A los Nuevos Sacerdotes.

Los sueños no son dormir y ya. No, son regalos de Dios para hacerlos realidad.


Muy queridos Carlos Alberto y Luis Eduardo.

Hoy, 24 día de San Antonio María Claret, se hace realidad ese sueño de Dios para con ustedes. Pues desde el seno materno Dios los miró y los llamó. De ahí que serán sacerdotes para siempre. Todo porque a través de sus estudios, tareas pastorales y parroquias donde hicieron camino se sembró la semilla y está a punto de dar fruto.

1. No tengan miedo. Fuerza en San Juan Pablo II. Dios en ustedes y la Virgen empujando. Para que el Señor Arzobispo Jesús procesa con bondad y les consagra y sean para siempre de Cristo y de la Iglesia en el bello servicio al pueblo santo.

2. Desde hoy para todos. Observen por un momento el rostro de sus familias, de los compañeros de Seminario, de los amigos y de ese pueblo que en oraciones ha pujado para ver este momento tan inolvidable. Y todo porque para ellos, y solamente en ellos, estará la acción del ejercicio ministerial. Por tanto no se encierren. Abran a Dios corazón y vida.

3. No es un simple rito. Es una gracia de Dios que los ha llamado ungiendo manos, imponiendo manos para lanzarse a la predicación, el perdón y esa añorada salvación. Ahí patena y cáliz en la claridad de la casulla (casa de Dios) sin olvidar la cruz de Cristo y la fuerza del Espíritu Santo.

Todos los sacerdotes, pero todos, ahí estaremos para orar e imponer las manos como señal de hermandad y de amor en Dios que los ha llamado. Por eso hombres de Dios que desde Dios entran al Presbiterio como hermanos menores que necesitan de cuidado y atención.

En Ustedes crece la esperanza de una Iglesia cumanesa necesitada de muchos y santos sacerdotes. Gracias Madre de Altagracia por su altura hermosa nos regalas lo que tanto te hemos pedido con el corazón. Felicitaciones.

Ser sacerdote no vale la pena, vale la vida.

Benedicto XVI
Padre Marcelo. @padrerivas


Padre Marcelo. @padrerivas

2020 octubre 24

Ante tanta violencia contra la Iglesia Católica.

Un templo es una casa.


Un templo es una casa. Si, una casa construida para darle culto a Dios y poder reunirse los católicos para orar y reencontrarse. Y las imágenes sagradas son representaciones (estatuas, pinturas mosaicos, esculturas...) de contenido religiosos, que vienen efectuados con diferentes materiales y con diferentes estilos. En particular éstas, representan Dios Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo, la Virgen y los Santos. Es decir, que son fotos que nos señalan grandes significados. ¿A quién le gusta que le rompan una foto de la mamá? ¿O a quién le agrada que le rompan, le quemen la casa?
Y eso es lo que sucede en el mundo de hoy. Un ataque con brutalidad, saña y profundo odio. Lo que vemos contra templos e imágenes religiosas. Aquí lo hace la delincuencia y el régimen cuando humillan a obispos, sacerdotes y laicos comprometidos con la fe.
Eso que queman y humillan ha existido y existen gracias a un llamado. Ministros escogidos entre los hombres para llevar a los hombres a Dios. Preparados y consagrados a Dios. No son cualquier cosa, ni mucho menos inventos para salir del paso. Si así fuera todos serían sacerdotes, obispos, laicos comprometidos. Por tanto, consideración, respeto y profunda reverencia por lo que son y hacen.
En respecto a las imágenes viene de tiempos antiguos. Desde los primeros siglos, se realizaban y utilizaban imágenes sagradas. Todo para ayudarnos a la fe y a la belleza de Dios. Es verdad que el Antiguo Testamento Dios había ordenado: “No harás ídolo ni algún imagen de lo que está arriba en el Cielo, ni de lo que está abajo sobre la tierra, ni de lo que está en las aguas bajo la tierra” (Éxodo 20,2-4) y lo hace por el ambiente politeísta (falsos dioses) Pero a la vez Dios, siendo autor de toda belleza, (Sabiduría 13,3) invita a hacer imágenes que simbólicamente conducirían a la salvación obra de la Palabra encarnada: Así la serpiente de cobre, ( Números 21,7-8) el Arca de la alianza y los querubines (Éxodo 25,10-22) Y el Concilio de Trento con un decreto del 1563 aprobó y justificó el culto de las imágenes y condenó aquellos que expresaban el contrario.
Nosotros necesitamos expresarnos por medio de los signos, gestos, símbolos. Necesitamos relacionarnos. Dios nos habla a través de la creación visible. Creados a imagen de Dios. El hombre mismo es semejante a Dios. Entonces, conociendo Dios en su ser y en sus obras, el hombre se conoce asimismo. Y lo más bello, Dios se hizo visible en Jesucristo. (Juan 14,9) De ahí se justifica el tener y venerar imágenes religiosas. La grandeza de sus milagros, parábolas, los sacramentos.
Claro que ninguna imagen podrá expresar plenamente el misterio de Dios. Por eso debemos insistir en la catequesis que acompaña y va purificando para tener plena evangelización de los pueblos. Sin olvidar que es una invitación a la oración. Como lo es la foto de mi madre que hace tiempo partió a la eternidad. De ahí que a las imágenes se les tenga respeto (Veneración) Pero, eso sí, se venera lo que representa para no caer en idolatría.
Ojalá volviéramos al respeto para que juntos preparemos la vida futura para ser todo en todos en Dios. Pues esa violencia es mala y quien siembra violencia cosecha destrucción, dolor y muerte. Nunca justifiquemos ninguna violencia.


Padre Marcelo. @padrerivas

2020 octubre 20

Adelante pues…

La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibro hay que seguir pedaleando. Albert Einstein.

Es verdad que no existe mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, pero también es verdad, que al mal tiempo buena cara, que también hay que saber esperar para no desesperar. Todo lo anterior, uno lo dice o lo repite para darse ánimo y salir adelante. Pero la verdad verdadera es que, en medio de toda, esta abrumadora situación de problemas hay que saber capotearlos Ese poder salir a flote no es para simplemente buscar aire y saber que al instante uno se ahoga. No, pues aquí, en primer lugar es saber reconocer la situación problemática. No para acariciarla o acostumbrarme a ella. Sino para conocerla y así poderla vencer. Y en segundo lugar, intentar recurrir a herramientas “muy útiles” para buscar tranquilidad y camino de soluciones. Para hoy, me estoy refiriendo a la Palabra de Dios (Octubre mes de la Biblia) Aquí no hablo de tenerla como amuleto o adorno de casa. Es la Palabra como apoyo delante de esta situación tan angustiosa. Problemas como enfermarse y por no tener recursos se muere la gente. O la carestía donde lo miserable de una pensión no le permite comprar comida o la situación humillante de un régimen que aplasta, maltrata y esclaviza al ciudadano contra su dignidad. Hay una realidad donde el país entero está traumatizado y también el mundo entero. Hay que buscar consuelo. No hablo de soluciones mágicas donde el engaño protestante se hace visible y muy rentable. Es buscar consuelo para salir adelante con la ayuda de Dios (Su Palabra) Lo digo porque lo pero que nos puede pasar es que nos conformemos, es decir que nos acostumbremos a vivir de esa manera y nada, ni nadie nos puede ayudar. Todo lo humano le interesa a Dios y es más, en la cruz se hizo realidad su amor y su entrega. No son nuestras simples fuerzas, es la fuerza de Dios que nos sostiene. Bien lo dice Santiago 5,13-14 ¿Hay entre ustedes alguno desanimado? Que rece. ¿Está alguno alegre? Que cante himnos a Dios. ¿Hay alguno enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. Una persona que se acerque a la Biblia será siempre más feliz que las demás y el sufrimiento tendrá menos efecto torturador y desmoralizante. Se hace muy cierto que las personas que empiezan a leer la Biblia tienen mayores probabilidades de experimentar alivio que quienes dejan de leerla. Pues es muy interesante ver cómo la gente buscaba a Jesús. Le querían tocar, incluso Jesús los felicitaba por su fe. Todo porque Jesús nos ofrece y brinda esperanza. Es tan poderosa su acción que nos sana. Pero no puedo quedarme de brazos cruzados en solo lamentos y tristezas. Hay que buscarlo y en la Palabra está su presencia. Les dejo unas citas al mejor estilo: de teléfonos de emergencia. Bendición de Dios Números 6,24-26 Paz Juan 14,27 Fortaleza. Salmo 73,26 Para ser feliz 1 Pedro 3,10-11 Ante abandono Salmo 27,10 Gracia y paz. Romanos 1,7 Confiar en Dios Proverbios 3,5 "En tus manos encomiendo mi espíritu, y tú, Señor, Dios fiel, me librarás." Salmo 31,6

