Venezuela, la pequeña Venecia. La que llenó los ojos de belleza a quien por
primera vez con ella se encontró. Esa en la que hoy vivimos y nos resistimos a
abandonar. La que llena de euforia entregó en manos (1998) de un militar para que
la hiciera más bella y más pujante. Hoy al garete, destruida, sucia y corroída por
la corrupción y el engaño.
¡Qué tristeza! ¡Qué vergüenza! Así son las cosas, paz al alma de aquel visionario
Oscar Yanes, quien nos dejó lo siguiente: ¡Éramos felices y no lo sabíamos! Sin
olvidar chúpate esa mandarina. Y una vez, con mucha fuerza y coraje dijo: Un sistema
que no es democrático jamás lo vamos a poder combatir con medios democráticos.
Y hoy, en este camino hacia la fiesta de la Virgen del Valle, en mi recorrido por
los sectores de la parroquia Cristo Resucitado Brasil-Cumaná mucha gente me pregunta:
¿Por qué tanto silencio de Dios?
Es una pregunta que también yo me hacía y que ahora, intento responder. Y lo o
hago junto al Papa Emérito Benedicto XVI quien al visitar el campo de concentración
de Auschwitz exclamó: ¿Por qué, Señor, callaste? ¿Por qué toleraste esto? Y esto lo
traigo a colación porque, uno mismo, cada viernes santo al ver el inmenso y doloroso
sufrimiento de Cristo en la cruz, surge la pregunta: ¿Dónde estuvo Dios? ¿Por qué
permaneció callado? ¿Por qué?… ¿Por qué?
Son muchos años soportando la humillación, la risa cruel de quienes en nombre de
un socialismo van destruyendo todo a su paso y lo celebran mostrándolo al mundo
como el mejor trofeo con la frase “Aquí no pasa nada” “No volverán” De inmediato
me voy a lo que inmortalizó Martin Luther King: No me preocupa el grito de los
violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me
preocupa es el silencio de los buenos. Para que de inmediato abriendo la biblia
encuentre: Lucas 19,40 "Pero él contestó: «Yo les aseguro que si ellos se callan,
gritarán las piedras.»"
Intento, no deprimirme, mucho menos maldecir esta tragedia tan enorme que golpea
alma, corazón y vida. Y lo digo como cristiano pues este dolor es inmenso y se
necesita de mucha fuerza para intentar comprenderlo o por lo menos visualizarlo
con ojos de paz. Todo, para caer de rodillas y tomando aire a bocanadas grandes,
porque me siento ahogarme, para luego levantarme consciente que aquí vivo, aquí
está mi familia, mi querencia y aquí debo florecer. Todo porque quiero sentir
que el mal no triunfará sobre el bien, y que además, para que Dios siga moviendo
el corazón de los venezolanos para tener siempre presente que el amor es más fuerte
que el odio. Que la esperanza triunfa delante de la desesperación y que esta vida
es y será más fuerte que la muerte.
Ya de pie, con el respiro fresco, debo mirar el horizonte, y repetirme no sé
cuántas veces, quizás por siempre: "El amor es paciente y muestra comprensión.
El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca
su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. No se alegra
de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree
todo, lo espera todo y lo soporta todo." 1 Carta a los Corintios 13,4-7
Ante que gritar y maldecir, lo que hay que hacer es no acostumbrarse,
no guardar silencio y tener mucha esperanza en que Dios aprieta pero no ahorca.
Padre Marcelo. @padrerivas
La Iglesia en Venezuela celebrará la Semana Nacional de la Catequesis
Conferencia Episcopal Venezolana
20 de septiembre a las 14:41 ·
La Iglesia en Venezuela celebrará la Semana Nacional de la Catequesis
Del 22 al 29 de septiembre de 2019, la Iglesia en Venezuela celebrará la
Semana Nacional de Catequesis, convocada por el Departamento de Catequesis
del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano (SPEV), a través de la
Comisión Episcopal de Catequesis.
Con el lema “Renovados y enviados, anunciemos la esperanza de ser discípulos
en Venezuela” y partiendo de las cuatro dimensiones propuestas por el
Departamento de Catequesis: La formación, la oración, la evangelización y el
compromiso social, las diferentes arquidiócesis, diócesis y vicariatos del país
realizarán diversas actividades en el marco de la Semana Nacional de la
Catequesis, bajo la iluminación bíblica “Vayan, pues, y hagan discípulos a
todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo” tomada de Mateo 28, 19.
El Director del Departamento de Catequesis, Pbro. Santiago León, explicó que
la Semana Nacional de la Catequesis “es un espacio de reflexión en el que
la oración, el encuentro, la fraternidad se unen para profundizar cada vez
más en la misión que tenemos como catequistas”, que tiene como fin lograr que
el catequista redescubra la vocación que recibe en el Bautismo con la acción
del Espíritu Santo, y recobre el impulso para la misión particular que posee:
acompañar el proceso de educación en la fe y preparar a otros para el encuentro
con Cristo, a fin de que las personas a las que catequiza se incorporen a la
comunidad eclesiástica, y por tanto, a la vida pastoral.
El Pbro. León felicitó a los catequistas por la labor que realizan día a día,
acompañando en la fe al prójimo aún ante la duda, la crisis y las necesidades
y agradeció el testimonio que brindan a través de este apostolado catequético
que desempeñan con entrega, disposición y sacrificio.
La Semana Nacional de la Catequesis es una convocatoria abierta no sólo para
los catequistas, sino para todas las comunidades eclesiásticas que hacen vida
en el país, a las que se les invita a participar especialmente en la Santa Misa
de Envío el último domingo de septiembre, día del Catequista en Venezuela, que
en esta oportunidad corresponde al 29 de septiembre de 2019.
Padre Marcelo. @padrerivas sep 20
En Dios nuestra justicia
-- A tiempos recios. Oraciones recias.
En Dios nuestra justicia.
