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La Santa Misa... Memorial de amor en Jesucristo verdadero alimento...  
Santa Misa
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Eucaristía
Cómo Sacramento.
Presencia real de Cristo en la Eucaristía
Explicando la Santa Misa
Introducción
¿Para qué la misa?
¿Qué es la misa?
¿Con qué ojos se puede mirar la misa?
Partes de la misa
Ritos iniciales
Liturgia de la Palabra
Liturgia de la Eucaristía
Rito de despedida.
Fines de la Misa
Efectos que produce.
¿Qué hay del Domingo?
¿Es mejor quien va a misa?
¡Yo no comulgo porque soy pecador!
Preguntas que preparan el Sínodo del 2005

1. EUCARISTÍA
 
También se le llama “Cena del Señor” (Caena Domini) “Mesa del Señor” (Mensa Domini) Sin olvidar los siguientes expresiones fiesta (Ágape), bendición (Eulogia), fracción del Pan (Synaxis), reunión de hermanos (asamblea). Lugar donde está realmente presente Jesucristo en las apariencias de pan y vino. San Agustín la llamó “Santo Sacrificio del Altar”La Eucaristía junto a la Trinidad y la Encarnación forman tres grandes misterios esenciales para el cristianismo. Por eso es que no podemos ver la Eucaristía con los ojos de la carne, sino con los de la fe. Materia bien estudiada y fundamentada en las secciones XIII, XXI y XXII del Concilio de Trento quien afirma con claridad: “El cuerpo y la sangre del Dios hecho hombre están verdadera, real y sustancialmente presentes para alimento de nuestras almas, en virtud de la transubstanciación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y en este cambio de sustancias también se contiene el Sacrificio incruento de la Nueva Alianza” Dejó bien claro lo que significa Sacrificio, Sacramento y Presencia Real.

 
1.1. Como Sacramento.
Cristo está presente en esas dos especies (pan y vino) en forma sacramental y por eso es un sacramento de la Iglesia. De ahí que sea un sacramento permanente que necesita de pan de trigo. Hostia de trigo horneada. Recordemos que el Señor tomó pan para significar pan de trigo. También es necesario el vino de uva, ya que Cristo en la Última Cena convirtió el vino natural de uva en su sangre. Además, las palabras de la Institución: “Este es mi cuerpo... esta es mi sangre” y con la adición de “Haced esto en conmemoración mía” y así se lo pidió a los apóstoles.
Debemos tener muy presente que la Eucaristía tiene como frutos la unión con Cristo por amor "El que coma mi Carne y beba mi Sangre, habita en mi y Yo en él " (Juan 6, 57) Y como alimento espiritual del alma, borrando el pecado venial y preserva del pecado mortal, sin dejar a un lado que es una medicina y promesa de la gloriosa resurrección. "El que coma mi carne y beba mi sangre, tendrá vida perdurable: y lo resucitaré el último día”

Todos necesitamos de la Eucaristía para la salvación (menos para los niños por no tener uso de razón) Recordemos a Juan 6,50 comer el pan para no morir jamás. Es una necesidad moral que se hace en memoria de Cristo. Particularmente insisto, ante mi feligresía, en comulgar todos los días. Eso sí, en estado de gracia y con recta intención. Ojalá sea bajo las dos especies.

El Ministro de la Comunión es doble. Por la Consagración solamente el sacerdote debidamente ordenado. Por la Administración, a parte del Sacerdote, el Diácono. Hoy en día hay laicos debidamente preparados y se llaman Ministros de la Comunión. Pueden repartir, en casos especiales, al comunión a los fieles que la reciben en la lengua o en la mano.

