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Recursos Litúrgicos

02 de Noviembre. Día de los difuntos

  Preparativos:

  1. Un mes antes se empieza la campaña. Avisos en las misas, papeles pegados en kioscos, bodegas, hospitales, mercado… En ellos invitando a los fieles a participar en la Misa y traer, con tiempo, la lista de sus fieles difuntos y a la hora en que van a asistir a la misa.
  2. Los Coordinadores de Sectores organizan sus equipos para motivar a los fieles para la asistencia.
  3. El equipo responsable de la Eucaristía organiza: las listas con el nombre de los difuntos por sectores, el recibimiento de los fieles, el canto, las lecturas, las moniciones, las ofrendas y el material a repartir.

Desarrollo

    • En la entrada se recibe a los fieles y se les entrega la hoja de canto y una tarjetita, rectangular con el siguiente mensaje.

Nadie puede perder la esperanza. Mucho menos vivir en al cultura de la muerte. La Santa Misa es para orar por los que han partido y para que el Señor nos de vida y fortaleza.

Modelo de propaganda:

La Parroquia de Santa Ana en Caigûire

Les recuerda que el próximo 2 de Noviembre, tendremos una oración especial por los hermanos difuntos.

5:00 p.m. frente al cementerio Caigûire

6:30 p.m. En el templo parroquial

En la Santa misa encontramos la paz y la fuerza de un Dios que no quiere la muerte sino la vida.

Canto de entrada: Dios está aquí…

Monición de entrada:

Orar por los difuntos es una de las tradiciones cristianas más antiguas. Es muy explicable que, al día siguiente de celebrar a todos aquellos que han llegado ya a la intimidad con Dios, nos preocupemos por todos nuestros hermanos difuntos, que han muerto con la esperanza de resucitar y con una fe tan sólo conocida por Dios.

Antífona de Entrada

Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios llevará con él a los que mueren en Jesús. Y así como todos han muerto en Adán, así también todos revivirán en Cristo.

No se dice Gloria.

Oración Colecta:

Oremos: Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que, al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo, se avive también nuestra esperanza en la resurrección de nuestros hermanos.

Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Primera Lectura. Lectura del libro de la Sabiduría 3,1-9

Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están en paz. La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto agradable. En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor reinará eterna- mente sobre ellos. Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que son fíeles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos.

Palabra de Dios. A Te alabamos. Señor.

Salmo responsorial 26 Espero ver la bondad del Señor.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?

Espero ver la bondad del Señor. .

Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia.

Espero ver la bondad del Señor. .

Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión. El corazón me dice que te busque y buscándote estoy. No rechaces con cólera a tu siervo.

Espero ver la bondad del Señor. .

La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y-fortaleza y en el Señor confía.

Espero ver la bondad del Señor. .

Segunda Lectura. Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3,14-16

Hermanos: Nosotros estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermanó es un homicida y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna. Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos.

Palabra de Dios. A Te alabamos. Señor .

Canto: Resucitó

Evangelio: Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25,31-46

En aquel tiempo. Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo: me visitaron, encarcelado y fuero) a verme'. Los justos le contestará) entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber ¿Cuándo te vimos de forastero y ti hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo encarcelado y te fuimos a ver?'. El rey les dirá.: 'Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más in significante de mis hermanos, conmigo lo hicieron*. Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron enfermo y encarcelado y no me visitaron'. Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?' Y él les replicará: 'Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justo; a la vida eterna". Palabra del Señor.

A Gloria a tí. Señor Jesús.

Predicación:

Con profundidad cada cristiano

  • Hoy vive una mezcla de lo religioso, el faceto y los recuerdos familiares.
  • Por eso hay tanto movimiento.
  • Pero hoy celebramos la vida y no la muerte.

En comunión con nuestros hermanos difuntos

  • No cabe la tristeza desesperada.
  • Sino un recuerdo esperanzado que nos habla de la vida en Dios.
  • Al visitar el cementerio “dormitorio” Seres que se durmieron en el Señor.

¿Cuál será nuestro futuro?

  • La muerte es más segura que el plato de comida de mañana.
  • Pero mientras se vive la conocemos personalmente.
  • Solamente la de los amigos, conocidos y familiares.
  • La imaginamos en la enfermedad, vejez, accidentes, catástrofes…
  • Por eso sufrimos y nos atormenta la desaparición perpetua.