Padre Marcelo. @padrerivas

2020 octubre 18

Venezolanos que triplemente huyen

Es doloroso decirlo y peor es vivirlo. Son muchos, los cálculos hablan de 2,3 millones que han huido, y han regresado unas 100 mil. Doloroso porque huyen con pavor y mucha tristeza. Y la tercera son los que internamente en cada país se desplazan buscando ayuda con sus familiares.

El Papa Francisco ha dedicado su mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado a los desplazados internos, un drama casi invisible que la crisis mundial causada por la pandemia de la Covid-19 ha agravado.

1.La primera huida. La de venezolanos aterrorizados con la terrible situación que se vive en Venezuela han tenido que salir, abandonando todo, para buscar mejoras. Ese desplazarse ha sido muy difícil y penoso. Atrás la familia, la casa de sus padres, el estudio, aquel trabajo que no le permitía crecer frente a todo un desorden económico y moral de un país que es tragado por una politiquería de corrupción, persecución y delincuencia que azota y mata. Afuera han recibido muchos maltratos y a la vez los han engañado, robado y explotados.

Hay que partir de “conocer para comprender”, pues el conocimiento es un paso necesario hacia la comprensión del otro. (Papa Francisco en su mensaje Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado)

2.La segunda huida. La de venezolanos que han tenido que regresarse. Todo por el brote de la pandemia en los países donde han querido hacer su nueva vida. Sin dejar a un lado los muchos sacrificios que han realizado para sobrevivir. Su regreso ha sido muy, pero muy doloroso. Muchos a pie, por trochas, caminos peligrosos y sintiendo la mirada que desprecia y condena. Al llegar son robados y maltratados por fuerzas militares y policiales que abusan y agreden sin miramientos y cobardemente.

No hay que olvidar que “para reconciliarse se requiere escuchar”. Gracias a esta escucha, tenemos la oportunidad de reconciliarnos con el prójimo, con tantos descartados, con nosotros mismos y con Dios, que nunca se cansa de ofrecernos su misericordia. (Sigue el Papa en su mensaje)

3.La tercera huida. La de venezolanos que por la situación interna tienen que volver a sus casas de familia buscando auxilio y socorro. Son muchos los que han perdido el trabajo y la estabilidad. Falta de oportunidades de empleo, no hay gasolina, no les alcanza el dinero para comprar lo necesario. Enfermos y sin atención sanitaria se ven “obligados” a volver a su terruño del cual salieron llenos de esperanza.

Se necesita también “involucrar para promover”. Si queremos realmente promover a las personas a quienes se ofrece asistencia, tenemos que involucrarlas y hacerlas protagonistas de su propio rescate, motivando espacios donde todos puedan sentirse convocados y permitir nuevas formas de hospitalidad, de fraternidad y de solidaridad (Sigue mensaje del Papa Francisco)
Son tristezas alojadas en el corazón, muy difícil que se olviden, y que han marcado a muchos venezolanos. Hoy rogamos a Dios, portador de todo consuelo, que haga nacer en todos sentimientos de reconciliación para poder salir adelante. Virgen de Coromoto acompáñanos y bendícenos.


Padre Marcelo. @padrerivas

2020 octubre 06

Con Dios todo

"Porque a los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a Mí no siempre Me tendrán” (Mateo26,11)
Por estos lares, Cumaná, hacemos esfuerzos por mantenernos y tender la mano a los que tienen mayores dificultades para seguir en pie. No me refiero a los pobres, porque todos estamos pobres y viviendo indignamente, sino a personas que viven situaciones muy duras. Enfermos crónicos o terminales sin medicamentos o asistencia (Cáncer-diálisis-diabéticos) Personas a las cuales no les alcanza el dinero ganado en el trabajo para alimentarse adecuadamente y padecen desnutrición y una profunda languidez (Enflaquecimiento) O aquellas familias que por fenómenos naturales, por ejemplo lo que reseña la Fundación Cumaná en Twitter (@reporteroprensa) referente al Señor Luis Araguache, quien perdió la cosecha de café 2000 matas, el techo y los enseres de su vivienda. Lamentablemente, a estas alturas, luego de cinco crecidas del río; es uno de los damnificados de la parroquia Raúl Leoni en el municipio Sucre, Santa Fe, Estado Sucre.
Son muchas las situaciones de dolor y tristeza que se viven y que son padecidas por muchos. Demasiados que sobreviven delante de esta calamidad llamada pobreza. Una pobreza que es creada por personeros que les conviene esta situación, creciendo sus riquezas cuando la mayoría padece los rigores del hambre, desempleo, enfermedad, miseria.
Delante de todo y en base a Mateo 26,11 observemos que Jesús está en casa del leproso (Simón) Marta sirve y allí está Lázaro. María con perfume (muy costoso) unge los pies de Jesús. Esto escandaliza. Pero aquella mujer entrega lo de mayor valor que poseía. Comparte su amor sin hacer muchos cálculos. Esto lo refiero porque hay muchos que afirman: ¿para qué tanta ayuda si no agradecen? ¿No lo merecen? ¿Son los que apoyan esta situación de dictadura? Me refiero a los muchos Judas Iscariote.
Pienso, que si para el régimen que se aprovechan de los pobres, para nosotros los católicos, los pobres son una oportunidad para hacer siempre el bien. Y esto lo digo, porque Jesús, delante de todo, responde con esa verdad, primero no molestar a la mujer, déjenla su obra es buena, y segundo a los pobres siempre los tendrán con ustedes, y podrán ayudarlos cuando quieran, pero a mí no me van a tener siempre.
Es una invitación al hacer, no tanto a criticar o quedarse sin hacer nada, delante de la pobreza. Es una invitación a la generosidad, pues no somos lo que tenemos, sino lo que damos (Hechos 20,35) No es una simple limosna y ya, más bien, es para servirles y atenderlos, es decir, organizarnos para poder promocionarlos, sacarlos adelante.
Dios nos ayude a vivir en justicia, en verdad y misericordia por siempre amén.


Padre Marcelo. @padrerivas

2020 octubre 02

«El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.» Winston Churchill.

Son muchas las cosas que nos van quitando las ganas de seguir luchando delante de esta Venezuela del dolor constante. Pero me atrevo a escribir, rogándoles a Ustedes, le coloquen el título al escrito.