 
1.2. La Presencia Real De Cristo En La Eucaristia
Esta presencia se puede probar a través de las fuentes de la fe: Escritura y Tradición. Desde la Escritura con las palabras de la promesa de Juan en el capítulo 6. Milagros de los panes y peces donde aparecen el maná del desierto, el pan del cielo en la actualidad y el Pan de la Vida en el futuro. Esta forma de hablar fue entendida muy bien por los oyentes “se escandalizaron” Ante esto le pregunto a los apóstoles: “¿También me van a abandonar?”
2. EXPLICACIÓN DE LA SANTA MISA
"la celebración de la Misa, en cierta manera,
vale tanto cuanto vale la muerte de Cristo en la cruz”
(San Juan Crisóstomo)
2.1. Introducción:
Desde mi experiencia, como sacerdote párroco de 20 años, me parece muy útil y muy necesario acompañar a todos los fieles para que a través de esta página puedan renovar la fe y devoción de la Santa Misa. Para que desde allí puedan darle mayor vida a su cristianismo. Recordemos que desde Pío XII en la Encíclica “Mediator Dei” se hace un llamado para que a los fieles se les instruya acerca de la misa y sus obligaciones, junto a sus fines y participación. También el Papa Juan XXIII, el Papa Bueno y en la actualidad Beato no se cansaba de decir: “Que el cristiano no debe estimar nada por encima del Santo sacrificio de la Misa”, y es que su valor es grande”

Además he escuchado, demasiadas veces, que la misa no da nada y que es un fastidio. Esto es motivado a que muchos o esos demasiados no la viven y no la viven porque no la conocen. No han llegado a comprender su valor infinito y no han visto su obra y su grandeza transformadora. Entonces, esto me da pie a preguntar.

2.2. ¿Para qué la misa?
Para alabar a Dios. Es tener la magnífica oportunidad de decirle a Dios que es lo más grande y por eso le amamos, le adoramos y le respetamos.
Para darle gracias a Dios. Por todo y por siempre.
Para pedirle perdón a Dios. En el mejor y excelente momento para tener dolor y arrepentimiento de los pecados cometidos. Aunque no hay que olvidar que los pecados graves solamente son perdonados en el sacramento de la Reconciliación (Confesión)
Para pedirle ayuda a Dios. Aquí le recordamos a Dios que somos sus hijos y que tenemos situaciones donde su ayuda es necesaria. También dejamos en sus manos las oraciones por nuestros difuntos, enfermos, acciones de gracias y súplicas a los santos y la Virgen Santísima.
Pablo VI en la encíclica "Misterium fidei" nos dice:
"Durante el día los fieles no omitan el hacer
la visita al Santísimo Sacramento...
La visita es prueba de gratitud,
signo de amor y deber de adoración a Cristo nuestro Señor,
allí presente".
2.3. ¿Qué es la Santa Misa?

