venezolanos. Como por ejemplo: enfrentamientos: unos para allá, otros para acá; a ustedes si les doy a ustedes no, pues son mis enemigos; no están conmigo, no piensas como yo, pues no te ayudo y si te estaban recibiendo se los quito, se acabó para siempre; si no asistes a tal mitin, a tal concentración o no gritas tal frase no sirves y no vas a pertenecer a nuestro clan. Mentiras repetidas: acerca del trabajo, de la vivienda, de la seguridad… A la ineficacia: llenar por llenar o colocar a fulano sin ninguna experiencia o preparación.

Entonces, si eso no es miedo, porqué no dejan que Dios esté en las escuelas. Acaso, Dios será menos que los ídolos actuales que están en las tumbas con un pasado negro y de muy mal ejemplo. Pienso que el mejor amigo de los niños, niñas, de los jóvenes y quien les puede hacer mucho bien, es Cristo Jesús. No me imagino la ausencia de Dios en las escuelas para colocar textos llenos de doctrinas y “personajes” que en vez de construir van a terminar enfrentando y dividiendo. Mañana o como dice Papito Cándal, “ay mañana” será el humo de lo que se ha quemado. El amanecer y veremos debe ser visto ahora y construir, de inmediato, una fuerza que impida que Dios salga de las escuelas. Porque al salir entra el diablo y ese personaje no quiere nada bueno para nuestros niños. Ojala, los padres de familia me estén leyendo y si todavía queda un cuerdo dirigente comunal aparezca y cierre la puerta para que nadie se atreva a sacar a Dios de nuestras escuelas.

“En un mundo perfecto los niños no sufren,

los hombres no se matan y se puede olvidar el pasado”

“La conformidad es un cáncer.

Aprendamos de una vez a decir y vivir el se puede”

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Padre Marcelo Rivas Sánchez

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SEÑOR ALCALDE LE TOMAMOS SU PALABRA

El pasado lunes, por iniciativa del Señor Alcalde, algunos sacerdotes, incluyendo a quien escribe, se produjo una reunión para iniciar una serie de conversaciones frente a la situación de marginalidad, indigencia, pobreza y situación alarmante delante de la delincuencia y de manera muy especial, para ver que podemos hacer delante de todo esto. Todos, incluyendo, a varios a Laicos que representaban a sacerdotes y comunidades parroquiales, saludamos como positivo la invitación y la propuesta para poner en común e invitar a la Iglesia a colocar proyectos y posibles soluciones.

Señor Alcalde la Iglesia es consciente de que la caridad es el regalo de Dios por excelencia en Cristo Jesús, anuncia el Evangelio no de mera palabra, sino también con la comunión fraternal y con las obras buenas de todos sus discípulos; ya que éstas son motivo de que los hombres rindan gloria a Dios. Esto lo podemos apoyar en Mateo 5,16 “Brille así su luz delante de los hombres, para que vean las buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos” Por eso no le vamos a ayudar, sino que es nuestra misión y nuestro mejor forma de mostrar que somos de Dios. De ahí que la caridad debe ser considerada no sólo como una entre las diversas virtudes cristianas, sino como la más alta, la más importante y expresiva de nuestro ser cristiano. "toda la ley encuentra su plenitud en un solo precepto: amarás al prójimo como a ti mismo" (Gálatas 5, 14).

En esa reunión pude observar a un Alcalde preocupado y muy sensible a la problemática existente y de una manera muy especial con la proliferación de indigentes que son personas que han perdido el rumbo y han tomado la calle como su hogar. Los sacerdotes y los laicos pudimos opinar y destacar que la situación es muy difícil, pero no imposible de enfrentar y buscar las posibles soluciones. Esta motivación me hace pensar, seriamente, en la primera comunidad de la cual nos cuenta los Hechos de los Apóstoles en 2,42-45 "Todos los que habían aceptado la fe estaban unidos y tenían todas las cosas en común, quien tenía propiedades y bienes los vendía y ponía a disposición de todos, según la necesidad de cada uno" Es decir, que es un llamado muy fuerte de un Dios que sabe y conoce las tristezas de su pueblo y nos está pidiendo operatividad más que paños de agua tibia.

1. Hay que quemar las naves. No es un grupo el invitado. La llamada es a todos. Todos tenemos que hacer algo y ese algo debe ser mancomunado. Lo importante para cada cristiano y para cada comunidad cristiana es buscar la unión fraterna: "Con nadie tengan otra deuda, sólo aquella del amor mutuo" (Romanos 13,8).