Anteriormente les había escrito que debíamos tener una actitud buena para salir adelante, pero ahora, mientras, escribo, se acumulan tantas cosas negativas y angustiosas que hay que seguir reflexionando. Y todo, porque se necesita, para no caer por el barranco de la decepción y nos paralicemos por completo. Entonces, 2 reflexiones:

1. “Tira la toalla” Muhammad Ali Casusclei. El boxeador más grande de todos los tiempos daba batalla con Yor Foreman y después de 9 asaltos le dice a su entrenador, Ángelo Dundee, que no puede más y que por favor tire la toalla. El entrenador le pide que se levante y siga. Termina el asalto y Clay le insiste que tire la toalla, El entrenador le responde; levántate y sigue. Ya para el último round, completamente devastado, Clay sentado le dice: por favor, ya no puedo, tira la toalla, El entrenador le ruega; por favor ponte de pie, Clay se levantó y Yor Foreman no salió a pelear. Una historia digna de aplicarse a la vida, nada con la violencia, pero si a ponerse de pie, constantes y esfuerzo para triunfar.

2. Posturas delante de una piedra. El distraído tropezó con ella. El violento la utilizó como proyectil, El emprendedor construyó con ella. El campesino cansando la utilizó como asiento. Para los niños fue juguete. David mató a Goliat y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura. En todos los casos, la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre. Entonces, no existe piedra en el camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.

Lo que está sucediendo en Venezuela es algo de grandes dimensiones, incluso un salvajismo brutal y fuera de lo normal. Porque, estoy consciente, que para “algunos” que quitarle la vida a un hombre no es nada, comparado con quitarle el corazón. Si, y creo que me entiendan, pues me refiero, a esa técnica macabra, llevada de día en día, preparada para ir quitándonos las ganas, la lucha, todo esfuerzo y que nos acostumbremos a vivir a como ellos quieren y lo están logrando. Perros que ladramos pero estamos amarrados y sometidos. Comemos sí, pero muy mal. Salimos a la calle sí, pero a pie. Gritamos sí, pero no contra ellos. Votamos sí, pero ganan los de ellos. Trabajamos sí, pero explotados por el bajo salario de humillación…

Ante esto, hay que hacer algo. Muchos han muerto tratando de gritar, reclamar, marchar. Nosotros, perdonen, pero vivimos sometidos y estamos a punto de tirar la toalla y de ponernos a llorar delante de la piedra. La idea no es llorar, ni encerrarnos, ni mucho menos abrazar la esclavitud que nos quieren imponer. Es reaccionar. Y esa reacción no es esperar que se colme el vaso y con violencia se tenga que reclamar. Aquí tenemos que unirnos. Pues es más lo que nos une que lo que nos divide.

Entonces es la hora de unirnos como lo decía el Libertador Simón Bolívar: «La unión debe salvarnos, como nos destruirá la división si llega a introducirse entre nosotros»


Padre Marcelo. @padrerivas

2020 septiembre 30

Por una familia de fe y esperanza.

"Como camina la familia así mismo camina el mundo” San Juan Pablo II Cualquiera dirá que esta pandemia reunió a la familia dispersa y la encerró, para que hora si, sea familia de verdad. Y esto lo digo, ante lo disperso que se encuentra la familia hoy en día. Pero, ¿de qué sirve estar encerrada si no se comunica y tampoco vive los valores del amor, la fe y la alegría?

La familia no es solo reunirse y ya. Pues son muchas que van a todas las reuniones y andan divididas, alejadas del verdadero amor. Pues esas reuniones las cumplen dentro de ese “para no dejar y evitar” Por tanto no olvidemos que la familia es vida y escuela. Pero esa vida hay que alimentarla y a esa escuela hay que cuidarla.

Entonces, en la familia debe estar Jesús. Un Jesús presente en el sacrificio de los padres como en aquella Familia de Nazaret. Una familia con Jesús es la que sabe trasmitir la fe. La llamamos Iglesia doméstica donde el ejemplo impera y así la santa Palabra se difunde. En ese ambiente se deja escuchar la buena noticia viviendo los valores de la esperanza y la libertad.

Una familia que acepta, con fe, la Palabra de Dios, tiene como base el perdón. Todo porque los pequeños ven a sus padres como se perdonan recíprocamente. Sin olvidar el ejemplo en esa fidelidad al matrimonio. Lugar bello que permanece en el amor a Dios.

De ahí que tengamos que reconocer y decirlo hasta el cansancio: la familia debe ser esperanza del mundo. En ella la fuerza de la paz bien lograda en unidad. Con problemas pero también con soluciones. De una paz que se produce en ese amor, en esa aceptación y repito, en el perdón. Bien cabe aquí: familia que reza unida permanece unida (P. Patrick Peyton) y al hacerlo produce correctivos contra resentimientos, venganzas y los odios que hacen tanto daño.

Hoy bendecimos a Dios porque son muchas, muchísimas las familias que forman en torno a Jesús una mancorna de donde reciben alimento y cuidado. Me refiero a la oración que va produciendo frutos abundantes de solidaridad para con otras familia en problemas.

Por tanto, son familias de fe y esperanza, porque viven a Jesucristo, que se ha encarnado en nuestro mundo por medio de una familia, para que puedan ser testimonio de amor y paz. Nos corresponde a nosotros, los que venimos de familias felices, animar y defender el valor familiar, tan golpeado en estos días, por la furia del materialismo y del egoísmo. Y así, “Jesucristo, a través del testimonio de las familias cristianas tiene el poder, en cada generación, de derribar las barreras para reconciliar al mundo con Dios y hacer de nosotros lo que desde siempre estamos destinados a ser: una única familia humana que vive junta en la justicia, la santidad y la paz” (Papa Francisco)

Que esta pandemia no se lleve y no borre los deseos “puros” de una Iglesia en salida y por ende, una familia en salida misionera viviendo el evangelio con alegría familiar. Como un nuevo Pentecostés para desafiar los malos momentos para convertirlos en novedad de intimidad con Jesucristo guardián y bendición de todas las familias. Esa novedad es alentada por María Santísima, que en aquellas bodas de Caná, nos recuerda: “Hagan lo que Él les diga” (Juan 2,5)

“Cristo en mí, Cristo detrás de mí,

Cristo junto a mí, Cristo debajo de mí, Cristo sobre mí”

San Patricio.


Padre Marcelo. @padrerivas

2020 septiembre 21

No es evangelizar por no tener más qué hacer.

Todos estamos llamados a la acción evangelizadora. Nadie puede decir que para mañana o luego voy. No, es cosa de ir y hacer realidad el mandato de Jesucristo. Pero ir por ir. Por puro cumplimiento. Cumplir y mentir. No es de personas serias y menos de responsables.
Entre nosotros debe aparecer “el nuevo rostro de la evangelización” que no es otro que la alegría de llevar a todos la Palabra de Jesucristo para una sana conversión. Y para ello hay que ir dando pasos, que no son gigantes, sino como aquella canción “paso a pasito…” Y me apoyo en Colosenses 1,25 “Dios me ha confiado anunciarles plenamente su Palabra” Entonces el llamado es que todos, sin excepción, nos convirtamos en discípulos y apóstoles.
Quisiera partir de una experiencia altamente positiva, se trata la de la Sectorización parroquial, la cual acerca a la gente al quehacer parroquial para conocerlos, servirles y amarlos más. Experiencia que hace que aparezca “la pequeña comunidad” que viene a ser fuente de vida integral en la parroquia. La cual se nutre de “las casas de oración” que van alimentando y rejuveneciendo a las familias en el camino a la conversión.
Entonces, ¿cómo sería esa Nueva Evangelización? A la luz de la invitación que nos hizo San Juan Pablo II en ese evangelizar con “nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones” y que el Papa Francisco llama “Iglesia en salida”

1. Nada de críticas o señalamiento. Nos vamos a encontrar a muchos indiferentes que creen que vivir de esa manera está bien para ellos, pero que realmente es un escándalo. Por tal, no caer en la trampa de etiquetar o tratar del “deberías hacer así o no hacer esto” para que de inmediato venga el rechazo. Aquí no hay que olvidar que Dios nos propone un camino de amor y no en el deber por temor.