La Misa es el mismo sacrificio del calvario. Ese Calvario donde estuvo clavado el mismo Jesucristo para la salvación de todos. Ayer fue una cruz hoy es un altar. Ayer hubo sangre (cruento) hoy es (incruento) sin sangre. Pero lo importante es que en la santa Misa nos ponemos en contacto directo y de forma sacramental con Jesucristo. Porque no puedo dudar que Cristo esté en su casa, en el trabajo, en la naturaleza... Pero en la santa Misa está todo y completo. De ahí que la misa sea el mejor acto o sacrificio que el fiel puede ofrecer a Dios.
La Misa es el MEMORIAL del sacrificio de Nuestro Señor. Esto significa que Jesucristo al irse de este mundo no quiso dejarnos, un cuadro o una estatua suya, sino el ESTAR DE VERDAD PRESENTE en cada Misa que se celebre.
La Misa es un BANQUETE. Así como nuestro cuerpo necesita comer para vivir, nuestra alma necesita comer a Jesús para ser feliz y llegar al cielo. En la Misa comulgamos y Jesús viene a nuestra alma.
La Misa es un SACRIFICIO. La Iglesia nos enseña que en cada Misa se vive realmente el sacrificio de Jesús en la Cruz; Cristo se ofrece a morir por nosotros y perdonar nuestros pecados.
2. 4. ¿Con qué ojos se puede mirar la misa?
Jamás con los ojos de la cara, sino con lo ojos de la fe. Habrá que recodar que tenemos Tres Grandes Misterios, la Trinidad, la Encarnación y la Santa Misa donde se asienta fuertemente la Iglesia. La misa entra en el campo de la fe pues se observa al sacerdote, “hombre escogido entre los hombres para llevar a los hombres a Dios” Es decir, hombre que puede caer en pecado, pero que a la hora de la Consagración representa a Cristo. El actúa es nombre de Cristo. Que nunca se nos olvide que el Sacerdote no repite, sino actualiza y revive aquellas palabras de Jesucristo que dijo en la Última Cena. Por eso hay que mirar con ojos de la fe, porque desde aquí el pan se convierte en Cuerpo y el vino en Sangre de Cristo. Me parece muy importante que recordemos aquellas palabras que encontramos en Juan 6,5: "Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo. Quien come de este pan vivirá eternamente y yo le resucitaré en el último día; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del inundo...”
Juan Pablo II dice: "Jesús nos espera en este sacramento de amor.
No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo,
en la adoración, en la contemplación llena de fe y abierta
a reparar las graves faltas y delitos del mundo.
No cese nunca nuestra adoración"
2.5. PARTES DE LA MISA
2.5.1. Ritos Iniciales. Son los ritos de introducción a la celebración y nos llevan a escuchar la Palabra y celebrar con digna y amor la santa Misa.
1.1. Procesión de entrada. Desde que salimos de la casa con al recta intención de asistir a misa y vivirla. Al llegar al templo debemos caer de rodillas delante de Jesús sacramentado (capilla del Santísimo, Sagrario (cajita dorada con una luz siempre encendida) A Jesús Sacramentado (Santísimo) se le habla con todo confianza y se le dice el motivo de la visita. Luego cuando entra el sacerdote le acompañamos con un alegre canto.
1.2. Saludo Inicial. El sacerdote saluda a Jesús con una oración y genuflexión sencilla (dobla rodilla derecha frente al Sagrario), besa el altar, hace la señal de la cruz y saluda a los fieles.
1.3. Acto Penitencial. Todos, sin excepción, pedimos perdón de nuestras faltas. Habrá que recordar que en este momento se perdonan los pecados veniales, los pequeños, pero los pecados graves solamente se perdonan en el sacramento de la confesión. De esta reflexión sale la decisión de ir a comulgar o buscar de inmediato la confesión.
1.4. Gloria. Oración de alabanza a Dios. Si es domingo o un día especial en una de las fiestas o solemnidades que se encuentra en la calendario de la Iglesia.
1.5. Oración Colecta. Oración que el sacerdote, por todos, hace al Padre y es la expresión de todas las intenciones.
"El Dios de nuestra fe no es un Dios lejano,
sino un Dios muy próximo,
cuya delicia es estar con los hijos de los hombres
(Prov. 8,13)
"Dios está aquí. ¡Venid, adoradores.
2.5.2. Liturgia de la Palabra
2.1. Primera Lectura. Es la voz del Antiguo Testamento en la historia del pueblo de Israel.
2.2. Salmo. Se puede rezar o cantar.
2.3. Segunda Lectura. Es del Nuevo Testamente donde Dios nos habla a través de los Apóstoles. Si es domingo o un día especial en una de las fiestas o solemnidades que se encuentra en la calendario de la Iglesia.
2.4. Evangelio. Empieza con el canto (interleccional) y es la escucha del misterio de Cristo.
2.5. Homilía. Explicación de la Palabra de Dios.
2.6. Credo. En voz alta proclamamos nuestra fe.
2.7. Oración de los fieles. Es la oración por las necesidades de todos.

