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MISAS DE AGUINALDOS |
“Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto ” Introducción: Es un espacio de tiempo, dentro del Adviento, del 16 al 24 de diciembre, para preparar dinámicamente y con el folclor de cada zona, la llegada del Niño Dios. Son, en le fondo, un conjunto que comenzó, como una novena (9 días) para honrar a Dios en la Santísima Virgen. En la actualidad son nueve madrugadas (5 ó 5:30 a.m.) donde se mezcla la tradición que envuelve el espíritu navideño en torno a la santa misa para preparar la llegada del Salvador. Nosotros no podemos dejar a un lado lo que une y le gusta a la gente. Es, entonces, el mejor tiempo para encontrarnos con una gran mayoría que, aunque sea por un tiempo, se une e intenta construir comunidad. Pero mucho cuidado no lo podemos ver como un mero aprovechamiento, pues desde aquí podemos llegar, con seguridad y cariño, a los más lejanos y dejar en ellos la huella “verdadera” de una Iglesia peregrina que sale y abraza a todos. Cuando un sacerdote, por necesidad operante, tiene que vivir este momento, tiene que dividir, sin caer en desprecio, la parroquia, la comunidad cristiana para poder atenderla y agruparla para darle mejor servicio. Cada Sector es una agrupación de habitantes – fieles, que sin separarse del conjunto, se conocen y actúan para el bien en el conocimiento de Dios y la profundización como verdaderos cristianos. Por eso, ellos organizan un cronograma de actividades para el bien de todos. Las fiestas Navideñas y de forma especial, la novena de aguinaldos, es una herramienta muy útil y hermosa. Tiene que mentalizarse sacerdote, ministros, catequistas, demás agrupaciones para salir al encuentro de todos y de forma amplia para con los que están más alejados. Preparativos:
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. 16 Primera misa de aguinaldo. La justicia para obrar con rectitud.
Que tu gracia, Señor, nos disponga y nos acompañe siempre a fin de que la venida de tu Hijo, que esperamos con ardiente deseo, nos ayude para la vida presente y la vida futura. Por nuestro Señor Jesucristo. Primera Lectura. Lectura del libro del profeta Isaías 56, 1-3.6-8 Esto dice el Señor: Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse. Dichoso el hombre que hace esto y en ello persevera, el que se abstiene de profanar el sábado, el que aparta su mano de todo mal. No diga el extranjero que ha dado su adhesión al Señor: Sin duda que el Señor me excluirá del pueblo. A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantienen fieles a mi alianza, los conduciré al mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos en mi altar, porque mi casa será casa de oración para todos los pueblos. Esto dice el Señor, que reúne a los dispersos de Israel: A los ya reunidos, todavía añadiré otros”. Palabra de Dios. Salmo Responsorial. Número 66 Bendigamos a Dios, nuestro Señor. Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. Bendigamos a Dios, nuestro Señor.
Bendigamos a Dios, nuestro Señor. La tierra ha producido ya sus frutos, Dios nos ha bendecido. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. Bendigamos a Dios, nuestro Señor. Evangelio Juan era la lámpara que ardía y brillaba san Juan 5, 33-36 En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Ustedes enviaron mensajeros a Juan Bautista y el dio testimonio de la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz. Pero yo tengo un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como el enviado del Padre” ¡Ven salvador nuestro por quien suspiramos! 17 Segunda Misa de aguinaldo. La humildad para convivir con armonía.