2. La luz es la luz. Si la caridad es esencial para los cristianos, los dirigentes, los que tienen los bienes y los que están al frente de representaciones son los que tienen que echar adelante la construcción de caminos de fraternidad para buscar soluciones. De ahí que esta luz que se enciende desde la Alcaldía debe ser mirada como una participación a favor de los pobres. Muy parecido a la enseñanza de Jesús en la Parábola del Buen Samaritano (Lucas 10,29-37)

3. A los pobres con amor. Cada uno de los pobres no son meros objetos para llenar o volverlos depósitos de nuestros cachivaches. Ellos, de un modo especial, por su condición son los prójimos y más aún, hacen que se haga presente el Señor en medio de nosotros. En Mateo 25,40 podemos leer "Cada vez que han hecho estas cosas a uno de estos mis hermanos más pequeños, lo han hecho conmigo" Por eso hay que organizarse y poder verlos a los pobres como personas para insertarlos en una comunión de vida y de afecto.

4. Servir es más que dar. Hemos acostumbrado a los pobres a recibir y nada más. A tal punto que si no le volvemos a dar nos insultan y dicen tener motivos para apropiarse de lo que no es de ellos. El unirnos para servir debe ser la premisa y el camino que debemos caminar juntos, aunque tengamos diferentes ideas. En ese servir ha estado y estará la Iglesia y para nadie es un secreto, que en estos momentos, lo hacemos con las uñas y con la mirada indiferente por parte de las autoridades y de muchas comunidades que se han fanatizado y que para muchos estas obras las hacen para figurar y hasta poder quedarse con algo.

5. Relaciones maduras de colaboración. Cuando un grupo de personas, que desde la Alcaldía , se agrupan para ayudar a los más pobres no quiere decir que sea simple proselitismo entre los pobres; y por otra parte, que el servicio de la Iglesia no ha de percibirse como suplencia de la actuación del gobierno, ni se debe pensar que la Iglesia no reconoce la autonomía e independencia de las organizaciones de la sociedad civil que han surgido muchas veces de la inspiración cristiana y que buscan la construcción de estructuras sociales más justas.

6. Augurios y bendiciones. Toda iniciativa a favor de los más pobres es bendecida y apoyada por la Iglesia y a la vez, la Iglesia , en sus ministros y laicos comprometidos la asumen como expresión de la conciencia cristiana que tiene como norma la caridad fraterna para promocionar y ayudar a ellos ha tomar conciencia de su situación. En cada cristiano debe, por tanto, ser cultivada la conciencia del fundamental empeño de edificar una comunidad de amor fraterno y de traducir esto en obras de amor preferencial hacia los pobres. Quiera el Señor, Dios Omnipotente, que siga animando al Señor Alcalde y produzca en él frutos de su sensibilidad y preocupación por los más pobres y alejados de los bienes a los cuales Dios nos invita a compartir y entregar como forma natural para la vida.

“Debemos educarnos para la caridad donde la formación debe recorrer la asistencia, promoción y cambio social”

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Padre Marcelo Rivas Sánchez

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TE DOY NUMEROS PARA QUE TE HAGAS MILLONARIO

Son muchos los que viven detrás de un número para resolver la mala situación económica; otros siguen jugando aquel número para mantener o aumentar sus ganancias; algunos por vicio se dan a la tarea de inventar sueños, situaciones para descubrir numeraciones que le traerán la gran fortuna de su vida. Todo esto nos habla de un deseo de riqueza fácil o lo que llamamos una suerte y así tener acceso al dineral.

Es natural querer tener, pues “quien no aspira no respira” Cada uno tiende, por naturaleza, al trabajo como medio para crecer económicamente y poder desarrollarse. Esto es bueno, justo y necesario. Pero recordemos que no hay que esclavizarse olvidándose de la familia, el descanso, el disfrute y el poder compartir en lo natural, que es lo que Dios quiere y nos apoya en todo momento. Es decir, tener tiempo para ver crecer a los hijos, dar rienda suelta al diálogo familiar y saber que hay días que son muy necesarios para compartir con los seres queridos. Pero vivir soñando con un tipo de suerte donde un número soñado y buscado me traiga el patrimonio que me resolverá todos mis problemas se convierte en una esclavitud y una perversión de grandes dimensiones.