Son muchas, demasiadas cosas que nos aplastan en este Venezuela del dolor,
la tragedia y la destrucción. Y lo digo con pleno conocimiento de que Dios
nos acompaña, pero hay momentos muy “rudos” que nos hacen flaquear y
desesperarnos. No de una manera total, “pues todavía no tiramos la toalla”
Seguimos en la lucha, ay que quien no lucha por nada, es porque nada ama.
Y cuando uno ama a una persona se lucha por ella y en este caso amamos a
Venezuela y por ella luchamos.
Ese amor va y viene, se deprime, se contrae, incluso se desespera y pierde
sus encantos; no de la parte de Dios, sino por la nuestra. Ya que el amor
de Dios es de tal preferencia por cada uno de nosotros, que nada ni nadie
lo detienen. Lo que pasa y sucede es que hay momentos de momentos. En ese
amor Dios quiere que nos protejamos. Que no tiene que ver con encerrarnos,
sino más bien de colocarnos la armadura. Ni tampoco para que aprendamos a
recibir golpes. Nada de eso, más bien, que nos coloquemos una armadura al
mejor estilo de David que, al enfrentarse al gigante del Goliat, no la
necesitó pues combatiría junto a Dios. (1 de Samuel 17)
Los malos que nos hacen sufrir son el Goliat y nosotros el pequeño David.
Necesitamos luchar sabiendo que no estamos solos, aunque sepamos que el
enemigo es más fuerte. Dios está con nosotros. Aquí la Palabra de Dios nos
dice Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir
las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas,
sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras,
los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. (Efesios 6,11-12)
Terminada su lectura y tras hacer silencio resulta que es muy dura esta
verdad. Todo porque la lucha no es contra personas normales, sino contra el
mismo demonio y su legión de ángeles caídos. La propia maldad que nos rodea
y nos ataca. La que no tira flechas de amor, sino incendiarias que queman y
destruyen. Habrá que decir con el Chapulín Colorado: ¿Y ahora quien nos va a defender?
1. Es una lucha del mal contra nosotros.
2. Nos irá venciendo el diablo cuando nos alejamos del amor de Dios. Esto quiere decir,
que si vivimos en el pecado somos presas fáciles. El diablo anda como león rugiente buscando
a quien devorar (1 Pedro 5,8)
3. Remedio inmediato arrepentimiento y confesión. (Sacramento de la Reconciliación)
Confesar todo lo que esté contra los 10 mandamientos.
4. Si pudiéramos ver el alma estaríamos bien aterrados del daño que hace el pecado a cada uno.
5. Para ello no olvidar que Cristo murió en la cruz por todos, por nuestra salvación.
6. Además, no olvidar que son muchos, como “Vicente donde va la gente”, que sin mucho
esfuerzo siguen el camino al infierno. Van ciegos, drogados y de la mano del diablo.
Es, entonces, una lucha. Una constante lucha. Sin cuartel, sin detenernos, sin mirar atrás.
No es fácil. No es sencillo. Es toda una lucha. De todos los días. El ejemplo nos lo dio
Jesús quien se ofreció en la cruz de sacrificio y muerte.
Por tanto, lo que padecemos los venezolanos son acciones diabólicas que se deben enfrentar
con reavivamiento espiritual, limpieza y purificación de corazón. Solos jamás. Es con Dios.
Con su amor. Con su presencia.
Con Dios todo. Sin Dios nada.
Padre Marcelo. @padrerivas
sep 11
Padre Marcelo. @padrerivas
La lucha no es contra el viento huracanado. Es contra el diablo.
Si queremos éxito en la vida póstrate ante Dios.
Es de rodillas ante Dios que se ganan las grandes batallas.
Para muestra un botón de esta Venezuela arruinada, engañada y
profundamente dividida. A tal magnitud que ya los Obispos nos
dijeron: que los venezolanos vivimos en nuestra tierra como extraños.
Lo repito la lucha no es contra criaturas de carne y sangre.
Ayer fascismo y el comunismo tragedias siglo XX, en este momento,
en Venezuela, la aplicación de una ideología socialista devastadora,
arrogante y enquistada.
Se hace urgente, muy necesario que gritemos a los cuatro vientos
la verdad. Una verdad sin miedo. ¿Qué traerá consecuencias? Claro
que sí, pero también mejores resultados. Necesitamos volver. Perdimos
el camino. Perdimos la gracia. Ese sentimiento tan bello del ser venezolanos
donde la cordialidad, la alegría, la inclusión en esos brazos abiertos
que acogen y brindan amistad.
Esta fuerza avasalladora, que destruye todo a su paso, ataca en
primer lugar a la familia. Desarrollando temas diabólicos como el
aborto, la homosexualidad, la tan sonada ideología de género. Sin dejar
a un lado el divorcio rápido y fácil, la eutanasia, las persecuciones en
acciones violentas contra quienes no piensan como ellos, etc. Son muchas
las familias que tienen injustamente a padres presos y enseñados como
trofeos que sirvan de vitrina.
En segundo lugar, a la vez que persiguen, se aprovechan de la
pobreza en la que nos han metido, para traficar con los alimentos
y presionar para que no nos unamos y no podamos reclamar. Como diciendo
yo te doy y en boca llena es mala educación hablar. Hacen toda una acción
de captación y seguimiento con los bonos donde el dinero, que pertenece a
todos, lo usan a su antojo para someter y amedrentar.
Y en tercer lugar, van socavando los valores morales donde
invaden universidades, abandonan escuelas y quieren con regalías
de guerra parapetar lo que han destruido. Por tanto, es necesario alzar,
enarbolar las banderas de la fe y el Evangelio con fuerza y sin turbación
en esta confusa articulación.
El papa Francisco lo repite a diario: el diablo no lanza
flechas de flores, sino incendiarias que destruyen. A esto se nos
une la Carta de Pedro que nos dice: el diablo anda como león rugiente
buscando a quien devorar. Es decir que no descansa y siempre está al
asecho para dañar y contraatacar.