Dios nuestro, creador y redentor de la humanidad: tú que quisiste que tu Verbo eterno tomara carne en el seno de la siempre Virgen María; escucha nuestras súplicas y concédenos que tu Hijo, que ha tomado nuestra naturaleza humana, nos haga partícipes de su naturaleza divina. Él, que vive y reina contigo… Amén. Primera Lectura No se apartará de Judá el cetro Lectura del libro del Génesis 49, 2.8-10 En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les habló así: Acérquense y escúchenme, hijos de Jacob; escuchen a su padre, Israel. A ti, Judá, te alabarán tus hermanos; pondrás la mano sobre la cabeza de tus enemigos; se postrarán ante ti los hijos de tu padre. Cachorro de león eres, Judá: has vuelto de matar la presa, hijo mío, y te has echado a reposar, como un león. ¿Quién se atreverá a provocarte? No se apartará de Judá el cetro, ni de sus descendientes, el bastón de mando, hasta que venga Aquél a quien pertenece y a quien los pueblos le deben obediencia». Palabra de Dios. Salmo Responsorial 71 Ven, Señor, rey de justicia y de paz. Señor, comunica al rey tu juicio, tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. Ven, Señor, rey de justicia y de paz. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Ven, Señor, rey de justicia y de paz. Evangelio Genealogía de Jesucristo, hijo de David san Mateo 1, 1-17 Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán: Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará, Fares a Esrón, Esrón a Arán, Arán a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al Rey David. David engendró de la mujer de Urías, a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Jorán, Jorán a Ozías, Ozías a Joatán, Joatán a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, durante el destierro en Babilonia. Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquín, Aquín a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. De modo que el total de generaciones, desde Abrahán hasta David es de catorce, desde David hasta la deportación de Babilonia es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo es de catorce. Palabra del Señor. “Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto” 18 Tercera Misa de Aguinaldo. Dios cumple todo por amor. Pancarta: “Nacerá de una mujer Virgen y Santa”
Lectura del segundo libro de Samuel 7, 1-5. 8b-11. 14.16 Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: ¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña? Natán le respondió: Anda y haz todo lo que te dicte el corazón, porque el Señor está contigo. Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: ¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra. Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos. Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente” Palabra de Dios. Salmo Responsorial 88 Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor .
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16, 25-27 Hermanos: A Aquél que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predicando a Cristo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha quedado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén. Palabra de Dios. Evangelio Concebirás y darás a luz un hijo Lucas 1, 26-38 En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin. María le dijo entonces al ángel:¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen? El ángel le contestó: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios. María contestó: Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho». Y el ángel se retiró de su presencia. Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. 19 Cuarta Misa de Aguinaldo. Dios viene a salvar a todos. Pancarta: “ La Salvación es responsabilidad de cada uno” Dios y Señor nuestro, que te dignaste manifestar al mundo el esplendor de tu gloria por medio del parto de la santísima Virgen María; concédenos venerar con fe íntegra y celebrar con sincera piedad el gran misterio de la encarnación de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios. Salmo Responsorial 70 , Que mi boca, Señor, no deje de alabarte. Sé para mí una roca de refugio, una fortaleza donde me salve, pues tú eres mi roca y mi fortaleza. Dios mío, rescátame de las manos del malvado. Que mi boca, Señor, no deje de alabarte. Porque tú eres mi esperanza, Señor, en ti confío, Señor, desde mi juventud. En ti me apoyaba antes de nacer, tú eres mi protector desde las entrañas de mi madre. Que mi boca, Señor, no deje de alabarte.
Que mi boca, Señor, no deje de alabarte. Evangelio El nacimiento de Juan es anunciado por un ángel san Lucas 1, 5-25 En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo sacerdotal de Abías, casado con una mujer de la descendencia de Aarón, llamada Isabel. Ambos eran irreprochables ante Dios y seguían escrupulosamente todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril y los dos eran ya de edad avanzada. Estaba un día Zacarías ejerciendo el servicio sacerdotal, tal como le correspondía por turno a su grupo. Según el rito sacerdotal, le tocó en suerte entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso. Todo el pueblo estaba orando fuera mientras se ofrecía el incienso. Y el ángel del Señor se le apareció, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se asustó y tuvo miedo. Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, tu petición ha sido escuchada. Isabel, tu mujer, te dará un hijo al que pondrás por nombre Juan. Te llenarás de gozo y alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni licor, quedará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre y convertirá a muchos israelitas al Señor, su Dios. Será el precursor del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos, para inculcar a los rebeldes la sabiduría de los justos, y para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo sabré que así sucederá? Porque yo soy viejo y mi mujer avanzada en años. El ángel le contestó: Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y darte esta buena noticia. Pero tú te quedarás mudo y no podrás hablar hasta que tengan lugar estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su tiempo. El pueblo, entre tanto, estaba esperando a Zacarías y se extrañaba que tardara tanto en salir del santuario. Cuando salió no podía hablarles, y comprendieron que había tenido una visión en el santuario. El les hacía señas, porque se había quedado mudo. Cumplidos los días de su ministerio litúrgico, regresó a casa. Algún tiempo después concibió su mujer Isabel, que no salió de casa durante cinco meses. Y decía: Al hacer esto conmigo, el Señor me libró del desprecio de la gente. ¡Ven salvador nuestro por quien suspiramos!