2. Lo mejor es el ejemplo. Decía San Juan Bosco: “la prédica más eficaz es el buen ejemplo” Somos muchos que intentamos convencer a los otros con nuestros propios argumentos, olvidando que la conversión de otros no depende de lo qué digamos, sino del ejemplo. La señora X, todos los días se detiene frente a la capilla de los Chaimas, Fátima y allí adora al Señor Eucaristía que sabe que está en el sagrario. Todos la ven. Todos observan. Aparte de su vida coherente, recta, justa y alegre.

3. Llenarse de Dios. Porque vacíos nos lleva el viento. Recibir a Jesús Eucaristía en la Hostia Consagrada con gran fervor, fe y amor. Y luego sí, ir por todo el mundo, llevando la buena noticia de la salvación.

De las tres, todas importantes, pero la más sublime, el recibir a Jesús Eucaristía. Regalo de amor que baja del cielo para hacer tienda en nuestras almas. Bien lo dice Jesús: “Yo soy el pan de vida…” (Juan 6,22)
Empieza haciendo lo necesario, continúa haciendo lo posible; y de repente estarás haciendo lo imposible. San Francisco de Asís.


Padre Marcelo. @padrerivas

2020 septiembre 16

No volamos, pero hay veces que casi no nos podemos mover por el cansancio del ajetreo del día.

Muchos creerán, que porque tenemos los templos cerrados debido a la cuarentena, los sacerdotes también estamos encerrados. Pues no. Hay muchas cosas, que en silencio se van haciendo. La primera la Santa Misa (Eucaristía) en agradecimiento a Dios y seguir pidiéndoles fuerzas para proseguir. Segundo atendemos a enfermos y consolamos a quienes han perdido un ser querido. Tercero seguimos con nuestras obras sociales y vamos demostrando que en situaciones difíciles las oraciones deben crecer al igual que las obras. La asistencia a los más pobres y la orientación adecuada para ir saliendo de esta terrible situación. "Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir" (Jeremías 20, 7).

Por eso hoy vemos al Señor Arzobispo que, en medio de un gran esfuerzo, nos acompaña a repartir la sardina en comunidades pobres, se reúne con comunidades foráneas para animar a todos para que coloquemos la esperanza en el Doctor José Gregorio Hernández “Médico de los Pobres” para su pronta y alegre beatificación. Compartiendo el pan “sudor y esfuerzo” en ese toque amoroso de casas de los más lejanos y olvidados.

No son momentos para aplausos, ni para que nos cataloguen como “hombres de capa” Nada de eso, somos servidores que desde los rincones como luciérnagas salimos para traer luz y color a tantos que necesitan la alegría de Dios resucitado. "ven y sígueme" (Marcos 10, 21).

Por eso, les pedimos una oración para seguir cumpliendo con el llamado de Dios al servicio. Dios les pague.

Llegan a nuestras casas rogando un favor,

y sin poder decir que no, abrimos puertas y corazón.



Padre Marcelo. @padrerivas

2020 agosto 27

Estudios de organismos internacionales han mostrado los devastadores efectos del Covid19 en nuestra región. Más de 200.000 latinoamericanos y caribeños han muerto. Alrededor de cinco millones han sufrido el contagio. Se estima que el número de pobres llegará este año a los 215 millones, es decir, al 35% de la población de América Latina y el Caribe. Es un dato escandaloso que repercute en nuestras conciencias. Más que cifras, se trata de personas que superan en número el total de la población de Brasil y equivale a más de 60 veces el número de habitantes de Uruguay.

*Consejo Episcopal Latinoamericano. Carta a los Líderes y Gobernantes de América Latina y el Caribe.* (Introducción)

Esta crisis va de la mano del abuso de poder, la desgracia para los más pobres y una crisis sanitaria que cobra vidas a montón. Esta es la situación que atraviesa América latina y del Caribe y donde Venezuela no se queda por fuera. Diría que por aquí las cosas se ponen más difíciles. De ahí que el Consejo Episcopal Latinoamericano, con su presidente Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, O.F.M. Arzobispo de Trujillo, Perú, emitan una carta muy realista ante esta situación tan grave.

Ellos, los Obispos, hablan de una crisis sanitaria, la cual en Venezuela está por el suelo. El régimen llama a una cuarentena en una crisis sanitaria descomunal. Déficit de camas, y fallas de infraestructura en sus hospitales públicos, un acceso poco eficiente e irregular a insumos médicos y medicinas y con poco personal debido al bajo sueldo. Además, con la vuelta de enfermedades que ya habían sido eliminadas: malaria, la difteria y el sarampión. No hay vacunación, no hay agua potable, abandono de las vías… Esto se agrava “picando y extendiéndose” Y todo oculto para “tranquilizar” Esto lo sabe la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pero como es sabido es olvidado o engavetado.

Cabe aquí hacer referencia a la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI UCAB) que entre muchas cosas, demasiadas, nos dicen: Venezuela es el país más pobre de América Latina y el perfil nutricional se asemeja a países de África. Donde la pobreza de ingresos afecta a 96% de los hogares y la multidimensional a 64,8%. Venezuela se ubica como el país más pobre y el segundo más desigual de América Latina (coeficiente Gini 51,0) detrás de Brasil; pero cuando se juntan las variables inestabilidad política, PIB y pobreza extrema, Venezuela aparece en el segundo lugar de una lista de 12 países –que encabeza Nigeria y termina con Irán– seguida de Chad, Congo y Zimbabue.

El Consejo Episcopal Latinoamericano, muy preocupados, nos invitan a construir entre todos una mejor Casa Común. Señalando que el Covid-19 y sus efectos devastadores harán aumentar la pobreza, hablando de unos 215 millones, es decir, el 35% de la población de América Latina y el Caribe. Y lo dan a conocer porque eso es escandaloso y repercute en nuestras conciencias. Bien lo decía el Papa Francisco en la Audiencia General de este 26 de agosto: una economía enferma produce el virus de la desigualdad.

Exigen voluntad política para curar las estructuras sociales enfermas para ello “una nueva vacuna” Todo porque la Iglesia no puede callar y tiene que seguir siendo la voz de los pobres. Pero aquí en Venezuela sometidos por un régimen que esconde cifras y nos encierra para seguir ocultando el problema del combustible, vive el drama de una cuarentena sin estímulos a las empresas, a la agricultura y a una sociedad que agoniza sin agua, sin gas y luz que parpadea quemando artefactos.

*Sería muy interesante volver a leer con atención esta carta del Consejo Episcopal Latinoamericano y nunca perder la fe en Dios que nunca nos abandona.*

*No les das a los pobres de lo tuyo, sino que les devuelves lo suyo.*

*San Ambrosio, siglo IV*



Padre Marcelo. @padrerivas

2020 agosto 26

*No es secreto que la situación está mal.* Diría el pesimista muy mal pues pica y se extiende. Pero sin caer en frases de cliché o las usadas por timadores de oficio. Vengo a animarlos. Si, a animarlos y a animarme. Sin esconder la realidad: encerrados, asustados, oyendo mil noticias negativas, con malos recuerdos, en una soledad que nos esclaviza y nos hace daño. Todo, como las ganas con el hambre. O aquello que cuando lava el pobre llueve.