Recuerdo que una vez a San Juan Bosco le llegó un pobre a pedirle un número ganadores para comprar un billete de lotería y salir de su pobreza. Don Bosco le quedó mirando y de inmediato le respondió. 10,7 y 14 El hombre se disponía a salir corriendo a comprar el billete cuando Don Bosco le detuvo: antes de que vayas a comprarlos escucha. Toda numeración tiene una excelente explicación que nos traerá grandes fortunas. El 10 significa vivir de frente a los 10 mandamientos; el 7 alimentarse de los 7 sacramentos y el 14 es cumplir con alegría con las 14 obras de la misericordia.

Aprovechando esta bella historia de San Juan Bosco desearía también ofrecerle a los lectores está numeración para que seamos millonarios cristianamente y podamos vivir cerca lo que Dios quiere y desea. Esta numeración debe ser asumida para la vida y no para un momento.

  • Los diez mandamientos:

1- Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2-  No tomarás el nombre de Dios en vano ..
3-  Santificarás el día del Señor.
4-  Honrarás a tu padre y a tu madre.
5-  No matarás.
6-  No cometerás actos impuros.
7-  No robarás.
8-  No levantarás falsos testimonios ni mentirás.
9-  No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10-No codiciarás los bienes ajenos.

Se muy bien que de los mandamientos no es cuestión popular, pues son muchos los que dicen que quieren vivir en su libertad y no les gusta que nada, ni nadie se la violen. Es muy natural escuchar “se debe hacer lo que uno quiera” DE ahí caemos en la mentira de una vida que actúa bajo la consigna del libertinaje y no de la libertad (medio natural de la verdad. Se ha perdido el sentido de que los mandamientos son para nuestro bien. Son el resultado del amor de Dios para que podamos vivir felices y evitar nuestra destrucción. El camino es largo y espinoso para ello necesitamos unas leyes, que no esclavizan, sino acompañan para dar los mejores pasos en una sana convivencia. El cada mandamiento es una demostración de la acción de Dios a favor de todos. No son simples sugerencias, van más allá de toda mala suerte o de situaciones maquiavélicas que nos suceden. Ellos nos llaman a la obediencia para poder triunfar. Ellos son para nuestro bien y el que los vive en lo natural de la vida llega al triunfo diario.

  • Los siete sacramentos:

Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Orden sacerdotal, Matrimonio y la Unción de los enfermos. Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia. En ellos Cristo está presente para santificarnos por medio de la Iglesia.

Cristo no nos abandonó se quedó en cada sacramentos para darnos su amor y su gracia. El ministerio de Cristo se continúa en la Iglesia. Recordemos que son signos instituidos por El mismo, que significan y producen el don de la gracia. Por eso son sensibles y se perciben por todos, con eficacia sobrenatural para producir la gracia en el alma de quien lo recibe, administrados por la Iglesia. De ahí que necesitemos los sacramentos para tener la gracia de Dios y además, en ellos está la presencia de un Dios que nos quiere salvar. No podemos olvidar los efectos de los sacramentos son que borran los pecados, producen en el alma la vida sobrenatural y comunica a nuestros actos méritos sobrenaturales. En el fondo los sacramentos quieren que nos identifiquemos con Cristo por medio de la gracia que confieren. Es decir que los necesitamos y debemos recibirlos para nuestro bien.

  • 14 obras de misericordia: son acciones para ayudar y demostrar el amor a nuestros hermanos.

Corporales: ayudas para los otros en sus necesidades del cuerpo.

1) Visitar a los enfermos. 4) Vestir al desnudo.
2) Dar de comer al hambriento. 5) Dar posada al peregrino.
3) Dar de beber al sediento. 6) Redimir al cautivo.

7) Enterrar a los muertos.

Espirituales: Es lo que podemos hacer para amar a nuestros hermanos para llevarlos a Dios.

1) Enseñar al que no sabe.
2) Dar buen consejo al que lo necesita.
3) Corregir al que se equivoca..
5) Consolar al triste.
6) Soportar con paciencia los defectos de las otras personas.
7) Rezar por los vivos y por los muertos.

Roguemos a Dios, que esta numeración, para nuestro bien, nunca la olvidemos para que seamos rico en el amor de Dios que todo lo alcanza y todo lo puede.