20 Quinta Misa de Aguinaldo. Dios se encuentra con su nosotros. Pancarta: “Dios es amor y por eso nace para salvar” Señor y Dios nuestro, a cuyo designio se sometió la Virgen Inmaculada aceptando, al anunciárselo el ángel, encarnar en su seno a tu Hijo; tú que la has transformado, por obra del Espíritu Santo, en templo de tu divinidad, concédenos, siguiendo su ejemplo, la gracia de aceptar tus designios con humildad de corazón. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén. Primera Lectura La virgen concebirá Lectura del libro del profeta Isaías 7, 10-14 “En aquellos tiempos, el Señor volvió a hablar a Ajaz y le dijo: Pide al Señor tu Dios una señal, en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo. Contestó Ajaz: No la pido, pues no quiero poner a prueba al Señor». Salmo Responsorial 23, Ya llega el Señor, él es el Rey de la gloria. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el mundo y todos sus habitantes, pues él la estableció sobre los mares, él la fundó sobre los ríos. Ya llega el Señor, él es el Rey de la gloria.
Ya llega el Señor, él es el Rey de la gloria.
Ya llega el Señor, él es el Rey de la gloria. Evangelio Concebirás y darás a luz un hijo san Lucas 1, 26-38 Al sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una joven desposada con un hombre llamado José, de la descendencia de David; el nombre de la joven era María. El ángel entró donde estaba María y le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué significaba tal saludo. El ángel le dijo: No temas, María, pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. El será grande, será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la descendencia de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, pues no tengo relaciones con ningún hombre?» El ángel le contestó: El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y se llamará Hijo de Dios. Mira, tu pariente Isabel también ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que todos tenían por estéril, porque para Dios nada hay imposible. María dijo: Aquí está la esclava del Señor, que me suceda como tú dices. Y el ángel la dejó. “Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto” 21 Sexta Misa de Aguinaldo. María, Virgen es bendecida por Dios Pancarta: “Con María la Virgen todos somos bendecidos” Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo que se alegra por la venida de tu Hijo en nuestra carne mortal; y concédenos que, cuando vuelva revestido de gloria y majestad, nos llenemos también de alegría al recibir de sus manos la recompensa de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén. Primera Lectura Aquí viene mi amado saltando por los montes Lectura del libro del Cantar de los Cantares 2, 8-14 “Miren: Ya viene saltando por los cerros, brincando por las colinas. Parece mi amado una gacela, parece un cervatillo. Se ha parado detrás de nuestra cerca. Se asoma por las ventanas, mira a través de las rejas. Habla mi amado, ya me dice: Levántate, amada mía, preciosa mía, y ven. Que ya ha pasado el invierno, han cesado las lluvias y se han ido. Las flores aparecen en el campo, ha llegado el tiempo de la poda; ya se oye en nuestra tierra el arrullo de la tórtola. Da sus primeros brotes la higuera y las viñas en flor exhalan su fragancia. Levántate, amada mía, preciosa mía, y ven. Paloma mía, que anidas en las grietas de la roca, en escarpados riscos, déjame ver tu rostro, déjame oír tu voz. ¡Es tan dulce tu voz, tan hermoso tu rostro!» Palabra de Dios. Salmo Responsorial 32, Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor. Den gracias al Señor con el arpa, toquen para él la lira de diez cuerdas; cántenle un cántico nuevo, toquen con arte para él y aclámenlo. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor. Evangelio ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? san Lucas 1, 39-4 “Por aquellos días, María se puso en camino y fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Pero ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú, que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” Palabra del Señor. Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
22 Séptima Misa de Aguinaldo. La familia es lo primero. Pancarta: “Con la familia siempre ganamos” Dios nuestro, que al ver al hombre caído y condenado a muerte, quisiste rescatarlo con la venida de tu Hijo; concede a cuantos creemos en el misterio de su Encarnación, participar un día de su vida inmortal. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén. Lectura del primer libro de Samuel 1, 24-28 En aquellos días, Ana subió con el niño al santuario del Señor en Siló, llevando un novillo de tres años, un costal de harina y un odre de vino. Cuando inmolaron el novillo y presentaron el niño a Elí, Ana le dijo: Señor mío, te ruego que me escuches; yo soy la mujer que estuvo aquí, junto a ti, rezando al Señor. Este niño es lo que yo pedía, y el Señor me ha concedido lo que le pedí. Ahora yo lo devuelvo al Señor; por todos los días de su vida quedará al servicio del Señor. Y se postraron allí ante el Señor. Palabra de Dios. Salmo Responsorial 1 Samuel Mi corazón se alegra en Dios, mi Salvador.