Escuchando al canción *“La voz de María”* original de Roberta Torresi y Paolo Bisogno, muy bien interpretada por la cantante Chio López en versión español, pude cerrar los ojos y traer a la memoria al sufrido Job. Varón perfecto que temía a Dios y se alejaba del mal (1,1) De gran riqueza, con buena fama. Pero siempre el Satán (El mal) (vv. 6) Haciéndole ver a dios que Job hacía todo por interés. (vv.9) Dios le da permiso para que toque todo menos su persona. (vv.12)

Sus hijos, su ganado, sus tierras, su servidumbre han desaparecido (vv.13-19) Pero Job, postrado en tierra, dijo: Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo allá volveré.)Yavé me lo dio, Yavé me lo ha quitado, ¡que su nombre sea bendito! (vv.21) Pero como Satán no tiene vacaciones volvió y dijo: Piel por piel. Todo lo que el hombre posee lo da por su vida. Pero extiende tu mano y toca sus huesos y su carne; verás si no te maldice en tu propia cara. (2,4-5) Yavé dijo: Ahí lo tienes en tus manos, pero respeta su vida. (vv.6) Y una llaga incurable apareció en Job (vv.7) Job dijo: Si aceptamos de Dios lo bueno, ¿Por qué no aceptaremos también lo malo? (vv.10)

No es un relato simplista, espiritualista y de resignación, todo lo contrario. Es un relato real de sufrimiento y a la vez de aceptación. Además se hace presente el mal que nunca va a querer la felicidad para nadie. Job recibe la visita de los negativos que en vez de animar se convierten en los que “abren las heridas” (vv.11-13) Job maldice el día de su nacimiento (3,3)

Despabila Job y les respondió: ¿Hasta cuándo me cansarán y me acorralarán con sus discursos? Ya me han insultado diez veces, ¿y no se avergüenzan de maltratarme así? ¡Aunque de hecho hubiera errado, conmigo estaría mi error! (19,1-4) Hasta que Job decide: mientras esté mi espíritu en mí y el aliento de Dios en mis narices, no diré falsedad ¡ni saldrá mentira de mi boca! Lejos de mí darles la razón: mantendré mi inocencia hasta la muerte. (27,3-5) Finaliza el poema de Job en el capítulo 42. Aumentando el doble de todos sus bienes (vv.10) Viviendo 140 años y viendo a sus hijos y a sus nietos hasta la cuarta generación. (vv. 16-17)

Entonces, volviendo al versículo 10 del capítulo 2 “Si aceptamos de Dios lo bueno, ¿Por qué no aceptaremos también lo malo?” Frente a esos problemas hay que despertar, no tanto para quejarnos o culpar a alguien, sino para animarse a continuar, pues, “si por aquí llueve en otras partes no escampa” No niego la situación, pero tampoco me voy a quedar en soledad maldiciendo, más bien, viendo a Job “que tomó entonces un pedazo de teja para rascarse y fue a sentarse en medio de las cenizas” (vv. 8) Hagamos silencio, en medio de todo, respiremos profundo, y recordemos lo maravilloso de Dios para *finalizar, con esa mirada al cielo, haciendo nuestras las palabras de Job:* *“Bien sé yo que mi Defensor vive y que él hablará el último, de pie sobre la tierra.* *Yo me pondré de pie dentro de mi piel y en mi propia carne veré a Dios.* (19,25-26) Bendito sea Dios.

Padre Marcelo. @padrerivas

2020 agosto 23

Aunque no es lo importante para “algunos”, para muchos sí, pues se vive, se avanza, se lucha y se trata de mantener. Estamos en un país donde todo puede o sucede, ya que no ha terminado una noticia cuando aparecen tres. Entonces, pareciera que mantenernos ocupados en lo mediático, en el calvario de situaciones y en la diatriba política es la técnica de un régimen sin compasión y cuyo objetivo es mantenerse y perpetuarse en el poder.

*¿Qué hacer?* Desgastarse en ese ir y venir a pie limpio buscando comida, medicinas y arreglo de los artefactos que las idas y venidas de del fluido eléctrico nos ha dañado, por no decir quemado. O empatarnos en una campaña electoral bañada por la trampa, el abuso y los intereses politiqueros de grupos que también se quieren mantener, con aquello de “rio revuelto ganancia de pescadores” Sin dejar de pensar en la pandemia, por cierto bien aprovechada por el régimen, para ocultar y desatar prácticas inhumanas contra disidentes y pueblo en general.

No puedo negar el esfuerzo de muchos que ayer dieron sus vidas, y de los que hoy continúan al frente dando la cara por una democracia real y efectiva. Pero eso es como una gota en el océano. Y aun así, recuerdo aquella frase de la *Madre Teresa de Calcuta "A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar; pero el mar sería menos si le faltara una gota".* Después de todo, para este mar, cada gota es indispensable. Como para Venezuela es muy imprescindible mantenernos unidos, pero no de cara y presencia, sino de corazón. Colocando toda la carne en el asador y dando lo mejor donde el único y total interés sea el bien de todos.

1. Ir a votar con un CNE quien diseñó un sistema electoral a la medida del régimen es un suicidio.
2. La comunidad internacional “apoya la democracia” pero tienen tantos problemas por allá que prefieren resolverlos, y que nosotros esperemos o no las arreglemos.
3. Si los partidos políticos no se ponen de acuerdo y siguen como perros y gatos todo se irá por el bajante de un régimen que aprovecha y suma sardinas para su sartén.
4. Somos un pueblo sometido por un régimen que nos empobreció para aprovecharse y manejarnos.
5. El régimen utiliza la pandemia como escudo para asegurar “permanencia y prestigio” Escondiendo la situación gravísima de lo sanitario, carestía y ausencia de combustible.

Diría Chespirito: ¿Y ahora quién podrá defenderme? Así nosotros y el grito es porque nos estamos desgastando entre pandemia y régimen para ir “cuesta abajo en la rodada” (Alfredo le Pera y cantado por Carlos Gardel) En un pasado que se añora y que ahora es desgracia pura y en pleno desarrollo.

*Es lamentable decirlo, pero todos los días se vive un escenario de guerra donde sobrevive quien pueda y los mismos venezolanos nos echamos tierra unos a otros.* *Por tanto no es votar o salvarnos.* *Es sobrevivir en medio de tanto dolor y pérdidas que nos señalan que necesitamos líderes, es decir, hombres y mujeres que promuevan acciones con expectativas positivas y razonables.*

*Que lamentable que esta edad tenga*
*que ver a un país hundido y quebrado por apetitos salvajes.*


Padre Marcelo. @padrerivas

2020 agosto 22

Comenzar es fácil cuando hay fe, pues ella nos da la paciencia, y eso es lo que se requiere en Venezuela. Mucha agua ha pasado por debajo del molino y muchos han partido ofreciendo lo mejor buscando salidas y soluciones. Hoy nos encontramos entrabados, casi sofocados. Pues el poquito de oxigeno se agota porque para salir del ahogo todos patalean y nadie se deja ayudar.

Esto nos obliga a reposar. No es el reposo del guerrero después que triunfa se tumba a celebrar, no, es reposar para repensar y seguir adelante. Hasta aquí muchos esfuerzos, pero todos en direcciones contrarias. Esto ha traído desgaste, divisiones y en especial, que el verdadero enemigo crezca con mayor fuerza. Pareciera que le damos, con nuestros malos comportamientos, un segundo y tercer aire.

Es un grito unánime y por el cual todos estamos de acuerdo. Necesitamos con urgencia un cambio. Que en nada hace referencia al “quítate para ponerme yo” No es cambio de figura, sino de acción que favorezca a todos y no a un grupito chupador. Cambio con nueva mentalidad, la del cambio para bien, nunca para peor. Ya los Obispos han encendido una llama que estaba a punto de apagarse y levantando ronchas han hecho aparecer señales muy interesantes.

Por tanto, es la hora de asumir con valor y dignidad las tareas que a unos y a otros les corresponde. No es fácil, pero tampoco imposible. Además creo que no hay coincidencias, sino que Dios tiene un propósito en todo, y ese es que seamos felices, para hacerlo realidad pasa por corazones e inteligencias de cada uno de nosotros.