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Padre Marcelo Rivas Sánchez

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"La gracia del Señor Jesucristo, y la caridad de Dios, y la comunicación del Espíritu Santo sean con todos ustedes." (2 Corintios 13,13)

AL GRAN DESCONOCIDO

El domingo 4 de junio estaremos celebrando Pentecostés, es decir la llegada del Espíritu Santo. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse…” (Hechos 2,1-14)

Desearía hacerles entender, con todo el cariño y el amor que Dios ha través del Espíritu ha colocado en nuestros corazones (Romanos 5,5), el verdadero significado del Espíritu Santo. Es un regalo de Dios porque Dios es amor (Juan 4,8-16) De ahí que Jesucristo mandó al Espíritu Santo para ayudarnos a asimilar su doctrina y darnos la fuerza para cumplirla . Debemos colaborar con el Espíritu Santo aceptando su Luz y su Fuerza. Entonces el Espíritu hace posible que nosotros tengamos conciencia bien formada. Derramando las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad) y los dones ( Sabiduría, Entendimiento. Consejo. Fortaleza. Ciencia. Piedad. Temor de Dios) Nos da la fuerza necesaria para vivir nuestros compromisos bautismales. Son muchos los días en que queremos echar para atrás y aquí viene el Espíritu Santo para animarnos. Siempre viene a nosotros. De forma muy especial cuando recibimos los sacramentos para transformarnos a Cristo.

Pero, a nuestro nivel, deberíamos tomar conciencia para saber escuchar la voz del Espíritu Santo para poder cumplir con nuestros deberes cristianos. Se hace necesario que entandamos los frutos del Espíritu Santo: ( Caridad. Gozo. Paz. Paciencia. Longanimidad. Bondad. Benignidad. Mansedumbre. Fe. Modestia. Continencia. Castidad)

"... recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre nosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra". (Hechos 1, 8)

Son muchas las veces en que estamos y vivimos desesperados dudando de la misericordia de Dios; querer salvarse sin la actuación de Dios; pretender ponerle trabas a la verdad conocida; envidiar los bienes espirituales al prójimo; seguir en el camino del pecado y vivir sin ningún sacrificio e indiferencia. Todo lo anterior impide que el Espíritu actúe en ayuda nuestra. Quedarse ahí en medio del fango del pecado es ahogarse. Necesitamos el regalo del amor para salir adelante y así poder renovar y hacer compromiso serio del sacramento del bautismo que una vez de manos de padres y padrinos recibimos.

Es la tercera Persona de la Santísima Trinidad. Es entonces una persona realmente distinta del Padre y del Hijo. Es Dios y consustancial con el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo nos quiere ayudar a no abandonar y mucho menos a vivir a espaldas de Dios " El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón nunca, antes bien será reo de pecado eterno" (Marcos 3,29; Mateo 12:32; Lucas 12:10). Claro debo afirmar categóricamente que no hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega o de forma caprichosa no quiere vivir en Dios está destinado a la condenación. El pecado contra el Espíritu Santo consiste, pues, en la negación de parte de la persona, a aceptar la salvación y el perdón dados por Dios.  Es como una obstinación y no se arrepiente, no perdona y quiere vivir como le da la gana. Recordemos que Dios no condena a nadie, sino que cada uno debe responder en su libertad a la llamad a la salvación. Tengamos en claro que esa ofensa al Espíritu Santo no es de palabra, sino de obra en rechazar la salvación que Dios ofrece al hombre por medio del Espíritu Santo.

Lo más triste de todo esto, al negar la salvación de Dios, es que no nos permite ver a Dios como Padre, negamos la divinidad de Cristo, los evangelios no son fuerza y poder que transforma, el dolor es un castigo y una desgracia, el amor es tontería que nos hace ser esclavos y nos enfrentamos a todos como desconocidos, islas, autoritarios y con marcas de muerte para condenar, golpear y destruir a todo lo que nos pase por delante.