Luchemos, sin desfallecer, a descubrir la belleza de la familia cristiana”
Padre Marcelo. @padrerivas
sep 22
Padre Marcelo. @padrerivas
De la visita a los sectores
¡Milagros! Todos los días.
Muchos esperamos milagros portentosos al mejor estilo de las películas de ciencia ficción. Y así
no es. Los que caminamos por la fe, vamos poco a poco cambiando esas tristezas por esperanza en la
oración y vamos, poco a poco, sintiendo la mano de Dios. Por ejemplo en la enfermedad: vamos, a lo
largo del camino, notando que Dios va abriendo las puertas. La Señora María fue diagnosticada de
cáncer. Ella pobre, sola, sin recursos. Más de 20 veces fue al hospital. O el médico no asistía,
o no había medicamentos, o el centro de salud estaba contaminado… Una experiencia de agobio y tristeza.
Llegó al templo parroquial y allí en conversación con el sacerdote, quien le indicó la forma de hablar
con Dios (Oración) Después de un tiempo, viniendo y hablando con Dios, fue encontrando resultados.
Primero logró encontrar la consulta, retomó la asistencia con el médico especialista. Logró la radio
y la quimioterapia. Los medicamentos… Hoy en día se está estabilizando y el proceso sigue. Es así,
entonces, como Dios actúa en nosotros. Nos acompaña, abriendo puertas y tocando corazones.
Y otros más creen que los que vamos a los templos católicos y nos hacemos llamar católicos lo que hacemos
es huir- escapar de la realidad y no es así. Lo que buscamos es que no se nos escape la vida. O refugiarnos
porque ya no hay más nada qué hacer. Y es todo lo contrario, cuando vamos al templo y nos encontramos con Jesús
sacramentado obtenemos una ayuda. Es como un compañero que empieza a caminar a nuestro lado e intenta comprender,
animar y favorecer nuestra situación. Por ejemplo: se tiene problemas en el matrimonio. Ya muchos nos han dicho que
dejemos a ese hombre, a esa mujer. Que ya no merece la pena seguir a su lado. Dios, en cambio, te da la gracia de
mirar lo que acontece con calma, en paz y esperando un segundo aire, es decir, un acomodo en el perdón. Y eso,
es determinante para empezar a solucionar la situación. Pues en la medida en que me valoro y coloque la situación
en su justa medida, se va obteniendo un potencial necesario para la vida y el respiro buscando, so, un segundo
aire. El mundo, los de afuera, quieren que lancemos la tolla. Dios en nuestra conciencia nos pide seguir y avanzar.
Claro, cuando no se puede, pues no se puede y punto.
Los milagros están ahí y nos toca a nosotros logarlos, traerlos y hacerlo realidad en medio de esa fe y oración que
brota del fondo de nuestro corazón. Pues quien obra con tibieza, cerca está de la caída" (San Juan de la Cruz)
Padre Marcelo. @padrerivas
sep 03
Padre Marcelo. @padrerivas
De la visita a los sectores
Cuando la acción pastoral de una parroquia va naciendo de los primeros encuentros con los más lejanos
y necesitamos en una o varias reuniones ponernos de acuerdo en el Consejo de Pastoral Parroquial (CPP)
se produce, algo que es una necesidad, la conversión. Una conversión que se toma de la mano de la
espiritualidad comunitaria para hacer posible que se den los primeros pasos hacia un proyecto de acción
parroquial, que tenga como camino: la Iglesia que Dios quiere y que nosotros necesitamos. Para sentir
la necesidad de una Iglesia en salida misionera.
Y es ahí, donde nos corresponde, más que organizarnos, planificar la acción. Una acción que va dirigida
en base a las realidades externas e internas. Las cuales se analizan dentro de cuatro ejes transversales:
el Kerigma, la Palabra de Dios, la celebración de la fe en los sacramentos y el compromiso eclesial y
social. Sin olvidar que el texto que nos ilumina es Isaías 6,8 ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?
Yo respondí: ¡Aquí estoy: envíame! Y, todo, para poder llegar a ser Testigos de la fe, Portadores de
Esperanza y Servidores de la Caridad.
En esos Sectores hay realidades donde la Pastoral tiene que, más que adecuarse, tiene, en cada uno de
nosotros, ser testigos de esperanza en medio de situaciones muy duras. Por eso, en cada sector, campo de
acción, se debe hacer presente el rostro misericordioso de Dios. Aquí juega un papel muy importante la
catequesis (Adultos-juvenil e infantil) y todo se empieza a organizar desde ahí.
Entonces, ir a los sectores no es simple activismo dentro de una programación. Es la mejor forma de
pastoral donde hay intercambio de conocimientos. Nosotros testigos de esperanza y la gente deseosa de
conocer a Dios liberador y fuente de misericordia.
“Aprovechar” a la Virgen del Valle en su presencia en muchos hogares es la mejor oportunidad para avanzar
para desarrollar una rica evangelización donde todos aprendemos. Todos nos convertimos y todos conocemos
el amor de Dios. Por tanto, ir a los sectores es una bendición de Dios y esa bendición es tan necesaria
para cambiar lágrimas por oración y tristezas en esperanza y al hacerse presente fe y esperanza empiezan
a suceder cosas maravillosas.
Benditos sectores que nos permitirán ser una parroquia comunidad de comunidades.
Padre Marcelo. @padrerivas
sep 04
Padre Marcelo. @padrerivas
"Con la Virgen nos hacemos victoriosos."
La fuerza del cristiano está en Dios que todo lo puede y para quien no hay imposibles,
por eso, saber esperar en Dios es confiar en él y a la vez, sentir su gracia que nos acompaña.
Cuando llama al artículo: con la virgen nos hacemos victoriosos, simplemente coloco a María,
madre de la fe y de la esperanza, para que nos acompañe y junto a Ella, la que supo esperar,
podamos avanzar.
