En un Corazón todo el amor.
“Corazón el más puro y el más santo
Corazón de mi dulce Jesús:
Eres siempre mi dicha y mi encanto,
Eres siempre mi paz y mi luz” (bis)
Desde niño en el templo de mi terruño escuchaba al coro cantarlo y mi mamá en silencio hacía oración. En un altar entre vino tinto y rojo carmesí estaba la imagen esbelta y con el corazón abierto de par en par para que cada uno encontrara en esa mirada la paz y el amor necesario para continuar el camino. Era algo extraordinario, que recuerdo y hasta hoy lo llevo muy adentro. Bendito recuerdo que puedo hacer realidad.
El Sagrado Corazón de Jesús es el símbolo y la imagen sensible de la caridad infinita de Jesucristo, caridad que nos impulsa a amarnos los unos a los otros, y de ahí que era natural que mi mamá junto a muchos, cada año, se consagraran al este corazón tan santo.
Este culto que desde el monasterio de los Benedictinos de Helfta (Alemania) donde dos santas Matilde y Gertrudis inspiradas escribieron acerca del amor del Corazón de Jesús da pie para que San Juan Eudes lo promoviera y llegara a su culmen con la aparición a Santa Margarita María de Alacoque para que el papa León XIII la elevara a la categoría Litúrgica y San Pablo VI la llevó a solemnidad.
Es una solemnidad que nos invita, pero de verdad, a contemplar ese Corazón de Jesús que tanto ha amado a los hombres y que sigue abierto desde la cruz para que a él nos asomemos; a consolarlo con pequeños gestos de amor y sacrificios por parte nuestra para vivir desde Él la humildad, mansedumbre, caridad y misericordia.
Bien podemos decir en este día: El amor explica todos los misterios de Jesús.
Si antes ni siquiera podíamos pronunciar el nombre de Dios porque moriríamos, en Cristo Jesús se rompe ese velo, pues nos entregó la alegría de poder llamar a Dios “Padre” De ahí, podemos ver como se encarna, vive, realiza su obra, muere en la cruz, resucita, sube al cielo y nos envía el Espíritu Santo es por amor y desde este amor se queda en la Eucaristía como memorial de amor, por eso podemos decir: Todos esos misterios tienen su fuerza en el amor.
Por tanto nuestra fe se debe mover en este amor, pero una fe viva y constante, todo para que seamos originales en la fidelidad. Bien lo dice Pablo, quien de perseguidor a perseguido por ese amor es tumbado y al preguntar ¿quién es? La respuesta de Jesús fue: al que tú persigues. Pasa inmensos peligros por dedicarse a la predicación hasta su muerte. Todo lo soportó en ese amor que lo cautivó, bien descrito en Romanos 8,37 "Pero no; en todo eso saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos amó." Es el amor de Cristo que nos mueve y nos hace avanzar. Con Dios todo, sin Dios nada. Luego exclamaría “El amor de Cristo nos urge” (2 Corintios 5,14) Esta convicción de que Cristo lo ama da, verdaderamente, la clave de toda la obra del gran apóstol.
Para vivir este Corazón que ama hay que saber y sentirse amado. Santa Teresa diría siempre: “el amor llama al amor” y la pregunta, en este momento, que es tan difícil amar: ¿Cómo conocer ese amor de Jesús?
· Dejándose amar. Nada de caprichos, nada de niñerías, sin amor no se puede vivir.
· Ame, pues quien ama hace que el amor de Dios, en su corazón, se le devuelva.
· Rompa con esos estados de ánimo que te alejan del amor de Dios y al prójimo.
· Mantenga vivir en amor en el matrimonio, sacramento de amor; en la familia, escuela de amor; en sus hijos, regalos del amor de Dios; en mi comunidad, lugar para hacer realidad el amor; en ti mismo, pues sin el amor seríamos una bestias.
· Haga silencio. Para que en esa oración de Mateo 6,6, logre ser acaricia por Dios que oye y desde lo secreto te responde.
Sigamos con los primeros viernes, delicia de poder contemplarlo como es, amor del bueno. Vivamos cada Eucaristía como aquel cielo en la tierra que nos alimenta. Reconciliémonos en el saber que su amor misericordioso persona y empuja para que salgamos de las oscuranas que nos desvían del camino a lo eterno. Ánimo, que por el camino, Él nos espera, ya sea con un ángel que nos muestra el camino, un catequista amigo o en la conciencia del despertar a una nueva vida en Dios. Hagamos hoy lo que para mañana puede ser tarde.
Padre Marcelo. @padrerivas
2022 junio 24