Principal
Para hablar y escucharnos mejor...
El uso de los medios reclama la responsabilidad de padres e instituciones, alerta el Papa En la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (ZENIT.org) 23 de mayo 2004

Utilizar los medios de comunicación «con sabiduría y prudencia» es una tarea que no sólo corresponde a los padres de familia, sino también a las instituciones públicas, advirtió Juan Pablo II este domingo.

En Italia y en otros países se celebra este día la solemnidad de la Ascensión del Señor --«que revela cómo la humanidad, asumida y redimida por Cristo, ha sido por Él elevada a la plena comunión con Dios», según recordó el Papa antes de rezar la oración mariana del «Regina Caeli»--, que coincide con la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

La Jornada es la única que instituyó el Concilio Vaticano II. Para su celebración este año, el Santo Padre propuso en un mensaje –difundido el 25 de enero, festividad de San Francisco de Sales, una reflexión sobre «Los medios en la familia: un riesgo y una riqueza».

Ante varios miles de peregrinos que, desafiando a la lluvia, se congregaron en la Plaza de San Pedro junto al Papa, éste constató que «gracias a las modernas tecnologías, muchos núcleos familiares pueden acceder directamente a los vastos recursos de la comunicación y de la información, y obtener de ellos ocasión de educación, de enriquecimiento y de crecimiento espiritual».

Pero también –recordó con voz clara y firme antes de cantar el «Regina Caeli»—«los medios de comunicación pueden sin embargo ocasionar grave daño a la familia cuando presentan una visión inadecuada o hasta distorsionada de la vida, de la familia misma, de la religión y de la moral».

«Es necesario, por lo tanto, aprender a usarlos con sabiduría y prudencia», advirtió desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano.

Se trata de «un deber que concierne sobre todo a los padres, responsables de una educación sana y equilibrada de los hijos», subrayó.

Sin embargo, la tarea «igualmente compete a las instituciones públicas --puntualizó--, llamadas a poner en marcha procedimientos y reglamentaciones capaces de asegurar que los medios de comunicación social sean siempre respetuosos de la verdad y del bien común».

Juan Pablo II centró su atención además en los trabajadores del sector de la comunicación social, para los que «en estos días que preceden Pentecostés, invocamos a María el don del Espíritu Santo» para que les ayude «a desempeñar su labor con auténtico impulso apostólico».

Y es que la Iglesia mira a los profesionales de la comunicación «con atención y simpatía, y desea instaurar con ellos un diálogo franco y abierto, para alentar el compromiso a favor del auténtico progreso de la humanidad», recalcó el Santo Padre.

 

¿SABES ESCUCHAR A LOS DEMÁS?
Si alguien nos pregunta si sabemos escuchar a los demás probablemente contestaremos que sí, pero muchas veces nuestra práctica de la escucha nos demuestra que no es así.

Curiosamente hablamos más de lo que escuchamos. Decía un filósofo de la antigüedad: " Nos han sido dadas dos orejas, pero en cambio sólo una boca, para que podamos oír más y hablar menos." (Zenón de Elea).

Escuchar y oír no son la misma cosa.

Oímos espontáneamente. Las ondas llegan a mi cerebro y las capto las quiera o no las quiera yo.

El escuchar en cambio necesita un esfuerzo mayor. Tienen que enseñarnos a escuchar. Un niño pequeño puedo oír pero no puede escuchar.

 

¿Qué es escuchar?

¡Escucha!

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a aconsejarme, no estás haciendo lo que te he pedido.

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme por qué yo no debería de sentirme así, no estás respetando mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches y tú piensas que debes hacer algo para resolver mi problema, estás decepcionando mis esperanzas.

¡Escúchame! Todo lo que te pido es que me escuches, no quiero que me hables ni que te tomes molestias por mí. Escúchame, sólo eso.

Es fácil aconsejar. Pero yo no soy un incapaz. Tal vez me encuentre desanimado y con problemas, pero no soy un incapaz.

Cuando tú haces por mi lo que yo mismo puedo y tengo necesidad de hacer, no estás haciendo otra cosa que atizar mis miedos y mi inseguridad.

Pero cuando me aceptas, simplemente, que lo que siento me pertenece a mí, por muy irracional que sea, entonces no tengo por qué tratar de hacerte comprender más y tengo que empezar a descubrir lo que hay dentro de mí." (R. O´Donnell)

 
BLOQUEOS A LA HORA DE ESCUCHAR:

Para escuchar bien a los demás tenemos que limpiar nuestros ruidos interiores, para poder escuchar la voz interior desde nos sentiremos conectados con el otro. ¿Qué aspectos tenemos que tener en cuenta a la hora de escuchar de verdad?

1.- Estar descansados, relajados, evitar las distracciones, interrupciones, ruidos, etc. que nos impidan desarrollar toda la atención que la otra persona se merece.

2.- Tenemos que escuchar a la otra persona también con nuestros sentimientos, pero hay que saber poner los sentimientos aparte en un momento dado para poder escuchar al otro.

Muchas veces cuando estamos escuchando y por culpa de nuestros sentimientos la comunicación se bloquea con la otra persona.

Cuando estamos escuchando al otro tenemos que ponernos en su lugar, en lo que está sintiendo, sufriendo, debatiendo interiormente.

3.- Mientras escuchamos tenemos que aprender a dejar aparte nuestras ideas irracionales, prejuicios habituales tanto conscientes como inconscientes, "rollos mentales", preparación de soluciones, etc.