Muchos años, en esta Venezuela con dolores de parto, muy parecido a la Virgen al pie de la
cruz junto a su Hijo amado que moría en la cruz y en ese dolor ella, junto a Juan, no perdía
ni la fe y mucho menos la esperanza. Era verdad que pronto escucharía de su hijo: todo se ha
consumado, pero antes, Jesús no la entregaría como madre, y madre de todos. El rey Jorge V de
Inglaterra tenía en su despacho el siguiente letrero: “No llores por la leche derramada, que
con llorar no ganas nada”
La madre de Jesús es la imagen perfecta de la Iglesia esposa de Cristo que está de parto para
engendrar nuevos hijos. De ahí que no debemos desesperar, pues María nos acompaña en esta hora
aciaga, adolorida, dividida y resentida. En María, victoriosa, colocamos nuestras mejores
oraciones. Bien lo decía San Bernardo: «En los peligros, en las angustias, en las incertidumbres,
piensa en María, invoca a María. Que Ella no se aparte nunca de tus labios, que no se aparte
nunca de tu corazón; y para que obtengas la ayuda de su oración, no olvides nunca el ejemplo
de su vida...» Y es eso, precisamente, lo que tenemos que hacer.
La barca donde vamos todos, Venezuela, anda por aguas bravas y profundas, casi zozobra en
la oscurana de las divisiones y donde el egoísmo nos quiere dominar. Sabiendo que las victorias
se cantan al regresar de las batallas (Sun Tuz) y que juego no se termina hasta que se acaba.
Todo porque, es cierto, como se dice coloquialmente, hemos pasado mucha roncha y pareciera que
no divisamos la luz al final del túnel. Pero, no podemos echar todo por la borda y dejar que el
amor se nos salga por las ventanas de la desesperanzas.
Hoy, desde esta parroquia, Cristo Resucitado Brasil-Cumaná, vivimos en honor a la Virgen del
Valle una Jornada de Evangelización. Acción que se desarrolla por el bien de los sectores y en
ese ir en búsqueda de los más lejanos.
Con la Virgen María hasta el final del día.
Padre Marcelo. @padrerivas
Padre Marcelo. @padrerivas
"El respeto hace la diferencia"
No somos iguales, mucho menos podemos pensar de la misma forma,
pero en el respeto, diría yo, está la elegancia de las personas.
Respeto implica saber aceptar al otro. Todo dentro de las normas
para vivir en comunidad.
Sin que nada me quede por dentro. Los cumaneses, y los que hemos hecho de esta
tierra un hogar, desde siempre, hemos demandado mejoras para el templo y los
alrededores de Santa Inés. Hoy en día, creo que viene de la Alcaldía, la cual
ha embellecido de manera digna el entorno al templo parroquial. Las casas
alrededor y la construcción de una plaza. Obra que la aplaudo y reconozco
como buen regalo para la patrona de Cumaná Santa Inés y para la comunidad
en general. Sin olvidar que la casa de la patrona necesita con urgencia el
arreglo inmediato como regalo de fe, de responsabilidad y de agradecimiento a Dios.
La historia nos cuenta que entre los dos castillos de Santa María y de San Antonio ya
existía una capilla de la santísima Virgen del Carmen. Eso es historia verdadera. No es
invento o cuentos de caminos, nada de eso. Y es por eso, que hoy podemos admirar una
hermosa plaza, que con la generosa colaboración del Padre Alexander Castro, Historiador,
se revive esa historia. Sabiendo que no se hace por simple adorno u otra cosa, sino como
agradecimiento a quienes conquistaron corazones con la bendición de Dios en la Virgen y
en sus santos escapularios. Allí se colocó una preciosa imagen de la Virgen del Carmen y
ahora aparece mutilada. Herida como señal de no estar de acuerdo o querer borrar la historia
por donde ha caminado la primogénita del Continente, la tierra de Gracia ¡Cumaná!
1. Es un acto vandálico. Hecho de noche donde habita el crimen.
2. Si son de otra creencia los malhechores, de seguro tarifados, sepan que hay un hermoso
pasaje de Lucas 9,49-50 "En ese momento Juan tomó la palabra y le dijo: Maestro, hemos visto
a uno que hacía uso de tu nombre para echar fuera demonios, y le dijimos que no lo hiciera,
pues no es discípulo junto a nosotros. Pero Jesús le dijo: No se lo impidan, pues el que no
está contra ustedes, está con ustedes" Sin olvidar que Jesús ya le había dado poder a sus
discípulos, había hecho el milagro de la multiplicación de los panes, para luego preguntarles:
¿Quién soy? Se Transfigurarse (Manifestarse) Hace curaciones y afirma que el reino de Dios es
como los niños.
3. Atacar sin piedad a una imagen es signo de crueldad que desdice mucho de una ignorancia
crasa que se convierte en violencia y no es aceptada por nadie.
Por tanto, respeten y si alguno de estos malhechores pretenden escudarse en eso de no tener
ídolos, les puedo decir que eso está desvasado y les respondo que la misma biblia que ellos
quieren atacar. 1 de Reyes 6, 23-27 “En el lugar santísimo hizo dos querubines de madera de
olivo; cada uno medía cinco metros de altura. Las alas de primer querubín medían dos metros
y medio cada una…”
Por tanto no halen por los cabellos la Palabra que ella es para bendecirnos, acompañarnos y
llevarnos a Dios y nunca, pero nunca para dividirnos o enfrentarnos.
Respeten y si no les gusta esa belleza de obra váyanse a otro estado, a otro país o pídale
a Dios que te lleve a su presencia para que Él mismo le dé respuesta.
Padre Marcelo. @padrerivas
Padre Marcelo. @padrerivas
"Cuando las rejas son necesarias."
A cantos de gallo en media noche quitaron
las rejas protectoras del templo de Santa Inés en Cumaná.
Santa Inés es la patrona de Cumaná, la guardiana
que nos protege y nos acompaña. Para poder custodiarla
necesita una casa y esa casa se llama templo de Santa
Inés. Un templo que es la casa más grande donde entran
todos los cumaneses y los que por muchos años hemos hecho
vida en esta tierra primogénita.