Así se entiende que la Misa sea el centro y la raíz
de la vida espiritual del cristiano.
Es el fin de todos los sacramentos

2.5.3. Liturgia de la Eucaristía.

3.1. Presentan las ofrendas. No tenemos ni oro, ni plata, menos animales para el sacrificio, por lo tanto ofrecemos el pan y el vino que se transformarán en el cuerpo y la sangre de Cristo. Se recoge la colecta que viene a ser la ayuda económica o de comida seca para mantener el templo y ayudar a los pobres junto a la oración por esos regalos (ofrenda).
3.2. Prefacio. Oración de acción de gracias y alabanza para ello le gritamos a Dios que tres veces es santo. Tener muy presente la Epíclesis (sacerdote extiende sus manos sobre el pan y vino e invoca la Espíritu Santo) La Consagración. La Aclamación (sacramento de nuestra fe), la Intercesión, la Doxología donde el sacerdote ofrece al Padre el cuerpo y la sangre de Jesús, Padrenuestro oración que nos prepara a la comunión. Rito de la paz. Saludo de hermanos que nos identifica como verdaderos cristianos. Comunión es un acto muy sublime que el cristiano realiza por ser Jesús el Pan de vida. Oración que se centra en dar gracias a Dios y la petición para vivirlo en la comunidad.
Salomón en el libro de los Proverbios:
"La Sabiduría se edificó una casa con siete columnas
(los siete sacramentos), preparó una mesa y envió a sus criados a decir:
" Venid, comed el pan y bebed el vino que os he preparado"
(Prov. 9,1).
2.5.4. Rito de Despedida.
Ritos que concluyen la celebración, pero que se continúan en cada uno de los hogares.
4.1 Bendición
4.2. Despedida. Con la advertencia de llevar a Dios a cada uno de nuestros familiares, amigos y conocidos.
 
2.6. Fines de la Misa
Son los mismos que tuvo Jesucristo en la cruz: Adorar, dar gloria a Dios Padre, reparar por los pecados de los hombres y pedir gracias y favores. La Misa es Jesucristo presente en el altar, que se ofrece por nosotros, así como se ofreció en la cruz, y se sacrifica también por nosotros.
Por eso decimos que la Misa es el mismo sacrificio de la cruz renovado y actualizado de modo incruento sobre el altar.
"El que coma de este pan vivirá para siempre"
(Juan 6)
 
2.7. El recibir la Eucaristía produce en el alma los siguientes efectos:
Aumento de la gracia santificante.
Producción de gracia sacramental.
Perdón de los pecados veniales.
Es prenda de vida eterna.
 
2.8. ¿Qué hay del Domingo?
El domingo es un día para la familia y para Dios. Es un día de fiesta y por eso, desde niños nos enseñaron que hay que darle gracias a Dios de una manera muy especial, de ponernos los mejores trajes, no se trabaja y se dedicada a una alegría muy sana y hermosa. Además, algo muy importante, que en un domingo Jesús Resucitó. En los mandamientos, tercero, se invita a los fieles a santificar las fiestas.
 
2.9. ¿Es mejor quién va misa?
“A buen árbol se arriba buena sombra le cobija”
Algunos van a misa por ganas, pero si muchos por compromiso y simple cumplimiento. Otros, dicen que no van a misa por allí no sienten nada. Porque creen que en la misa se suceden acontecimientos a nivel sentimentalismo donde hay que llorar, sentir miedo o cosas extrañas. Nada de eso. Hay que ir a misa porque la necesitamos, recordemos que nuestra fe es como un órgano más de nuestro cuerpo y así como cuidamos el hígado, los pulmones... también hay que cuidar la fe. Ir a misa es decirle a Dios que quiero ser amigo, visitarlo y cuidar mi vida cristiana del pecado grave.
Entonces, todo el que va a misa recibe las fuerzas para defenderse del maligno (diablo) que anda como león rugiente buscando a quien devorar. Y al encontrar a alguien débil espiritualmente caerá más rápido y más veces. También los que asisten a misa son acogidos maternalmente para que luego reciban a los demás. Me llama mucha la atención la gran cantidad de gente pidiendo ayudas a las puertas de los templos, pero ellos no le piden a Dios. Que hayan tantos pobres y tan pocos pobres católicos que busquen a Dios. Y otra cosa que me llama la atención es el número de personas necesitadas que buscan los lugares cercanos a los templos para pedir y no los casinos, los bancos, y los partidos políticos o las guarniciones militares... y la respuesta es que saben que la gente que va al templo son las de buen corazón y entienden la caridad como regalo de Dios y exigencia en la caridad. Por lo tanto, no son mejores, pero si que los efectos de la misa los capacitan para alcanzar la santidad y llevar una vida conforme a la voluntad de Dios.
 