Entonces…

•  ¿Es la muerte un final o un comienzo?

•  ¿Nos espera otra vida o la nada?

•  ¿Sobrevivimos o somos aniquilados?

•  ¿Al final del camino está Dios o hay un vacío?

Preguntas vitales producto de…

  • Un miedo terrible
  • Silencio total.
  • Un fatalismo exagerado.
  • Pesimismo. Rebeldía

Dios nos enseña…

  • La serena esperanza en Cristo resucitado.
  • La vida no termina con la muerte. Se prolonga a Dios.
  • Hemos ido creados por Dios para un destino feliz.
  • Si la vida acabara con la muerte seríamos los seres más desgraciados.
  • Desde el bautismo nos hacemos hijos de Dios.

Para ello…

  • Vivir en la gracia de Dios.
  • Acudir asiduamente a los sacramentos.
  • Alimentarnos con Cristo Pan de Vida en la Eucaristía. (Juan 6,48)
  • Cristo nos libera del pecado. No de la muerte.

“A la luz de la resurrección del Señor el cristiano sabe y vivencia, desde ahora, que la muerte física, inevitable a pesar de todos los adelantos de la medicina y de la aspiración del hombre a la inmortalidad, no es el final del camino sino la puerta que se nos abre a la liberación definitiva con Cristo resucitado”

Celebremos….

  • La vida como regalo precioso de Dios. Hay que vivir en familia.
  • De ahí nuestra acción de gracias a Dios por Cristo.
  • No hay mejor momento para la gratitud que la santa misa.
  • Que es actualización de la muerte y resurrección de Cristo el Señor.
  • Donde Dios no es un Dios de muertos sino de vivos.
  • En el credo decimos: espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. 

Oración de los fieles:

Celebrante: Hermanos, oremos confiadamente a Dios, que resucitó a su Hijo al tercer día y pidámosle por los vivos y difuntos, para que todos gocemos un día de su felicidad eterna.

Respondemos a cada petición: Te rogamos, óyenos

Para que Jesús, que con su resurrección dio vida al mundo entero, conceda a todos los difuntos gozar de la luz y de la vida verdadera.

Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Para que los cristianos seamos en medio del mundo testigos de la vida y de la felicidad que Jesús nos ofrece, y ayudemos a nuestros hermanos a creer en Él. Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Para que los enfermos, especialmente los que están terminando sus días en esta vida, experimenten la fortaleza de Dios, la cercanía de sus hermanos y la confianza plena en la vida eterna. Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Para que el Señor, en su misericordia, perdone los pecados de los que han muerto.

Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Para que nuestros familiares y amigos difuntos, disfrutando ya del Reino de la vida intercedan por los que aún peregrinamos entre las luces y sombras de la fe. Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos

Para que la esperanza guíe nuestros pasos a lo largo de nuestros días y para que un día disfrutemos de la armonía y el amor que reinan en la casa del Padre. Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos

Celebrante: Recibe, Señor, nuestra humilde oración y, ya que confiamos en tu misericordia y tu poder, haz que vivamos abandonados en tus manos de Padre y que un día podamos cantar, junto a María y a los santos, la gloria de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Ofrendas…

Canto de ofertorio

Oración sobre las ofrendas. Acepta, Señor, los dones que te ofrecemos en este sacramento de ama que nos une a Cristo, tu Hijo, y recibe a nuestros hermanos difuntos el la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de los difuntos III. Cristo, vida y resurrección de los hombres

El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón.

Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.

Porque él es la salvación del mundo, la vida de los hombres y la resurrección de los muertos.

Por él, los ángeles, que gozan de tu presencia, eternamente te adoran; permítenos unirnos a sus voces, cantando jubilosos tu alabanza: Santo, Santo, Santo…

Consagración.

Plegaria Eucarística

Padrenuestro

Rito de Comunión

Antífona de la Comunión Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá y el que vive y cree en mí, no morirá para siempre.

Oración después de la Comunión

Oremos: Por este memorial de la muerte y resurrección de Cristo que hemos celebrado, concede, Señor, a nuestros hermanos difuntos, gozar de la paz eterna de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.