Pero hoy, vemos con mucha preocupación que “alguien” pues
no sabemos a cierta quien ha quitado las rejas de protección,
por años de años, de la parte externa del templo parroquial de
Santa Inés. Cuestión que nos parece altamente peligroso por la
situación de inseguridad en que ha caído, de manera vergonzosa
Cumaná y todo el Estado Sucre.
Estamos de acuerdo y aplaudimos toda mejora que se haga en bien
de la comunidad y reconocemos que nuestro amado templo es patrimonio
de historia, pero no puede ser que en nombre del progreso, sin más se
hagan actos que atentan contra la seguridad. Pues aún esperamos
respuestas de las autoridades en el robo de la campana mayor del
templo que, hércules y Superman la sustrajeron a canto de gallo de
media noche y nadie, ni ningún organismo da respuesta exacta.
Sabiendo que los guapos para cargar son detectados, pero… así
son las cosas. (Palabras de sentimiento del Padre Jesús, párroco
de Santa Inés)
Hay rejas de rejas. Lamentamos que hayan rejas que esclavizan a
quienes se han equivocado y pagan condenas o esperan por un juez
(reposero) que se haga cargo del juicio o del preso que tiene que
comprar su uniforme (amarillo) porque el estado no tiene con qué o
tener que pagar hasta 200 dólares para ser ubicado en un sitio-calabozo
de menos peligrosidad. De esas rejas estamos en contra y las denunciamos.
Pero de las rejas que protegen, que aíslan de la mano violenta,
irresponsable y delincuencial estamos a favor. Porque lamentablemente
ellas, en gran medida nos ayudan a mantener a raya de esos agresores.
Agradecemos, no sé a quién, pero agrademos que, al menor tiempo posible,
restituyan y las vuelvan a colocar esas rejas protectoras. Y si han pesado
en otras. Deben valorar el significado histórico que esas tienen y sin
olvidar que son propiedad de la Iglesia, para que no vayan a ir a cualquier
casa de playa de algún enchufado que está como caimán en su propio pozo.
Yo me imagino que la inseguridad nos afecta a todos, pero cuando hablamos
de la Casa de Dios debemos prestarle mayor atención. Bien decía San Agustín
a Dios no vamos andando, sino amando. Y cuando se ama de corazón las cosas
resultan mejor.
Padre Marcelo. @padrerivas
Padre Marcelo. @padrerivas
"Una herida es también un lugar donde vivir"
La frase del título es de Joan Margarit, poeta Catalán, y la utilizo para
invitarlos a que nos pongamos delante del Señor Jesús Eucaristía, para
reflexionar en torno a la situación que vivimos en esta Venezuela tan
adolorida y sufrida.
Y para ello traigo a la reflexión parte de la Exhortación Pastoral de
nuestros obispos de fecha 11 de julio del año 2019. Aquí los Obispos
reconocen la compleja y dramática situación política, económica y social
que vive Venezuela, y que tiende a agravarse cada día. Donde a la luz del
informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos constatan: violaciones a los derechos económicos y sociales,
incluidos los derechos a la alimentación y la salud, en Venezuela;
restricción del espacio democrático, debilitando la independencia del
poder judicial; violación de los derechos humanos…
El dolor se agudiza por las detenciones arbitrarias, torturas y malos
tratos por parte de organismos del Estado. Esto trae muertes en operativos
de seguridad. Dolor que entra a muchos hogares como a la familia del
Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo y la pérdida de la visión del
joven Rufo Chacón. Da Señor a estas familias y a todas, la gracia de tu
misericordiosa.
Señor, tenemos miedo, pues son muchos los que se han ido y otros más que
están a punto de irse. Ya el éxodo alcanza el 12% de la población
venezolana. Y es doloroso porque hay muchos niños que tienen mucho tiempo
que no ven a sus padres. Señor Jesús bendice a los que han tenido que irse
y que pronto retornen.
Sabemos que la dignidad de la persona y el bien común son valores
irrenunciables. Pero vivimos en medio de la violencia, la mentira,
la corrupción e irresponsabilidad, y la desesperanza y el miedo de la
ciudadanía. Hoy, delante de esta realidad tan dura, te pedimos Señor
que nos animes a buscar, siempre, la justicia, la libertad y la
solidaridad, como lo establece la Constitución.
En esa presencia Señor debemos recordar, por siempre, que lo propio de
la libertad es elegir el bien así como lo propio del ojo es ver. El ojo
no es para "no ver", la libertad no es para pecar. Y, es por eso, que
le suplicamos que busquemos, lo que Dios quiere, lo mejor para todos.
Apoyados en Jeremías 29,11 “Sus designios son de prosperidad, no de
desgracia; él nos da un porvenir y una esperanza”
Ayúdanos Señor a construir una sociedad más justa, más digna, más
humana, más cristiana y solidaria. Pues la fe, según San Agustín,
consiste en creer lo que no vemos, y la recompensa es ver lo que
creemos. Para seguir en la oración, que llevados de la mano por
Pedro Casaldáliga, es la respiración de la esperanza. Amén.
Padre Marcelo. @padrerivas
Padre Marcelo. @padrerivas
La vida no es fácil...
Es como algo repetitivo que se escucha a diario. Muchos lo dicen y otros
lo padecen. Pero debo decir que la vida no es un pastel y lo digo por aquel
niño que en la calle lloraba y a la vez se comía un pastel. Y la gente le
preguntaba: ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? ¿No te gusta el pastel? Y el niño
entre lágrimas contestaba ¡Claro que me gusta! Pero cada mordisco que le doy,
se me queda más pequeño. Por tanto, la vida no es un pastel a degustar. Es una
tarea a realizar. Pareciera que cada uno tiene la forma de matar sus propias
pulgas. Pero la vida no es fácil. Aquí vendría bien la frase: que la vida es
un restaurante donde nadie se va sin pagar. O más bien es para muchos una
decepción. Recuerdo al hijo del rey de Francia, el Delfín que le había llegado
la hora de morir. Un sacerdote trata de inculcarle conformidad y esperanza al niño. Pero el pequeño no entiende que, siendo el Delfín, tenga que morir. Quiere que muera otro por él. Pero es que la muerte es personal. Volviendo a la pared, el niño exclama entre lágrimas: Entonces, ser Delfín, no vale de nada. Ser Delfín no vale de nada. No vale haber sido un buen Delfín.
