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Para Animar la Eucaristía
   

Domingo 17 de febrero. 2º de Cuaresma

Preparativos.

  • En todo el templo colocar incienso para aromatizar
  • Recibir a la gente en la puerta
  • Repartir material.

Celebración

  1. Monición de entrada:
  2. Coro: 1. Si me Levantaré
  3. Ritos iniciales
  4. Oración colecta: Señor, Padre santo, que nos mandaste escuchar a tu amado Hijo, alimenta nuestra fe con tu palabra y purifica los ojos de nuestro espíritu, para que podamos alegrarnos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.
  5. Coro : 2. Perdona a tu Pueblo
  6. Lecturas

•  Génesis 12,1-4a Vocación de Abrahán

•  Salmo 32 Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

•  2 Timoteo 1,8b-10 : Dios nos llama y nos ilumina

•  Coro: 3. Pequé, Pequé

•  Mateo 17,1-9 La transfiguración “En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de éste, y los hizo subir a solas con él a un monte elevado. Ahí se transfiguró en su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron ante ellos Moisés y Elías, conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: Señor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí! Si quieres, haremos aquí tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de ella salió una voz que decía: Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo. Al oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de un gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: Levántense y no teman. Alzando entonces los ojos, ya no vieron a nadie más que a Jesús. Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: No le cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos”

•  Predicación

  1. Oración de los fieles
  2. Ofertorio
  3. Coro: 4. Morada Santa
  4. Coro: Santo
  5. Coro: Cordero
  6. Coro: La paz
  7. Comunión
  8. Coro: 5. No Podemos
  9. Coro: 6. Si me levantaré
  10. Traer el Santísimo
  11. Bendición con el Santísimo
  12. Avisos
  13. Despedida

 

El mensaje que nos trae la palabra de Dios en este II Domingo de Cuaresma se centra en el tema de la fe. La primera lectura (Génesis 12, 1-4) nos muestra al patriarca Abraham como modelo del hombre creyente, el texto del apóstol San Pablo (2 Timoteo 1, 8-10) nos invita a confiar en la fuerza que Dios nos da para no desfallecer a pesar de las dificultades que implica su seguimiento. El Evangelio (Mateo 17, 1-9) nos presenta a Jesús transfigurado fortaleciendo la fe de sus discípulos.

Seis días después…

  • Toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos.
  • Se da a conocer
  • Pero hoy en día hay muchos ¿Por qué?
  • Hasta entonces habían conocido a Jesús en su apariencia externa, un hombre no distinto a los demás, de quien conocían la procedencia, las costumbres, el tono de voz...
  • Ahora conocen a otro Jesús, al verdadero, que no se consigue ver con los ojos de todos los días, a la luz normal del sol, sino que es fruto de una revelación imprevista, de un cambio, de un regalo maravilloso.

Entonces, hay que enamorarse

  • Para que las cosas cambien también para nosotros.
  • La persona amada es vista como en un halo luminoso.
  • Todo aparece bello en ella, hasta los defectos.
  • El amor verdadero genera humildad.
  • Uno por amor hace todo y es capaz de todo.
    1. Sentir con gozo que Dios te ama
    2. Sentir que al amarme Dios, yo debo amarme también (aprecio)
    3. Por eso puedo, entonces, amar a los demás (a todos)
    4. Por lo tanto hago un opción de compromiso (Hago algo por la Iglesia)

Jesús se ve y se puede tocar

  • Pero con otros ojos, con otras manos.
  • Los ojos y las manos del corazón
  • Los ojos y las manos de la fe.
  • Es decir, que Cristo está resucitado y vivo.
  • Es un ser concreto, no una abstracción
  • Al conocerlo y marlo las cosas van aún mejor.
  • En el caso de Jesús, cuanto más se le conoce y se están juntos, más se descubren nuevos motivos para estar orgullosos de Él y confirmados en la propia elección.

