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Recursos Litúrgicos
DESCUBRIENDO AL GRAN DESCONOCIDO

“Vi al Espíritu Santo bajar como Paloma y posarse sobre él”

(Marcos 1,10)

  1. Una buena cartelera (desde hoy mismo)
  2. Una invitación por escrito para este domingo
  3. Una pancarta o letrero a la entrada:

“Procuren estar en paz con todos

Y progresen en la santidad,

pues sin ella nadie verá al Señor”

(Hebreos 12,14)

  1. Hacer la Novena al Espíritu Santo

Propongo siguiente esquema:

A las 5:30 p.m. desde el 28 de mayo al 3 de Junio. Hojas de canto.

 

  1. Celebración de la Santa Misa.
  2. Refrigerio a la salida

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Novena: Oración inicial: (Para todos los días)

Guía: Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tú amor. Envía tu Espíritu para darnos nueva vida.

Todos : Y renovarás la faz de la tierra.

Guía : Oración: Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, has que guiados por este mismo Espíritu gustemos la dulzura del bien y gocemos siempre de sus divinos consuelos. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.

•  Tema del día (26) La Confianza : Proverbios 3,1.5 “Hijo mío, no olvides mi enseñanza, y que tu corazón observe mis mandamientos. Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia”. Canto. Oración: Espíritu Santo que suscitas confianza en los corazones de los hombres que te buscan; ayúdanos a vivir cada día sostenidos en los brazos del Padre. Se reza el santo rosario.

•  Tema del día 27. La Felicidad. 1 Cor. 1, 8-9 “Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Porque Dios es fiel, y él los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor” Canto. Oración: Espíritu Santo que concedes a los cristianos fidelidad a tu Palabra; ayúdanos a anunciar a todos la esperanza de Cristo que no defrauda. Rosario

•  Tema del día 28. El Servicio. Juan 13,14-15. “Si yo, que soy el Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes” Canto. Oración. Espíritu Santo que alientas a tu Iglesia a ser servidora como el Maestro, ayúdanos a buscar en tú misericordia, la felicidad a nuestros hermanos. Rosario.

•  Tema del día 29. La Unidad. 1 Corintios 12,4. “Hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu” Canto. Oración . Espíritu Santo, tú que con el Padre y el Hijo, eres la plena comunión, conduce a tu Iglesia a estrechar vínculos de fraternidad formando un solo cuerpo en Cristo. Rosario

•  Tema del día 30. El testimonio. 1 de Juan 4,14. “Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo”. Canto. Oración. Espíritu Santo, que animaste a los Apóstoles a anunciar la Buena Noticia , impúlsanos a vivir la santidad en al misión de cada día . Rosario

•  Tema del día 31. La Perseverancia. Efesios 5,1 “Traten de imitar a Dios como hijos suyos muy queridos”. Canto. Oración : Espíritu Santo, que procedes del amor del Padre y del Hijo, te suplicamos que en peregrinar de nuestra vida busquemos incesantemente el rostro de Dios. Rosario.

•  Tema del día 1. La Justicia. 1 Timoteo 6,11 “En lo que a ti concierne, hombre de Dios, huye de todo esto. Practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia, la bondad. Canto. Oración: Espíritu Santo, que te das a conocer a los hombres, penetra nuestras almas con tu luz divina para que encontremos la felicidad en la opción preferencial por los pobres, débiles y sufrientes. Rosario.

•  Tema del día 2. La Entrega. Efesios 5,25 “Maridos amen, su esposa como Cristo amó a la Iglesia por ella santificarla” Canto. Oración: Espíritu Santo, que a través de tu acción unes la vida de tus fieles, has que los esposos en la entrega mutua forme una verdadera iglesia doméstica. Rosario.

•  Tema del día 3. La Caridad. Juan 15,13 “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos” Canto. Oración: Espíritu Santo, que fuiste enviado por Cristo, enciende en nosotros el fuego de tu amor para que anunciemos la Buena Noticia a todos los pueblos.

•  Celebración de la Santa Misa.