Otros se lamentan que la vida es cruel pues no nos enseñan a sufrir ni nos
enseñan a morir. Nos educan como si no fuésemos a sufrir nunca y fuésemos a
vivir siempre. Y eso no es bueno. Y no es bueno porque es falso. No se trata
de estar siempre pensando en la muerte. Pero es absurdo pretender evitar la
realidad más segura que tenemos. Vida y muerte son dos facetas de la misma
realidad: no hay vida sin muerte ni muerte sin vida. Aprender a morir es aprender
a vivir. Y no se sabe vivir si no se sabe morir.
Para entender lo duro de la vida que la complica la enfermedad y la desbarata
la muerte, vale la pena comparar la muerte con una embarcación cuando le vemos
alejarse y perderse allá en el horizonte. Los que nos quedamos aquí, en esta
orilla, decimos: ¡Qué pena, ya desapareció!. Pero los que están al otro lado
del horizonte dicen: ¡Qué alegría, ya llega! Con esto no niego que la vida sea
dura, pero siempre será regalo de Dios. Y es muy reconfortante saber que alguien
te espera con amor en la otra ribera y eso te anima a vivir con ilusión y
esperanza, e incluso te hace perder el miedo a ese gran viaje.
Sabiendo que el sufrimiento del otro no es alegría propia. Les cuento lo de
aquella mujer de unos 50 años que padecía cáncer se enteró de que a otra amiga
suya le habían diagnosticado la misma enfermedad. A esta le envío el siguiente
mensaje: aprovecha el tesoro que tiene. Que la enfermedad y el dolor se pasan,
se acaban, pero el fruto, el premio, la recompensa, es para siempre, para toda
la eternidad. A esto lo adobo con Romanos 8,18 "Estoy convencido de que los
padecimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria futura que
se ha de manifestar en nosotros" Lo anterior reconforta y consuela, pues el dolor
pasa, se acaba, pero el fruto dura. Después de los sufrimientos, la Gloria.
¡Bendita fe! En ella toda esperanza para que comiencen a suceder cosas
maravillosas.
Padre Marcelo. @padrerivas
Padre Marcelo. @padrerivas
La Biblia en Nuestro Tiempo Real
La Biblia en nuestro tiempo real.
No pretendo empujar un texto bíblico para aprovecharme y hacerlo decir lo
que me interesa. Simplemente lo voy a leer y de ahí, intentaré reflexionar.
Moisés extendió su mano sobre el mar, y el SEÑOR, por medio de un fuerte
viento del este que sopló toda la noche, hizo que el mar se retirara, y
cambió el mar en tierra seca. Así quedaron divididas las aguas. Éxodo 14,21
Estamos delante de un pueblo (Israel) que está padeciendo la esclavitud y
la humillación (Egipto) El paso del mar rojo. Y la gran pregunta es:
¿Cómo es posible que Dios divida las aguas del mar y haga un camino para
que pasaran los israelitas sanos y salvos y después volviese a juntar las
aguas para que se ahogaran los egipcios con sus tropas?
Encontramos que Dios caminaba con ellos. Hoy, somos muchos, en esta Venezuela
sometida, muchísimos que avanzamos en la bendición de Dios, sin dudar, con
plena convicción y esperanza.
Ese acompañar se hacía de día con una nube y de noche con una columna de fuego.
Tenían quien los dirigiera, Moisés. Nosotros también. Ese dirigente para entonces
les invitaba a no tener miedo, que es lo que nosotros debemos, como decía Simón Bolívar:
a la hora de la patria echemos el miedo a la espalda. Pero además, Moisés, insistía, que
para ver la victoria de Dios había que estar firmes. Incluso afirmaba que Dios peleará nuestro
lado, pero había que hacer silencio (oración) Alzando el bastón y al extender la mano sobre el
mar se abrieron las aguas y así pasó el pueblo para iniciar el camino a la nueva vida.
(Éxodo 13.21-22; 14. 13,21-23, 25-26; 15.1-2).
Nosotros, tenemos el bastón que son las tres virtudes cardinales: fe, esperanza y caridad.
Ya estamos unidos, tenemos sueños e ilusiones. Además, estamos decididos. Y se lo hemos pedido
al Señor. Por tanto, ya están los elementos bien dispuestos: Dios con nosotros, la decisión, la fe y una
manera muy noble de saber que hay unos entre nosotros que la están pasando muy mal.
Aunque hay unos que trancan la acción de Dios, (Interesados en la guerra) y otros están llenos
de desconfianza y temor. (Aves de mal agüero) Y de ahí, me viene romanos 5,12 “Por tanto, tal
como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se
extendió a todos los hombres, porque todos pecaron”
Pero, sin olvidar que la salvación es del Señor (Jonás 2,9) Hace falta, mucha falta que pongamos
todo en el asador, nada de medias tintas, hoy sí mañana no. Nada de eso. Es todo o nada. Con
Dios todo. Sin Dios nada. Y lo recalco, porque estamos a punto de salir en camino para regresar cargados
de su amor y de la mejor forma de vivir en comunidad que es la solidaridad. Hermoso el Salmo 125,6 “Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas” (Mazos) Traducido significa: medicinas, alimentos, ropa… (Ayuda Humanitaria) Y eso, para creyente en Dios significa salvación. Y no hacerlo es estar contra Dios, así de sencillo. Por eso más que deber, es una tremenda responsabilidad. Y nadie puede esconderse, apartarse o decir ese no es mi problema.