Mi corazón se alegra en Dios, mi Salvador.
Mi corazón se alegra en Dios, mi Salvador.
El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y saca de él; el Señor empobrece y enriquece, humilla y engrandece. Mi corazón se alegra en Dios, mi Salvador.
Mi corazón se alegra en Dios, mi Salvador.
Palabra del Señor. “Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto” 23 Octava Misa de Aguinaldo. Hay testigos de la verdad salvadora. Pancarta: “De la verdad nacerá la paz” Dios todopoderoso y eterno, al acercarnos a las fiestas de Navidad, te rogamos que tu Hijo, que se encarnó en las entrañas de la Virgen María y habitó entre nosotros, nos haga sentir su amor y su misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.
Primera lectura. Le enviaré al profeta Elías, antes de que llegue el día del Señor Lectura del libro del profeta Malaquías 3, 1-4.23-24 Esto dice el Señor: Miren, yo envío mi mensajero a prepararme el camino, y de pronto entrará en el santuario el Señor a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien tanto desean; he aquí que ya viene, dice el Señor todopoderoso. ¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién se mantendrá de pie en su presencia? Será como fuego para fundir metales y como un blanqueador de ropa. Se pondrá a fundir y a refinar la plata. Limpiará a los hijos de Leví y los purificará como el oro y la plata, para que presenten al Señor ofrendas legítimas. Entonces agradarán al Señor las ofrendas de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años remotos. Yo les enviaré al profeta Elías antes que llegue el día del Señor, grande y terrible; el hará que padres e hijos se reconcilien, de manera que, cuando yo venga, no tenga que entregar esta tierra al exterminio». Palabra de Dios. . Muéstrame, Señor, tus caminos, muéstrame tus sendas; guíame en tu verdad, enséñame, pues tú eres el Dios que me salva. Muéstrame, Señor, tus caminos.
Muéstrame, Señor, tus caminos.
Muéstrame, Señor, tus caminos.
Evangelio Nacimiento de Juan el Bautista san Lucas 1, 57-66 “Cuando se cumplió el tiempo, Isabel dio a luz un hijo. Sus vecinos y parientes oyeron que el Señor le había mostrado su gran misericordia, y se alegraron con ella. Al octavo día fueron a circuncidar al niño y querían llamarlo Zacarías, como su padre. Pero su madre dijo: No, se llamará Juan. Le replicaron: No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre». Palabra del Señor. Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto.
24 Novena Misa de Aguinaldo. Jesús, Dios, para siempre. Pancarta: “Llega Dios para salvarnos” Apresúrate, Señor Jesús, no tardes ya, para que tu venida dé nuevas fuerzas y ánimo a quienes hemos puesto nuestra confianza en tu misericordia. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Primera lectura. Lectura del segundo libro de Samuel Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: "¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?" Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón, porque él Señor está contigo". Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda a decir esto: '¿Piensas que vas a ser el que me construya una casa para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra. Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los tiempos que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos. Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente'". Palabra de Dios.
Salmo responsorial. 88 Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y "afianzaré tu trono eternamente.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré el juramento que le hice.
Evangelio Lc. 1,67-79) En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo: "Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, y ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la casa de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres y acordarse de s santa alianza. El Señor juró a nuestro padre Abraham concedernos que, libres ya de nuestros enemigos, lo sirvamos sin temor, en santidad y justicia delante de él, todos los días de nuestra vida. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos y a anunciar a su pueblo la salvación, mediante el perdón de los pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. |