2.10. Yo no comulgo porque soy pecador
A todo sacerdote le pasa lo mismo cuando le decimos a la gente ¿Por qué no comulgas? Las personas se escudan en esto y pasan hasta 20 años sin recibir comunión. Por lo general sucede después de algunos meses cuando de niño recibieron comunión. Veamos.
• Miedo a la confesión.
• No quieren cambiar de vida
• Viven en adulterio o no casados por la Iglesia o por el sacramento del matrimonio.
• No lo ven como importante no conocen el significado de la misa y mucho menos de comulgar.
• Creen que el pecado no puede ser perdonado.
Todos somos pecadores, de eso no hay duda, pero los que comulgan están haciendo un esfuerzo por vivir mejor cristianamente. Se hace necesario que tengamos una conciencia clara del pecado y acudamos, con pleno arrepentimiento y deseos por cambiar, al sacramento de la confesión.

 
3. Preguntas que preparan el Sínodo del 2005
Las veinte cuestiones de la Santa Sede para preparar el sínodo sobre la Eucaristía
Se celebrará en Roma en octubre del 02 al 29 del 2005
Su título es «La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia».
CUESTIONARIO
1. La Eucaristía en la vida de la Iglesia: ¿Qué importancia tiene, en la vida de vuestras comunidades y de los fieles, la celebración de la Eucaristía? ¿Cual es el porcentaje de participación en la Santa Misa de los domingos, de los días de semana, de las grandes fiestas del año litúrgico? ¿Existen estadísticas aproximativas a este respecto?
2. La doctrina eucarística y la formación: ¿Qué esfuerzos se realizan para transmitir a vuestras comunidades e individualmente a los fieles la doctrina integral y completa sobre la Eucaristía? Especialmente, ¿qué uso se hace del Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 1322-1419, y de la Encíclica «Ecclesia de Eucharistia», sobre todo de parte de los sacerdotes, de los diáconos, de las personas consagradas, de los laicos comprometidos pastoralmente? ¿Cómo se asegura la formación sobre la fe en la Eucaristía: en la catequesis de iniciación, en las homilías, en los programas de formación continua de sacerdotes, de diáconos permanentes, de seminaristas, de personas consagradas y de laicos?
3. Percepción del misterio eucarístico: ¿Cuál es la idea predominante sobre la Eucaristía entre los sacerdotes y entre los fieles de vuestras comunidades: sacrificio, memorial del misterio pascual, precepto dominical, convivio fraterno, acto de adoración, u otras concepciones? ¿Se manifiesta en la práctica el predominio de uno de estos aspectos? ¿Cuáles podrían ser las motivaciones que llevan a acentuar tal preferencia?
4. Sombras en la celebración de la Eucaristía: En la encíclica Ecclesia de Eucharistia (n.10) el Papa habla de «sombras» en la celebración eucarística. ¿Cuáles son los aspectos negativos (abusos, equívocos) que pueden constatarse en el culto de la Eucaristía? ¿Qué elementos o gestos cumplidos en la praxis pueden oscurecer el sentido más profundo del Misterio eucarístico? ¿Cuáles pueden ser las razones que llevan a esta situación que desorienta a los fieles?
5. Celebración eucarística y normas litúrgicas: ¿Se verifican en el modo de celebrar de los sacerdotes algunas acciones en explícita o implícita contradicción con las normas litúrgicas establecidas por la Iglesia católica (cf. «Ordenación General del Misal Romano», cap. IV; «Instrucción para la Aplicación de las Prescripciones Litúrgicas del Código de los Cánones de las Iglesias Orientales»), buscando personalismo y protagonismo? ¿Qué elementos o gestos cumplidos durante la celebración de la Santa Misa y también en el culto eucarístico fuera de ella, según las respectivas normas y disposiciones, deberían ser especialmente observados para poner en evidencia el sentido más profundo del gran Misterio de la fe escondido en el don de la Eucaristía?