Para llegar a ese amor hay que…

  • Convertirse y creer en el evangelio
  • Es decir, dar una vuelta y volver a comenzar.
  • Y al hacerlo nos encontraremos con Jesús que es amor.
  • Un amor que nos grita: Yo estoy en ustedes. Yo les amo.
  • Para ello hay que tener tiempo para Dios
  • Los cinco minutos de encuentro con el Señor
  • Pues Jesús quiere encontrarse con su pueblo. Contigo. Conmigo.
  • Si para enamorarse hay que frecuentarse
  • De ahí la palabra Transfigurarse, que es darse a conocer tal como es.

Dios nos pide que le escuchemos

  • Es mi Hijo ¡escúchenlo!
  • Jesús, el Hijo de Dios encarnado
  • Es la Verdad que hemos perdido y necesitamos recuperar.
  • El Padre nos lo da con amor, nos corresponde recibirlo con amor.
  • “ Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo ”

Nos cuesta mucho escuchar

  • Escuchar no es fácil
  • Su propuesta no tiene nada del condimento demagógico
  • Es honesta, directa y simple.
  • No promete satisfacer deseos de poder o de popularidad.
  • Por lo tanto debe ser escuchado
  • No se manifiesta en una plaza pública, ni a través de un canal popular de TV, como tampoco ante el Emperador y los grandes del mundo

Es la hora del Kerigma

  • Donde la palabra resuene en todas artes.
  • De forma especial dentro de cada uno.
  • La evangelización no es una campaña intencionalmente dirigida a vender un producto, una idea o una candidatura.
  • Es Vida que se hace vida en quienes se adhieren a Jesús y deciden escucharlo siempre.
  • Ante la vida no se puede uno quedar en silencio.

El viene a salvar y no a condenar

  • A morir y no a matar.
  • A perdonar y no a condenar

La actitud de Pedro

  • Al experimentar la gloria de Dios..., su presencia..., quiere quedarse allí, quiere hacer tres carpas y quedarse.
  • Y esa es muchas veces, nuestra actitud.
  • A veces cuando experimentamos en nuestra vida algún momento de fuerte presencia de Dios, queremos detenemos, quedarnos con eso para nosotros.
  • Pero Dios no quiere eso.
  • La fe en Jesucristo, debe ser una fe que nos mueva a una misión.
  • Cuando conocemos a Jesús, no podemos guardarlo para nosotros, debemos comunicarlo a los demás. Es una propuesta de cambio.

diosbendice1@cantv.net

Y entonces, nuestra fe cristiana, es precisamente una propuesta de cambio, una propuesta que comenzó en un grupo de personas, el pequeño clan de Abraham, que después fue la propuesta de un pueblo llamado Israel, y que finalmente fue la propuesta abierta a todos los hombres de buena voluntad cuando Jesús y Pablo proclamaron que esta total salvación de Dios no es privilegio ni de persona ni de raza alguna, sino patrimonio de toda la humanidad.

Dice en la segunda lectura de Hoy el apóstol San Pablo en su carta a Timoteo:

Querido hermano: toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según las fuerzas que Dios te dé.

Cada uno de nosotros tenemos la misión de transformar el mundo. Dios nos da la fuerza para hacerlo y tenemos su mandato desde el momento de nuestro bautismo

Pero predicar el evangelio trae necesariamente sufrimientos. Pero esos sufrimientos y penurias, contribuirán a la transformación del mundo y Dios dará las fuerzas para que nos mantengamos fieles, porque quiere un mundo libre.

Aceptar o abrazar esta fe cristiana que decimos profesar es comprometerse con este proyecto de cambio, que la Palabra de Dios nos propone hoy. El cambio que permita instaurar el Reino de Dios en el mundo, para que los hombres del mundo puedan hablar nuevamente un mismo idioma, puedan entenderse.

Al hombre sin fe, un descreído, la palabra de Dios hoy probablemente no le aporte nada, y probablemente vean el episodio de la transfiguración del Señor como una simple fantasía o tal vez algún  aventurado piense en la presencia de algún extraterrestre.

Sin embargo, la Palabra de Dios es sencilla, quiere simplemente poner ante nuestros ojos, la gloria de la resurrección, el cambio el hombre nuevo que Jesús anticipó en la transfiguración.