Estamos, entonces, a punto de observar un milagro. Animado por Dios, empujado por todos,
inspiración de muchos, pero en definitiva, es Dios que se ha metido en nuestros corazones y
nos ha despertado para algo grande.
¿Qué habrá problemas? Los habrá y tendremos que enfrentarlos y dominarlos, todo en su justo
lugar. Nada de inventos, siempre bien dispuestos. Sin olvidar que los perros de la guerra tienen
sus cuchillos afilados y en las tinieblas actúan haciendo daño y matando. Y otros, escondidos esperan
hacer realidad “río revuelto ganancia de pescadores” Por tanto no es fácil, pero tampoco imposible.
Puestos en la presencia de Dios, que nos acompaña, venciendo resentimientos, desilusiones y
heridas, “salgamos de la noche y estrenemos la aurora” para que como pueblo, consagrado al Santísimo
Sacramento del Altar, podamos revivir una de las estrofas de nuestro Himno Nacional:
Gritemos con brío (bis)
¡Muera la opresión! (bis)
Compatriotas fieles,
la fuerza es la unión;
y desde el Empíreo
el Supremo Autor,
un sublime aliento
al pueblo infundió.
Amén. Amén.
Padre Marcelo. @padrerivas
Volvemos otra vez a Santa Inés
Volver no significa ir simplemente. Tampoco regresar.
Es encontrarse con un templo lleno de historia, de amor y de muchos
sacrificios, pero es también dejarse cautivar por la serenidad de una niña,
bella y hermosa, Santa Inés, quien a pesar de la maldad, el egoísmo y
el odio no sucumbe, más bien triunfa, con aquella máxima bíblica: vence el
mal con el bien. Romanos 12,21
Lo digo porque vivimos tiempos recios y tiempos oscuros, y para ello lámpara que ilumine en la mano. Nada de maldecir
la oscurana que nos envuelve, bien nos dejó la madre Teresa de Calcuta brillante enseñanza, encender una luz de esperanza. Nada de maldecir.
Pues,
delante de Santa Inés que vivió duros momentos, se nos hace presente este rico evangelio de Marcos 1,40-45 donde un enfermo, delante de su dolor,
le dice a Jesús: si quieres puedes curarme. Pero, para que eso pase se necesita fe y de la buena.
El enfermo, un leproso, un desahuciado, uno que no tenía remedio. Recuerdo aquello que me decía mi mamá. El médico no
tiene la última palabra, la tiene Dios. A Dios rogando y con el mazo dando. Dios aprieta pero no ahorca. Ese enfermo, con fe, con decisión,
recurre a Dios y obtiene la sanación, pues para Dios, en su misericordia, nada le es imposible, para eso, insisto requiere de nosotros fuerza, convicción
y decisión. Querer es poder y más puede quien quiere, que quien tiene.
Para lograr sanación se hace necesario, hacer un poquito más. Escuchen esta historia de
un mercader y los camellos.
Resulta que un rico mercader salió a vender mercancías en compañía de sus servidores y con una caravana de 12 camellos.
De noche, pararon en un oasis y cuando el señor ya estaba listo para dormir, llegó su asistente y le dijo: Señor, tenemos un problema:
Ya hemos amarrado 11 camellos pero olvidamos traer una estaca y no sabemos qué hacer con el que nos falta. Muy sencillo, dijo el mercader: Simula delante del
animal que clavas la estaca y lo amarras a ella. El camello, que es torpe, creerá que está sujeto y se quedará quieto. Los servidores hicieron lo que dijo su
señor y se fueron a dormir. Al amanecer vieron que todos los camellos estaban en su lugar. Fue de nuevo el asistente y le dijo al comerciante que tenían los
camellos listos para partir, pero no podían poner en camino al camello número 12. El señor les dijo que simularan desatarlo porque creía que estaba amarrado. Así
se hizo y la caravana pudo proseguir su camino.
La moraleja, la enseñanza nos señala que nosotros, también vivimos atados a muchos lazos mentales. Y son lazos que nos
detienen. Por ejemplo esa frase diabólica: no se puede. Yo soy pobre. Me persigue la mala suerte. Olvidando que Dios nos acompaña,
nos bendice y nunca nos abandona.
Yo no estoy aquí para complacer al Padre Chuo que me invitó. Yo estoy aquí para ser bendecido. Para tomar fuerza. Para sentir
la fuerza de una santa mujer que supo vencer la maldad y el odio. Que venció el egoísmo con la gracia del amor de Dios.
Vamos a decirle a Dios desde Santa Inés: Señor Jesús, aquí estoy, soy tu hijo. Estoy viviendo esta situación. Quiero colocarme
en tus manos como barro en manos del alfarero. Hazme de nuevo. Quiero comenzar a ser una persona nueva. Amén.
http://www.diosbendice.org/
Padre Marcelo. @padrerivas
¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia!
A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar,
pero el mar sería menos si le faltara una gota.
(Madre Teresa de Calcuta)
Esta es parte de la oración que se dice todos los días por Venezuela. Es una
súplica a Dios por la liberación, la paz y la reconciliación de los venezolanos.
Se reza por la situación tan dura que experimenta la ciudadanía en medio del
sufrimiento por tantas injusticias.
Es una oración confiada, llena de esperanza de querer vivir, sabiendo lo difícil
que es la falta de comida, medicinas, electricidad, transporte y tantas
necesidades básicas. Cada día la población es más pobre. Mayor el números de
los enfermos con la dificultad del regreso de enfermedades infectocontagiosas,
Sin poder adquirir medicamentos por su costo tan elevado y porque en los
centros de salud no existe ninguna atención digna. Esta realidad oprime y
somete al venezolano a una vida muy sacrificada recorriendo grandes distancias
a pie para ver que consigue en relación a alimentos y medicinas.
En esta oración Dios quiere acompañar y promover desde la Iglesia católica a
los más pobres. Esos pobres han sido la fábrica que el socialismo ha producido
para ellos enriquecerse y vivir como reyes. De ahí que al hacer la oración se
despierta una conciencia clara y actuante. No es rezar para huir o simplemente
para sentir cierta tranquilidad, no. Es una oración que nos despierta para que,
siendo conscientes de tal situación, no nos crucemos de brazos y actuemos
conforme a la justicia.