6. Los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación: La conversión es la primera condición para participar plenamente en la Comunión Eucarística. ¿Cómo perciben los fieles la relación entre el sacramento de la reconciliación y el de la Eucaristía? La celebración de la Santa Misa es también una fiesta por la salvación del pecado y de la muerte. ¿Cómo se responde a ese retorno de los pecadores, sobre todo en el Día del Señor, de modo que los fieles puedan acercarse oportunamente al sacramento de la Penitencia para participar en la Eucaristía? En la vida de las comunidades cristianas, se verifica una afluencia indiscriminada a la Eucaristía, o bien una abstención injustificada de la misma? ¿Qué se hace para ayudar a los fieles a discernir si ellos se encuentran en la debida disposición para acercarse a este gran Sacramento?
7. El sentido de lo sagrado en la Eucaristía: La Eucaristía es el misterio de la presencia real de Dios entre nosotros, pero al mismo tiempo es un misterio inefable. ¿Cómo debería expresarse el sentido de lo sagrado en referencia a la Eucaristía? ¿Cómo los sacerdotes y los fieles lo manifiestan en la cotidiana celebración de la Santa Misa y en las grandes festividades litúrgicas durante el año? ¿Existen actitudes o prácticas cultuales que oscurecen este sentido de lo sagrado?
8. La Santa Misa y la celebración de la Palabra: En referencia a las celebraciones de la Liturgia de la Palabra con la distribución de la Eucaristía, frecuentemente guiadas por un laico o ministro extraordinario en parroquias que esperan recibir un sacerdote: ¿cuál es la difusión de tal fenómeno en vuestras parroquias? ¿qué formación específica reciben los responsables? ¿Logran los fieles comprender la diferencia entre estas celebraciones y la Santa Misa? ¿Conocen adecuadamente la distinción esencial entre el ministro ordenado y el no ordenado?
9. La Eucaristía y los otros sacramentos: ¿En qué medida y con qué criterios los otros sacramentos son celebrados durante la Santa Misa? En ocasión de la celebración de sacramentos y sacramentales en el curso de la Santa Misa (matrimonios, funerales, bautismos, etc.) frecuentemente se verifica la presencia de no practicantes, de no católicos y de no creyentes; ¿qué medidas se toman para evitar la superficialidad o la falta de respeto en relación a la Eucaristía?
10. La presencia real de Cristo en la Eucaristía: ¿Han conservado los fieles de vuestras parroquias la fe en la presencia real del Señor en el Sacramento de la Eucaristía? ¿Perciben con claridad el don de la presencia real del Señor? ¿Se verifican en la liturgia de la Santa Misa o en el culto eucarístico hechos que pueden llevar a una menor consideración de la Presencia Real? Si tales fenómenos se verifican, ¿cuáles podrían ser las causas?
11. La devoción eucarística: ¿Ocupa el culto del Santísimo Sacramento el debido lugar en la vida de la parroquia y de las comunidades? ¿Qué importancia dan los pastores a la Adoración del Santísimo Sacramento, a la Adoración perpetua, a la Bendición del Santísimo Sacramento, a la oración personal ante el Tabernáculo, a la Procesión del Corpus Domini, a la devoción eucarística en las misiones populares?