Un día se perdió un niño en la vecindad y papá me dijo: sería más fácil la búsqueda si preguntaran a la familia su actitud frente al niño. Esto mismo nos debemos preguntar. ¿Cuál es nuestra actitud para con Venezuela? Del trato que le demos a nuestras convicciones, con respecto a las medidas a tomar a favor del país, serán los resultados en el logro por alcanzar. Porque en el pueblo todos salieron a buscar al niño, pero nadie preguntó: ¿si habían castigado al niño o le había ofendido para que él hubiese huido o escondido? Necesitamos, entonces, dar respuestas a esta situación, en unidad y no en desbandada donde nos podemos golpear incluso morir en el intento.

Creo que andamos muy desesperanzados y profundamente desconfiados, cuestión que agrava la situación y endurece el corazón. Roguemos, entonces, a Dios, nos ayude a estar más unidos en la verdad de acción y así salir airosos y bien motivados por el bien de todos para alcanzar soluciones efectivas.

"Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover,

ya que es digno de confianza aquel que se comprometió."

Hebreos, 10,23



Padre Marcelo. @padrerivas

2020 agosto 20

Es un refrán popular que por estos lares es muy repetido y a la vez sirve de apoyo para salir adelante. Pues a nosotros, aquí en la parroquia Cristo Resucitado Brasil-Cumaná lo decimos a diario, y para hoy, se nos ha hecho realidad.

Pues nuestra obra social en referencia a los abuelos estaba decaída, pues la situación por la pandemia y el encierro por normas sanitarias lo estaban impidiendo. Pero nos pudimos reunir y en oración viendo las mesas vacías al igual que los platos, rogamos a Dios nos ayudara, pues con su presencia se solventaría todo. Hicimos la misa y con fe dejamos en las manos de Dios todo. En equipo hicimos una pequeña planificación y decidimos el próximo sábado invitar a un encuentro a los abuelitos. 25 en total.

En el trascurso de la semana recibí una llamada. Padre queremos colaborar, dígame en qué. De inmediato les invité a unirse al encuentro con abuelitos y de inmediato: consomé, pollo, arroz y jugo pudimos compartir junto a la oración y la alegría de volvernos a reunir.

Vino a la mente en la acción de gracias el texto bíblico de 1 de Reyes 17,8-16 donde aquella anciana pobre que no tiene ya nada para comer, solamente un puñado de harina en su taza y un poquito de aceite en el recipiente, pero Elías le dice: No temas, anda y haz lo que te digo, pues la harina ni el aceite se acabará. Así actúa Dios para con nosotros.

Nos desesperamos. Perdemos la fe o comenzamos a buscar en otras direcciones que en nada nos van a solucionar. Dios provee. Dios se compadece de nuestras necesidades. Si no lo crees te invitamos a participar en esta caridad que preparamos para estos abuelitos, que sin la historia de toda una vida y que merecen que los acompañemos.

Señor Dios, sabemos que no solo pan vivimos, pero nos hace falta para avanzar Hay unos que no lo tienen o les cuesta mucho encontrarlo. Danos siempre del pan de la fe para que nunca nos falte el pan para vivir. Amén.



Padre Marcelo. @padrerivas

2020 agosto 19

No son tiempos para estar pelando los dientes, sino más bien para apretarlos por la situación que vivimos, y en especial en Cumaná por la creciente propagación de la pandemia. Pero aun así, se hace necesario aquel refrán: “al mal tiempo buena cara” Aunque les confieso que es muy difícil porque la procesión se lleva por dentro.

Pero, aquí está la cosa, somos cristianos. Somos hijos de la cruz de Cristo que nos ha traído la redención y ante esto no nos podemos achicopalar, mucho menos encerrarnos en un mar de lágrimas y un montón de nervios, todo lo contrario, vayamos entonces a un texto bíblico, no tanto para medio animarnos o buscar una frase motivadora para que como placa para rellenar espacio. No y no. Es la Palabra de Dios que nos invita a leerla en momentos de preocupación. Buenos más bien dos textos: Isaías 41,10 “No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido." y Juan 14,27 “La paz les dejo; mi paz les doy”

Estaba yo recién llegado a aquella parroquia y entró una señora llorando a lágrima viva. Me dije: alguien se le murió. Enseguida con espíritu pastoral me le acerqué y le pregunté: Señora cálmese está usted en la casa de Dios. Y ella sin mirarme comenzó a Decir: ella, la madre de mi único nieto no me quiere. No me valora, me mira con rabia y seguramente quiere irse bien lejos donde yo no vuelva a ver ni a mi hijo, ni a mi nieto. Así, así no vale la pena vivir. Enseguida pensé, ¡todo por una nuera que la mira mal!

Muchos, demasiados que se quedan en detalles o querer ahogarse en el agua de un vaso. Es triste que por pequeñeces nos amarguemos la vida. Claro lo que pasa es que nuestra mente, la loca de la casa como la llamaba Santa Teresita, viaja tan rápidamente que piensa por los demás y se cree novelas de traición, engaño y desgracias. Y es por eso, que entramos en pánico. En ese terrible miedo como si ya hubiese sucedido. Es tan así, que me contaba mi comadre Anita que su hijo llega de madrugada diciendo: mamá vámonos de aquí suceden muchas desgracias. Todo debido a la creciente información negativa que pasan por las redes.

1. Isaías 41,10 “No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido." Dios lo sabe y con problemas que a la larga se pueden solucionar. Repito Dios lo sabe. Y por saberlo nos dice: No temas porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que siempre te ayudaré. Pero hay que colocar la confianza en Dios, aunque no lo veas. Por tanto, no hay excusas para tirar la toalla.

2. Juan 14,27 “La paz les dejo; mi paz les doy” Jesús se empieza a despedir y comunica su paz a los discípulos, la misma que da después de la resurrección. Es la fuente de gozo que él nos comunica. Diferente a la paz del mundo. La Paz que Jesús comunica es lo que en el AT se llama Shalôm. Es la organización completa de toda la vida alrededor de los valores de justicia, fraternidad e igualdad.

Entonces, aunque sea difícil, ánimo. Nada de resentimientos porque te alejas de la felicidad y despiertas el monstruo del miedo. Con Dios todo. Sin Dios Nada.



Padre Marcelo. @padrerivas

2020 julio 07

Servía en el Internado Judicial de Cumaná como Capellán y se incrementó la violencia y utilizaban “Chuzos” cuchillos de cárcel. Estábamos a las puertas del Mundial de Fútbol y con la ayuda de empresarios empezamos a cambiar los chuzos por implementos deportivos. Una caja y ellos ahí depositaban las armas cortantes. Reuní tal cantidad que ni la misma requisa lo hubiese logrado.

Aquí en Venezuela no es solo la pandemia, sino que hay muchos males que encadenan, someten, humillan y maltratan a los venezolanos: las autoridades sin escrúpulos viven en corrupción, los uniformados para mantener el régimen les dejan matraquear y abusar, todos los que llegan a puestos se hacen burócratas y despellejan a todos, los comerciantes perseguidos por impuestos dejan crecer la vena de lo usurero y se aprovechan y la ciudadanía se refugia en el silencio para recibir los bonos para mal vivir y vender sus conciencias… Todo es un caos.

Cada vez que despierto en la mañana me digo: ¿Hasta cuándo todo esto? Pero me viene a la mente aquella caja llena de chuzos en la cárcel y me pregunto, ahora, cuántas puñaladas se evitaron con aquella feliz idea y a la vez me remonto a la visión de Isaías de aquellos cielos nuevos y tierra nueva. Donde no habrá tristeza, ni llanto. Me refiero a Isaías 2,1-4 palabras escritas ayer que me hablan hoy.