Entra el sacerdote en solemne procesión. (cruz, incensario (incienso) y todos los miembros de la Renovación. El sacerdote con el agua bendita bendice a los presentes

Monición de entrada: Pentecostés: es el acontecimiento que transformó la vida de la iglesia naciente; que la impulsó a recorrer nuevos caminos; que la llevó a proclamar la buena noticia hasta los confines de la tierra. Pentecostés : es la fiesta que nos recuerda la vocación profunda de la iglesia: que ella existe para evangelizar; que somos depositarios de un tesoro que no podemos guardar en la intimidad. Pentecostés: es el acontecimiento que hoy nos desafía a navegar mar adentro en el ancho horizonte de nuestra sociedad, y desde nuestras dudas, temores, cansancios y debilidades, contagiar la alegría de la salvación de cristo con la certeza de que sólo en él está el manantial de nuestra esperanza.

Canto:

Ritos iniciales

Oración Colecta: Oh Dios, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia, extendida por todas las naciones; derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 1-11

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería.

Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, preguntaban: ¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua”

Palabra de Dios.

Salmo responsorial 103, Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres! Cuántas son tus obras, Señor; la tierra está llena de tus criaturas.

Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras. Que le sea agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor.

SEGUNDA LECTURA Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 3b-7. 12-13 Hermanos: Nadie puede decir: «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. Palabra de Dios

SECUENCIA

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

Canto:

Como el Padre me ha enviado, así también les envío yo.  Reciban el Espíritu Santo Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19-23 Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid' el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”

Homilía…

Oración de los Fieles Sacerdote: Oremos, hermanas y hermanos, e invoquemos a Cristo, que, entronizado a la derecha de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, y pidámosle que lo derrame sobre la Iglesia y sobre todo el mundo:

A cada petición respondemos: Escúchanos, Señor .

1. Oremos a Cristo, el buen pastor de la Iglesia , que nos mereció la efusión del Espíritu Santo, y pidámosle que sean iluminados por este mismo Espíritu el Papa, nuestros obispos y todos los demás pastores de la Iglesia , a fin de que conduzcan su rebaño por las sendas de la salvación, oremos.

2. Pidamos también al Señor resucitado, que envió su Espíritu en forma de lenguas para destruir la división de Babel, que congregue en la unidad y conceda la paz a todas los pueblos y naciones del mundo, oremos.

3. Supliquemos al vencedor de la muerte que envíe el Consolador a los que sufren, para que encuentren fuerza y consuelo en la contemplación del misterio pascual y les dé la firme esperanza de que están llamados a la resurrección y a la felicidad de su reino, oremos.

4. Pidamos al Hijo de Dios, que desde el Padre nos ha enviado el Espíritu Santo, que este mismo Espíritu nos recuerde constantemente sus palabras y nos dé la fuerza que necesitamos para dar testimonio de él hasta los confines del mundo, roguemos al Señor.

5. Terminemos nuestra oración pidiendo al mismo Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos, que permanezca en nosotros y nos disponga para ser piedras vivas del templo eterno de Dios, oremos.

Sacerdote: Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y haz que quienes nos disponemos a clausurar, con la solemnidad de hoy, las fiestas pascuales, renovados y fortalecidos por tu Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las fiestas de la pascua eterna. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que, según la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos haga comprender la realidad mis­teriosa de este sacrificio y nos lleve al conocimiento pleno de toda la verdad revelada. Por Jesucristo.

PREFACIO

El Señor esté con vosotros.

Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón.

Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

Es justo y necesario.  

En verdad es justo y necesario es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.

Pues, para llevar a plenitud el misterio pascual, enviaste hoy el Espíritu Santo sobre los que habías adoptado como hijos por su participación en Cristo.

Aquel mismo Espíritu que, desde el comienzo, fue el alma de la Igle ­sia naciente; el Espíritu que infundió el conocimiento de Dios a todos los pueblos, reunidos en Jerusalén; el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había dividido en diversidad de lenguas.

Y el mismo Espíritu que sigue vivificando a tu Iglesia, e inspira a todos los hombres de buena voluntad que buscan tu reino.

Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo...

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Oh Dios, que has comunicado a tu Iglesia los bienes del cielo: que el Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza y la eucaristía que acabamos de recibir acreciente en nosotros la salvación. Por Jesucristo.

6. A la salida de la misa se le brinda a las personas algún refrigerio y se le proyecta una reflexión sobre el Espíritu y sus dones.