De ahí que nadie pueda decir: Jesús es Señor, sino por la fuerza del Espíritu Santo (Colosenses 12,3) Hay, pues, que invocarlo como Maestro que nos da a conocer y nos impulsa a seguir. En cada oración que hacemos a Dios es el Espíritu quien nos da ánimo y dedicación para hacerla siempre y llena de confianza. La forma tradicional para pedir el Espíritu Santo es invocar al Padre por medio de Cristo nuestro Señor para que nos dé el Espíritu Consolador (Lucas 11,13) Pero la oración más sencilla y la más directa es “Ven, Espíritu Santo”

Como desearía que esa verdad que nos trae el Espíritu estuviera ya en los corazones de todos, para que nadie se dejara engañar. Debemos ser fieles a la enseñanza recibida y de una manera urgente, hacia el compromiso para con la Iglesia ya que todos hemos bebido de un solo Espíritu 1 Corintios 12,13) y de esta manera tener conciencia y certeza delante de la verdad que nos hace libres e hijos del verdadero Dios. Con la venida del Espíritu Santo comienzan todas las maravillas de Dios. Hoy la Iglesia se alegra porque ella surgió de esta venid y en cada uno de nosotros e hace fortaleza cuando actuamos conforme al Espíritu, que no es otra cosa que luz, verdad y vida.

«Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor» ( Antífona del Aleluya ). Amen.

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QUE SE QUEDE DIOS EN LAS ESCUELAS

Siempre ha sido, en mi vida, un reto cada uno de los niños que viven en la comunidad. Ellos serán la Venezuela , la Cumaná que queremos y deseamos. Y lo que es peor, su crecimiento no lo podemos detener. O con nosotros o sin nosotros van para adelante. Pero, lo que es más grave, es que con nosotros, el mal ejemplo y la mala crianza, ellos mañana nos reclamarán y se voltearán contra nosotros. Es un reclamo en la historia de cada una de nuestras vidas. Es tremendo, pero muy cierto.

Entonces, motivado por el artículo 8 de la propuesta que habla de la educación laica donde se excluye el curso de religión en la organización escolar. Es decir, no van a reconocer la asignatura religión como parte del estudio. No habrá obligación de dar esa materia. Se elimina y punto. Recordemos que en la actualidad se lleva a cabo en las escuelas la Educación Religiosa escolar (ERE) y esta es llevada por educadores y en ellos hay una apertura por continuarla, pues, en la voz de los educadores de religión, esta enseñanza favorece y fortalece los valores cristianos y humanos de los niños y niñas.

Aquí pienso dos cosas. Para el gobierno conocer a Dios dentro de un aula escolar no es importante. Segundo, que esa materia no es trascendente o no les interesa porque estará ahí una persona que les dirá a los niños la verdad de Dios y no la verdad de ellos. No les parece que es colocar a un lado los principios que rigen nuestra Iglesia Católica en consonancia con una Venezuela que ha sido consagrada al Santísimo Sacramento del altar.

Si hay miedo por los sacerdotes , habrá que recordar que ellos son servidores de la comunidad y están, siempre, a favor del bien común que viene a ser la definición más exacta de la política. Si les da miedo un Catequista , habrá que recordar que ellos beben de las fuentes de la Sagrada Escritura y jamás podrán falsear lo que allí se dice y enseña. Si les da miedo un educador católico , habrá que recordar que ellos, por encima de todo, se deben apegar a la doctrina de la verdad que nos hace libres en Cristo Jesús. Si tienen miedo a una familia católica practicante , habrá que recordar que no son borregos de una manada, sino que son llenos de la fuerza de Dios que se fundamenta en la Eucaristía dominical como expresión de unidad absoluta con Dios. Si tiene miedo de niños educados en la fe y al doctrina de la Iglesia católica , habrá que recordar que un cristiano bien formado en una mina de responsabilidad, amor y comunidad de valores en beneficio de todos.

A los miedos que hay que tenerle más miedo, son a los de querer imponer, a la fuerza, ideas, que nunca han estado en el corazón y la vida de los venezolanos. Como por ejemplo: enfrentamientos: unos para allá, otros para acá; a ustedes si les doy a ustedes no, pues son mis enemigos; no están conmigo, no piensas como yo, pues no te ayudo y si te estaban recibiendo se los quito, se acabó para siempre; si no asistes a tal mitin, a tal concentración o no gritas tal frase no sirves y no vas a pertenecer a nuestro clan. Mentiras repetidas: acerca del trabajo, de la vivienda, de la seguridad… A la ineficacia: llenar por llenar o colocar a fulano sin ninguna experiencia o preparación.