12. La Santa Misa y la vida litúrgico-devocional: ¿Logran los fieles percibir la diferencia entre la Santa Misa y otras prácticas devocionales, como la Liturgia de las Horas, la celebración de los sacramentos y los sacramentales fuera de la Misa, la Liturgia de la Palabra, las procesiones, etc.? ¿Cómo se manifiesta la diferencia sustancial entre la celebración eucarística y las otras celebraciones litúrgicas y para-litúrgicas?
13. El decoro en la celebración de la Eucaristía: ¿Se presta atención al decoro de la celebración eucarística en vuestras iglesias? ¿Cuál es el contexto artístico-arquitectónico en el cual se desarrollan las liturgias eucarísticas, ya sean las solemnes como las feriales? ¿Resulta evidente a partir de esta ambientación que el banquete eucarístico es verdaderamente un banquete «sacro» (cf. Ecclesia de Eucharistia, 48)? ¿Con qué frecuencia y con qué motivos pastorales es celebrada la Eucaristía fuera de los lugares de culto?
14. Eucaristía e inculturación: ¿En qué medida hay que dar espacio a la inculturación en la celebración del Sacramento de la Eucaristía, para que sea evitada una malentendida creatividad que persigue modas fantasiosas y extrañas? ¿Cuáles son los criterios seguidos en la práctica para la inculturación? ¿Son tenidas en cuenta en la Iglesia occidental las normas propuestas por la instrucción «De Liturgia Romana et Inculturatione»? ¿Cómo se afronta el tema de la inculturación de la Eucaristía en las Iglesias orientales?
15. La nota escatológica de la Eucaristía: ¿Es suficientemente puesta en evidencia la nota escatológica de la Eucaristía en la catequesis, en la formación permanente, en la homilética y en la celebración litúrgica? ¿Cómo se expresa la tensión escatológica suscitada por la Eucaristía en la vida pastoral? ¿Cómo se manifiesta en la celebración de la Santa Misa «la comunión de los santos», que es una anticipación de la realidad escatológica?
16. Eucaristía, ecumenismo, diálogo interreligioso y sectas: Frente a las concepciones de la Eucaristía propias de los hermanos separados de Occidente, a los desafíos de las otras religiones y de las sectas: ¿cómo es preservado y presentado el Misterio del Santísimo Sacramento en su integridad, de modo que los fieles no sean inducidos a confusiones ni equívocos, especialmente en ocasión de los encuentros ecuménicos e interreligiosos?
17. Eucaristía e intercomunión eclesial: «La celebración de la Eucaristía no puede ser el punto de partida de la comunión» («Ecclesia de Eucharistia», 35). ¿Cómo son aplicadas las normas de la llamada intercomunión (cf. CIC 844)? ¿Conocen los fieles la norma según la cual un católico no puede recibir la Eucaristía en las comunidades que carecen del válido sacramento del Orden (cf. «Ecclesia de Eucharistia», 46)?
18. Eucaristía y vida moral: La Eucaristía hace crecer la vida moral del cristiano. ¿Qué piensan los fieles acerca de la necesidad de la gracia sacramental para vivir según el Espíritu y llegar a ser santos? ¿Qué piensan los fieles sobre la relación entre la recepción del sacramento de la Eucaristía y los otros aspectos de la vida cristiana: la santificación personal, el compromiso moral, la caridad fraterna, la construcción de la sociedad terrena, etc?
19. Eucaristía y misión: La Eucaristía es también un don para la misión. ¿Son conscientes los fieles que el Sacramento de la Eucaristía lleva a la misión que ellos mismos tienen que cumplir en el mundo según el propio estado de vida?
20. Todavía sobre la Eucaristía: ¿Qué otros aspectos no comprendidos en las preguntas precedentes deberían todavía ser tenidos en consideración en relación al Sacramento de la Eucaristía en vista de la preparación del «Instrumentum laboris» de la discusión sinodal?