Donde Dios promete una era de paz. Caminemos por sus sendas (v. 3) y lo más bonito, frente al trabajo en la cárcel, harán arados de sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas (v.4) Pido a Dios que dejemos a un lado el puñal de la traición, del aprovecharse de los más pobres, de coser a cuchillo en la corrupción y manipular con la comida y bienes de primera necesidad.

No podemos callar, menos hacernos cómplices de tal pecado e indignidad. Es la hora de tomar conciencia, pues de seguir así, sacándonos los ojos, muy pronto quedaremos ciegos (Gandhi) Basta ya de tanta violencia juntos iremos a la muerte. Es el momento reaccionemos y repitamos con el final del versículo 4 de Isaías 2 “Una nación no levantará la espada contra otra y no se adiestrarán para la guerra”



Padre Marcelo. @padrerivas

2020 julio 03

Cuando en este día, sábado 20 de junio, celebramoCorazón Inmaculado de María, aquí en Venezuela y emundo entero hay preguntas. Por ejemplo: ¿Por qué sufrimiento? ¿Por qué un corazón abierto a tanto dolor?
Y son preguntas que brotan de poder observar a J quien había sido martirizado, humillado, crucific ahora le traspasan su costado y le rompen el cor Pero más bien el por qué, sería el para qué. O de que la Santísima Virgen María hubiese enfrentado t dolores, para qué otro dolor más, si ya había visto hijo morir y ser despedazado en la cruz.

1. Juan 19,31-37 Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas,... le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua. Una realidad bíblica que nos llevan a un escenario de dolor y mucho sufrimiento. Pues ya Jesús había entregado su vida y para sumar más dolor el soldado rompe con la lanza su corazón. Ese para qué se resume en el infinito amor que el Señor tiene por todos. Es adentro, muy adentro de su corazón entregado en verdadero amor que se da a conocer. “He aquí el Corazón que tanto amó a los hombres” Palabras muy hermosas dichas a Santa Margarita María de Alacoque.

2. Sagrado Corazón de María sea la salvación del alma mía. Más que dos corazones, uno solo, unidos desde la Encarnación. Pues todos sabemos que el camino más seguro y franco para llevar a Jesús es desde la Santísima Virgen María. Es un Corazón abierto y dado para que todos consigamos la paz, libertad para la Iglesia y la conversión de los pecadores. Sin olvidar el amor a la pureza y práctica de las virtudes.

Ya no son dos corazones, sino uno solo que se unen en un amor verdadero, sentido y derramado por el bien de la humanidad. Entonces, aquí en Venezuela debemos entender al Corazón de Jesús y al Corazón Inmaculado de María, que va más allá de una fiesta establecida, sino de un amor necesario que nos conduce, aún por caminos de dolor, al lugar eterno en la presencia del amor de Dios.
Insisto, aquí en Venezuela, tan llena de sufrimientos, se alza como lugar de la manifestación de ese gran amor. Porque en medio de todo, Dios, en su infinito amor, se nos da a conocer, no tanto para simplemente consolarnos, sino para que entendamos que el camino tiene rosas, pero también espinas. Que a pesar de todo, ese Corazón de Jesús y de María nos traen la alegría de ver, en este tiempo, como un hombre, un laico desprendido de las vanidades humanas, es capaz de ganar a Dios y hacerlo vida en el servicio médico, como es el caso del Doctor José Gregorio Hernández.
Más que noticia, es un regalo de ese gran amor. No es cuento de hadas, ni historieta romántica. Es un bello y gran regalo del amor de Dios que nos manifiesta su cercanía. Por tanto, hay que recibirlo como grata compañía, bálsamo sanador y recompensa por nuestras muchas oraciones elevadas a Dios con fe y esperanza.
Sagrado Corazón de Jesús en vos confío. Sagrado Corazón de María se la salvación del alma mía.
Padre Marcelo. @padrerivas.


Padre Marcelo. @padrerivas junio 20

«Estamos saturados de noticias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?» (Papa Francisco)

Es un tiempo, qué tiempo, para respondernos muchas cosas, pero desde mi óptica el responder a el qué – el cuándo – el dónde y el cómo. Sin olvidar el por qué y el para qué. Todo para no hacer silencio, menos crear más ruido del que hay, pero si, para hacer posible convertir el silencio en palabra. Creyendo, siempre, que no se puede callar.

No puedo ocultar, que aquí en Venezuela, se esconde la verdad y se le da mucha, demasiada importancia a lo político, bueno mejor a la politiquería que esconde y aplaude lo grotesco, lo absurdo y lo corrupto. Pues lo honorable, lo mejor es que, quien gobierne, nos ayude a encontrar siempre la esperanza y no, que nos atormenten con engaños y malas acciones.

Sé muy bien que la pregunta de todos es: ¿Hasta cuándo todo este sufrimiento en Venezuela? Y es pregunta que late en los corazones de todos y que se debe hacer mirando el mañana, pues la respuesta debe ser esperanzadora donde ese horizonte que es Dios, que no abandona, que da la herida y la medicina y que permanece no apoltronado, sino dándonos ideas. Tiempo para encontrar soluciones y por eso es que tarda porque andamos en nuestro tiempo y no en el tiempo de Dios.

La pandemia, por aquí, no nos sorprendió, pues revivieron otras iguales o peores: tuberculosis, (enfermedades endémicas que habían desaparecido), corrupción, delincuencia, hospitales abandonados… Lo que nos molesta es que se ríen de nuestra desgracia, pues se aprovechan de la desgracia, que es mundial, pero aquí se agrava por los personajes que “ejercen” gobierno. Hablo del encierro, la falta de incentivos económicos, la persecución a los que piensan diferente, la destrucción de la empresa privada, la manipulación para que vivamos enfrentados, la falta de gasolina… Nos ha tocado regresar a la leña, a racionar el pan, el hacer grande colas para obtener alimentos, a presenciar como los militares son verdugos del pueblo y defensores de la injusticia. De una justicia amañada, comprada y amenazada donde muchos injustamente están secuestrados y humillados en calabozos indignos.

Menos mal que el sitio geográfico caribeño nos ha regalado la gracia y la chispa del buen humor y ayudado por personas de alta cilindrada del chiste y la alegría nos despierta y nos alegran parte de este camino de dolor. Para que en medio de este sufrir podamos sonreír aunque se tenga el alma adolorida. Gracias a Emilio, Laureano, Claudio, Rayma… Donoso y Zapata (en la paz de Dios)

Todos en casa, nadie en la calle. No era toque de queda, pero para “ellos” es el momento de tomar fuerza, afianzarse y doblegar más. Hacer de las suyas. Los templos cerrados. Claro. Miedo a los púlpitos. Lo que ellos ya no tienen tribunas abarrotadas de gente para inyectarles rabia y cuota de resentimiento. Decretos y señales: los de 50 años no pueden salir a la calle. Solamente, en caso necesario, a comprar comida, a una farmacia o a ir a morir al hospital (destartalado) Pero a los templos no. Cómo si la gente no necesitara ir a encontrase con Dios, a pedir por los enfermos y a rezar por sus familiares difuntos. Y a pesar del confinamiento seguimos presentes, sacerdotes y religiosas, laicos y catequistas, Ministros y personas de fe. Cada uno haciendo presencia en silencio. Unos visitando enfermos, otros por guardias haciendo oración delante del Santísimo, por la radio, la televisión, por internet, por los medios de comunicación palabras, oraciones, la santa misa… El asilo operando, los comedores de ayuda atendiendo, las ayudas parroquiales para los pobres en acción… Nos cerraban y nosotros nos abrimos más y más. El nazareno de Santa Inés salió de sus predios y visitó la ciudad. La semana santa fue escuchada y hecha visible en cada casa. No hay mal que por bien no venga. Los sacerdotes con laicos sacaron la imagen de la Virgen en el Valle… Fue una reacción en cadena y muy gratificante.