Entonces, si eso no es miedo, porqué no dejan que Dios esté en las escuelas. Acaso, Dios será menos que los ídolos actuales que están en las tumbas con un pasado negro y de muy mal ejemplo. Pienso que el mejor amigo de los niños, niñas, de los jóvenes y quien les puede hacer mucho bien, es Cristo Jesús. No me imagino la ausencia de Dios en las escuelas para colocar textos llenos de doctrinas y “personajes” que en vez de construir van a terminar enfrentando y dividiendo. Mañana o como dice Papito Cándal, “ay mañana” será el humo de lo que se ha quemado. El amanecer y veremos debe ser visto ahora y construir, de inmediato, una fuerza que impida que Dios salga de las escuelas. Porque al salir entra el diablo y ese personaje no quiere nada bueno para nuestros niños. Ojala, los padres de familia me estén leyendo y si todavía queda un cuerdo dirigente comunal aparezca y cierre la puerta para que nadie se atreva a sacar a Dios de nuestras escuelas.

“En un mundo perfecto los niños no sufren,

los hombres no se matan y se puede olvidar el pasado”

“La conformidad es un cáncer.

Aprendamos de una vez a decir y vivir el se puede


Dime que me cuentas y te diré que aprendo...

Padre Marcelo Rivas Sánchez

www.diosbendice.org

POR UNA PAZ DURADERA

“Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.” (Santiago 3,18)

Todos queremos vivir en paz y sin la paz nunca se podrá vivir. Es un valor fundamental para todos, pero para que ella brille se debe cultivar desde nuestra interioridad.

Se hace necesario que tomemos conciencia desde nosotros sobre la importancia de la paz. Es un ansiedad de siempre frente al drama de la violencia la paz nos se dará porque lo diga tal o cual, sino cuando la vivamos desde adentro para los otros.

Mucho cuidado con valorarla cuando la hemos perdido. Al entrar en guerra dos pueblos, cuando hay conflictos en la casa entonces añoramos la paz y la deseamos profundamente. Además, no es la simpleza de “no es mi problema” “No me meto con nadie” “Vivir alejado y tranquilo” Pues no es un mero acto que se espera en la poltrona de la tranquilidad.

Entonces la paz depende de nuestra forma de expresarnos. De la forma como respondemos y tratamos a los demás. Esto me indica que si la persona está bien la conversación y las respuestas serán positivas, tranquilas y afectivas. De la abundancia del corazón habla la boca una sentencia muy verdadera y que nos dice mucho de la forma como cuidar y mantener las relaciones para cultivar la paz.

Estamos en un ambiente donde muy pocos oyen, nadie escucha y todos hacen lo que les viene en gana. Por eso se hace urgente que desde la familia se formen sus miembros en la paz. Recordemos que en la familia puede estar el mayor volcán de guerra. Pues allí se desarrollo un afán de dominio y al ejercerlo se hiere todo a su paso.

Cuando observó, con mucho dolor y preocupación, las páginas de sucesos de la prensa, siento que hay una gran mayoría que está enferma. Que no vive en la paz y prefiere ser victimario o victimas de la violencia que arrastra a cualquiera. Veo como hemos retrocedido y ya no se pide disculpas nos sacamos la madre; no hablamos gritamos más fuerte que el otro; no sonreímos fruncimos el seño retando a la pelea; no auxiliamos nos hacemos los locos; No prevenimos sino criticamos; nos quejamos no buscamos soluciones…

Necesitamos aprender a dominarnos. A saber callar a tiempo; decir las cosas de buena manera; no siempre tenemos la razón, por lo general vivimos equivocados. Bien lo pedía Juan Pablo II “La paz es posible. Y, si es posible, la paz es también una necesidad” Y de inmediato agregaba: “Para lograr la paz, educar a la paz” Pablo VI también hacía énfasis en que “la paz es necesaria. La paz es un deber. La paz es ventajosa”

Es ahí, en el deber que tenemos, que es necesario que la cultivemos para hacerla duradera. No podemos seguir pensando que los gritos, lo safio, el armamentismo nos traerán la paz, todo lo contrario, nos encerrará en odios, egoísmos en ese afán de poder y deseos de venganza. Hoy más que nunca debemos encontrar la concordia para poder triunfar y sentirnos como hermanos.

Señor Dios Todopoderoso, danos la necesidad del perdón para solucionar los problemas. Porque sin perdón nunca habrá paz. Amén.

