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Lo que no es la navidad |
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Por
Zenaida Bacardí de Argamasilla Del Libro: Con las Alas Abiertas No es el tiempo en el que más se reza, sino en el que más se compra. No es el tiempo en el que más nos arrodillamos, sino en el que más nos adornamos y nos divertimos. No es el tiempo en el que vivimos pendientes de la señal de la estrella para encontrar al niño Dios, sino pendientes de los anuncios de la televisión y la propaganda para encontrar lo que deseamos adquirir y lo que queremos estrenar. |
¡Qué
alteración de vida, qué frenesí en las calles, qué
tumulto en la tiendas!
¡Cuánta vanidad, compromisos, felicitaciones y endeudamientos! ¡Cuanta sofocación y cuántos movimientos llenan la tierra! ¡Y qué soledad, qué desolación, qué intima paz llenan la gruta de Belén! Las tiendas se abarrotan porque todos quieren “cosas”. Y la gruta está vacía porque pocos quieren fe. Todos están adorando su dinero y desperdiciando la riqueza de su salvación. ¡Qué contagio colectivo produce la sed insaciable de “tener”! Y qué lejos de todo parecen los preocupados por “ser”, por entrar en su Navidad interior y ofrecer amor. Hay culto de comercio, no adoración de Dios. Hay religión de banquetes, no fuego de pesebre. Hay fe de postalitas, no de espíritu divino. Hay luces de foquitos, no de corazones encendidos. Se abren las puertas para Dios ¡y entra el mundo! Abren los salones para los ricos y se olvidan de los pobres y de los tristes. Se pregona la gran verdad y parece una gran mentira. Suenan las campanas, se prenden los arbolitos, se aturden los hombres, todos comprometidos con la sociedad pero desprevenidos del Salvador del Mundo. Vivimos
con sentido porque Cristo nace. Ahí comienza nuestra salvación.
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