Y quiere mostrarnos además en este tiempo de Cuaresma, donde tenemos más presente la cruz, la pasión, que no se termina allí, que Cristo resucitó, y que nosotros también estamos llamados a resucitar con Cristo.

Pero necesariamente, antes de la gloria de la resurrección está la cruz. Esa cruz que grande o pequeña llevamos cada uno, pero que es el camino para llegar un día a la gloria de la Resurrección.

El Señor hoy, les mostró  a sus discípulos su gloria, para darles la esperanza en el momento de la cruz.

Vamos a pedirle hoy al Señor, que iluminados con el don de su palabra, nos acompañe siempre con el consuelo de su gracia, para que nunca perdamos de vista la gloria de la Resurrección que Cristo consiguió para nosotros


 
Cantos

Parroquia Santa Ana

Domingo 17 febrero

1. Si me Levantaré

Sí meeelvantaré

volveré junto a mi Padre.

 

A tí Señor, elevo mi alma.

Tú eres mi Dios y mi Salvador.

Mira mi angustia, mira mi pena,

Dame la gracia de tu perdon.

 

Mi corazón busca tu rostro

Oye mi voz, Seór, ten piedad

2. Perdona a tu Pueblo

Perdona a tu pueblo Señor.

Perdona a tu pueblo,

perdónale, Senor.

 

No esté eternamente enojado.

No estés eternamente enojado.

Perdónale Señor.

 

Por la abertura de tu costado,

no estes eternamente enojado,

perdonale, Senor.

 

Por tus profundas

Ilagas crueles.

Por tus salivas y por tus hieles,

perdónale, Senor.

 

Por las heridas de tus manos,

por los azotes tan inhumanos,

perdonale, Senor.

 

Por las tres horas de tu agonia,

en que por Madre diste a Maria

perdónale Senor.

 

3. Pequé, Pequé

Pequé, Peque, Dios mio.

Piedad, Senor, piedad.

Si grandes son mis culpas,

mayor es tu bondad.

 

Por tu preciosa sangre...

Por tu largo agonia...

Por tu costado abierto...

Por tu Madre afligida...

4. Morada Santa

Morada Santa Hacia ti morada Santa, hacia ti,

tierra del Salvador,

peregrinos

caminantes, vamos hacia ti.

 

Venimos a tu mesa,

sellaremos tu pacto,

comeremos tu carne,

tu amor nos guiara.

 

Reinaremos contigo

en tu morada Santa,

beberemos tu sangre.

tu fe nos salvara.

Somos tu pueblo Santo

que hoy camina unido.

Tú vas entre nosotros,

tu amor nos guiara.

 

5. No Podemos

No podemos caminar

con hambre bajo el so/;

danos siempre el mismo Pan

Tu Cuerpo y Sangre, Senor.

 

Comamos todos de este Pan,

el Pan de la unidad:

En un cuerpo

nos unió el Señor,

por medio del amor.

 

Señor, yo tengo sed de Ti,

sediento estoy de Dios;

pero pronto Ilegaré a ver

el rostro del Señor.

 

Por el desierto el pueblo va

cantando su dolor;

en la noche brillará tu luz

nos guía la verdad.

 

6. Si me levantaré

Si me levantaré, volveré,

junto a mi Padre.

 

A ti, Señor, elevo mi alma.

Tú eres mi Dios y mi Salvador.

Mira mi angustia, mira ml pena,

Dame la gracia de tu perdón.

 

Mi corazón busca tu rostro;

Oye mi voz, Señor, ten piedad.


Salmo 50 Misericordia

concedeme Oh Dios, y muestrame

tu inmensa compasion. De todo corazdn

to pido el perdon,

de mi delito limpiame Senor.

Con el rocio del hisopo, mis culpas tu podras lavar, si to me quitas el pecado, blanco como nieve quedare.

Mi corazon, Senor, renueva, pues, solo TO das salvacion; y cuando sea rescatado, a los demas ayudare.

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