 
 
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“TODO LO PUEDO EN AQUEL QUE ME CONFORTA”

(Filipenses 4,13)

Hoy por hoy necesitamos sanarnos y a la vez, ayudarnos a superar esa especie de silencio delante del percance, el accidente, la pérdida, la desilusión y de todo lo que deje huella en nuestras vidas. Venezuela se envolvió en un a campaña electoral donde se puso a prueba la fuerza, la creatividad y se enfilaron las baterías para triunfar. Pero como en toda competencia uno será el vencedor y el otro el perdedor. Claro el que triunfa tiene con qué celebrar. Pero el que es derrotado se queda como en un limbo y necesita ayuda para volver a arrancar.

Una vez leí algo extraordinario de Gandhi. Por el racismo fue humillado. Le expulsaron de un tren por el color de su piel y se sintió tan mal que estuvo toda la noche sentado en el andén de la estación pensando qué hacer.

Su primera respuesta fue la ira. Estaba tan enfadado que deseaba la justicia del “ojo por ojo” Deseaba responder con violencia a las personas que lo humillaron. Pero se detuvo y pensó: no está bien. Eso no le iba a favorecer.

La segunda respuesta fue regresar a la India y vivir entre su gente con dignidad. Lo descartó diciendo: No puedes huir de los problemas. Tienes que quedarte y enfrentarse a ellos.

La tercera respuesta la de las acciones no violentas. Desde ese momento desarrolló la filosofía de la no violencia y la practicó en su vida. Además de buscar la justicia, se quedó veintidós años en su país para liderar después el movimiento en la India.

Cuando uno reza o busca a Dios es para aceptar y cambiar. No se trata de cruzarse de brazos y dejar que Dios lo haga todo. La oración libera. Hace sacar fuerzas y alborota las ganas de hacer algo. De ahí que haya gente que no le guste orar porque no le permite quedarse en lamentaciones o culpando a otros de lo sucedido.

Al igual que Gandhi debemos empezar desde adentro. Aceptación gradual de lo que nos mortifica o nos produce angustia. Al aceptarlo nos mueve y al hacerlo, buscamos soluciones. Nada con acomodos o ventas tempranas como al mejor postor. Nada de eso. Al enfrentar la situación y al aceptarla me convierto en dueño de la situación. Empiezo a leer, escribir, hablar y a escuchar.

Ese Escuchar es la clave. Bien lo dice Jesús de Nazaret “Debemos saber discernir los signos de los tiempos” Es decir, que hay un acontecimiento que a cada instante nos enseña. Al escuchar se va viendo con mayor claridad y doy paso a la realidad y al verla tal como es la acepto, la apruebo y busco las soluciones más acordes con la realidad.

Ahora bien, no estamos solos y mucho menos abandonados. San Pablo nos habla hoy y nos coloca su ejemplo en ese camino a Damasco cuando se encontró con el Señor Jesús y cómo su vida cambio de tal manera que despertó en él un accionar que no supo de tranca, ni desaliento. En sus cartas pronuncia el nombre de Cristo unas 480 veces, esto quiere decir que influyó en su vida. Para que Dios influya se hace necesario, en primer lugar, la fe que es pura gracia de Dios y no tanto por nuestras fuerzas. Segundo contra con Dios a pesar de los padecimientos y los golpes de la vida. Dios nos da esa confianza necesaria para seguir el camino. De ahí que podamos decir con san Pablo «Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros?» (Romanos 8, 31). Y la respuesta es que nada ni nadie «podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos 8,39). En Dios encontramos esa fuerza que ilustra muy bien el título de nuestro artículo:”Todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Fi1ipenses 4,13).

Leamos y saquemos conclusiones: Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario e irónicamente manda preparar
una bandeja llena de basura y desperdicios. En presencia de todos, manda entregar el presente, que es recibido con alegría por el agasajado.

Gentilmente, el agasajado agradece y pide que lo espere un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza. Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores, y la devuelve con un papel, donde dice: “Cada uno da lo que posee”.

Así que, no se entristezca con la actitud de algunas personas; no pierda su serenidad.

La rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.

Domine sus reacciones emotivas.

Sea dueño de sí mismo.

No arroje leña en el fuego de su aborrecimiento.

No pierda su calma.

Piense antes de hablar y no ceda a su impulsividad.

“Guardar resentimientos es como tomar veneno y esperar que otra persona muera”.

Hoy es el mejor día para empezar.

[VER Columnas año 2007 ]