Siempre pienso que, “los de arriba” nos persiguen y a la vez no nos quieren. Actúan en conveniencia esto sí, aquello no. Si te damos te tienen que tomar una foto. Ya sabes no nos critiquen, baja el volumen a las predicaciones… Frente a la manipulación de los Medios, solamente ellos saben y pueden informar. Esto ha traído una reacción de una comunicación sencilla por gente sencilla. Se visitan para hacer el santo rosario, se atienden enfermos con mayor esmero y fe. Se unen para distraer a los niños, se comparten videos, cuentos y pasatiempos, las redes están llenas de saludos, afectos y buenos deseos… Hay esperanza. No todo está perdido. El Papa Francisco grita que hay otro contagios “La Esperanza” pero hay que tener cuidado con la indiferencia. Aquí el testimonio es muy importante, sin olvidar el mensaje el domingo de ramos: “La vida que no sirva, no sirve” De ahí que se aplaude y se felicita efusivamente a los que están en hospitales y centros de atención. Por aquí no andan en bata tiene capa de súper héroes. De un contagio aparece otro, el del testimonio que hace nacer esperanza y esa sí que queremos que se propague rápidamente.

No todo está perdido. Hay mucha gente, muchísima “echada pa´ lante” Sin prejuicios, con Dios, con la Virgen María, con ganas de ayudar, con ganas de unirse para seguir haciendo el bien. “Ellos” no podrán ganar a quienes tiene grande el corazón y la mente abierta para vencer y continuar; para saltar y proseguir; para caer y levantarse. Esto, esto que nos pasa es y será pasajero. No importa que muera en el intento, pero lo hice y los que vienen de atrás también empujaran por un mañana mejor. Bendito sea Dios.

Padre Marcelo. @padrerivas abril 22

Lo que vive el mundo y lo que estamos viviendo los venezolanos es algo asombroso, al punto que nos inquieta y nos angustia. No es solo lo del virus, pandemia ya mundial, sino la situación adentro de Venezuela. Nos tiene encerrados como medida de prevención, peor no nos han dicho como hacemos para encontrar la comida, pues ya, en este momento muy pocos vehículos transitas, pues se agotó al gasolina. La que hay es “para ellos” Por eso es que la situación se nos hace cada día más difícil. Pero aquí, lo que importa es ¡qué vamos a hacer?

En primer lugar, a mayor fe menos miedo. Pero no una fe espiritual que entregue a Dios todo y me cruce de brazos. De esa fe no hablo. Me refiero a la fe que te hace sentarte, tranquilizarte y levantar la mirada a Dios. En forma serena y real.

En segundo lugar, hay que drenar, es decir, dejar salir miedos, tristezas. Sensaciones de arrinconamientos… desesperaciones. Por tanto hay que hablar. Necesitamos escuchar y ser escuchados. Como también leer y hacer comentarios en voz alta: Fulano he leído esto qué opinas… También colocar música, sobre todo, de esa que le trae buenos y agradables recuerdos. En grupo comente esos recuerdos. Si es posible canta en voz alta (karaoke) Tercer lugar, no te encierres del todo, busca una manera bonita de ejercitarse: sentadillas, saltar cuerdas, ejercicios… En medio de la ansiedad ese moverse ayuda mucho.

Yo, por lo general siento mucha ayuda cuando medito. Te informo: por 15 minutos me siento en el cuarto en silencio observo el horizonte o un dibujo grato o una vela encendida y dejo que el pensamiento fluya. O leo un texto de la Biblia, corto y cerrando los ojos lo voy pensando y aplicando. Me puedo ayudar con un fondo musical relajante.

En tercer lugar, mucho cuidado con lo que se llama un ataque de pánico. Es como una sensación de que me da a dar un infarto. Por eso es que hay que comunicarse, encontrarse con los otros o consigo mismo. Para ello confianza, tranquilidad y reforzar aquellos buenos recuerdos.

En cuarto lugar, hay una sensación de miedo a la hora de dormir. Infusión de orégano orejón, malojillo, citrona, hierba buena… con un poquito de papelón… Leche tibia… nos ayudarán a la tranquilidad. Es recomendable caminar por la casa, revisar ventanas y puertas, alejarse de la televisión, hacer las oraciones y decidirse, repito decidirse a dormir. Nadie tiene poder sobre tu vida. El espacio de tu cuarto es tuyo, que nada ni nadie lo comande, tú eres el capitán, no otra persona. Se lo digo porque en esta situación aparece la “pensadera” y se hace necesario acallar las voces que nos desvelan y nos ponen ansiosos.

Y por último, nada de imaginarse cosas, por ejemplo: se me va acabar la comida, se va a ir la luz, aunque son cosas ciertas, no se puede estar alimentándolas, simplemente ahí están y trataré de ir poco a poco solucionando esos temores. Revisar la despensa, hacer intercambios con los vecinos, velas, fósforos, linterna cargar pilas, tener un juego de llaves en un sitio determinado, caja con los primeros auxilios… Mientras lo hagas y lo tengas en la mente el medio se irá disminuyendo. Lo digo y lo repito, el miedo paraliza y no nos deja actuar. Y no olvidar que ese miedo nos baja las defensas. Por eso hay que animarse y cuidarse mucho.

Eso sí, no olvide a Dios. Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con al Virgen María y el Espíritu Santo. Bendiciones.

No hay sorpresas, ni la vida es una tragedia. Sino, que en este mundo unos viven y otros destruyen; unos malgastan otros esconden; algunos ensucian, otros limpian… y así por el estilo el mundo va y viene. Ahora, el virus, la tragedia de un sacrificio que toca nuestras puertas y se puede convertir en muerte. Y para todos es tragedia pues en medio del miedo empezamos a creer, leer, repetir y dar espacio a unos temores infundados que se alejan de la verdad sanitaria que debemos realizar todos.

A esta hora escribía delante de una Custodia lo siguiente:

      Señor, somos contrariedad y muchas veces antojosos.
      Ayer que podíamos visitarle no fuimos.
      Ahora que no podemos si deseamos ir.
      
      Ayer que estaba esperándonos le dijimos luego.
      Ahora queremos que Él nos acompañe.
      
      Hoy necesitamos de su compañía.
      Y ayer no queríamos saber nada de Él.
      
      Pero ahí estás…
      En la Hostia Consagrada.
      En esa presencia misericordiosa.
      Con los brazos abiertos.
      Plenamente las 24 horas de cada día.
      Gracias Señor, gracias.
    

Todo esto para significar que nos agarra el chingo o el sin nariz. Y es que no sabemos mantenernos en calma y buscar el sosiego y la paz. Todo es un alboroto y un dejar que la desinformación fluya como agua por bajada. Entonces, hay que relajarnos.

1. Dios no conoce límites. Él ayuda a quien confía en su misericordia. Volvamos a Juan 7,37-38 “El que tenga sed, venga a mí; y beba el que cree en mí. Como dice la Escritura: ‘De su seno brotarán manantiales de agua viva’” Dios es y seguirá siendo sanación, cura, remedio contra todo mal. Bien nos lo recuerda el salma 147,3 “sana a los que están afligidos y les venda las heridas”

2. Son momentos para actuar en favor de otros. Hay muchas personas desoladas, ancianas, pobres, arrinconadas y deseosas que les ayudemos. Por tanto, debemos en esta cuarentena invitar a la solidaridad. Nada de egoísmos o actuar con tacañez que insultan a Dios.

3. Hacer silencio. Unos instantes para pensar y reflexionar. Ayudados de la Biblia, de un buen libro o del ejercicio dela oración.

Saber que pase lo que pase Dios estará con nosotros. “Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la fe, para que la esperanza sobreabunde en ustedes por obra del Espíritu Santo” (Rm 15,13)