En esa oración sabemos con claridad, que Dios aprieta pero no ahorca. Que de
algún modo iremos saliendo de tal situación y que ni ellos, ni nadie nos quitarán
el derecho que tienen los venezolanos de progresar y levantar sus hogares con
dignidad. La respuesta no debe ser en violencia, ya que en violencia perdemos
todos.
Se le pide a Dios nos fortalezca para defender el estado de derecho, orden
democrático, los derechos humanos y un debido proceso. La práctica de la
injusticia es constante y a cualquiera que disienta es encarcelado, torturado
y hasta asesinado. En la oración se pide piedad por los que se encuentran en
las cárceles dejando escuchar lo que está escrito en la carta a los hebreos
13,2 "Acuérdense de los presos como si estuvieran con ellos en la cárcel. Y
de los que sufren, porque todos somos vulnerables"
Todos los caminos nos llevan a la pronta libertad de Venezuela. Una libertad
que se acerca para alegría de todos. Ya dicho por San Pablo: Ahora bien, el
Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
(2 Corintios 3,17)
“La riqueza de los países no depende de la fertilidad de su suelo,
sino de la libertad de sus habitantes”
Padre Marcelo. @padrerivas
No te detengas prosigue
Caminante si hay camino.
El que otros lo recorrieron.
Muchos estamos cansados. Otros desilusionados, y un gran número detenidos
mirando para los lados. “Vengan a mí los cansados y agobiados que yo les aliviaré.
Mi yugo es llevadero y mi carga ligera” (Mateo 11,28) Palabras muy dicientes
para este
momento tan duro que nos toca vivir en esta Venezuela que se muere a pedazos y
nosotros con ella.
Morir en fácil, pero, morir a pedazos es sumamente doloroso y hasta extraño
habiendo sobrevivido a tantas luchas por la independencia de este país. Sin
olvidar la dictadura de Juan Vicente Gómez y la Marcos Pérez Jiménez. Cuando
digo morir es en referencia al sufrimiento causado por cosas externas. Como
las que vivimos ahora: humillaciones, desprecios, resentimientos, carestía,
falta de medicamentos, corrupción… Muertes lentas y seguras, que van arrancando
la piel y despellejados morimos con la marca de la tristeza. Es la muerte de la
angustia y la desolación; de la desesperación y la rabia; del no saber qué hacer
y para dónde correr.
Lamentable, pero muy cierto, tan cierto que nos estremecen de tal manera que
ya ni los movimientos telúricos, frecuentes por aquí, ya no nos asustan.
Esto no quiere decir que esté entregado y que muchos se entreguen sin hacer nada
al respecto. Hay que tener el valor para denunciar abiertamente. Aunque muy
lamentable lo que nos ocurre, debemos tener muy presente de Isaías 55, 8 «Mis
pensamientos no son sus pensamientos, ni sus caminos, mis caminos» Esta oscurana
que nos envuelve requiere de vivencia nocturna, es decir, hacer de cada noche un
lugar para llorar y orar. Llorar por los sufrimientos producto de acciones malas
de personas que se llaman líderes o gobernantes, y a la vez, pedir perdón. Un
perdón por la traición en aprovecharse del momento para ganar dinero con el
dolor ajeno. Y orar, para unirnos a Dios, fuente inagotable de misericordia,
porque la oración es la sangre que nutre a cada uno de nosotros.
Por eso quiero decirles a todos: manténganse firmes y fuertes. Que no se
inquiete su corazón. “Que no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo
resista” Confiados como la Virgen y san Juan al pie de la cruz. Y lo digo, ya
que por muchos ataques contra los hijos de Dios no moriremos y esta promesa
del Señor y su palabra es infalible.
Entonces, perseveremos. Es verdad que nos estremecemos, que vacilamos y hasta
dudamos, pero hoy me digo y les digo: ¡No duden! ¡Manténganse firmes!
¡Perseveremos en la oración! Aunque estoy consciente que no luchamos con
seres normales, sino con agentes del diablo que en medio del odio, egoísmo,
rabia, la división, la manipulación… Sus acciones son para enfrentarnos y
hacernos desesperar. Sus acciones son para destruirnos, pero con la ayuda
de Dios, que nos enseña, que en la guerra perdemos todos. De ahí que no
abandonemos. Todos bautizados en la gracia del único Dios, vivo y verdadero.
Sin olvidar que somos pecadores, pero portadores del misterio de Cristo,
viviendo en la misericordia que no abandona. Es la hora de organizarnos
y de aplicar estrategias. Una que cuenta con Dios para salir adelante.
"Si puedes curar, cura, si no puedes curar, alivia
y si no puedes aliviar, consuela"
Donde todo tiene precio y todo es un interés, la amistad es un
privilegio dentro de esta Venezuela en el que, para muchos, no hay paz
para con la miseria, incluso trafican con el hambre del pueblo. Me refiero a
los llamados “bachaqueros” que han desarrollado habilidades malsanas que
oprimen, maltratan y desarrollan técnicas diabólicas contra su propia gente.
La Santa Palabra lo afirma quien encuentra un amigo haya un tesoro.
En esa amistad, que es el sentimiento que nos empuja a buscar a otras personas,
la cual hay que conservar y saber apreciar, en especial en los momentos
difíciles. Circunstancias donde el afecto, la simpatía nos reúne en alegre
simpatía. De ahí que se busque dialogar y compartir.
Para estos momentos de dificultades la amistad es un remedio infalible
frente a toda adversidad. Son muchas las veces donde la amistad se impone por
encima del interés o lo mercantil. Frente a la carestía, la carencia de
medicinas “alguien” te toca por el hombro y te atiende, te ayuda, te facilita,
y todo en nombre de aquel momento, la cual se llama amistad.
En esa amistad se lucha por no caer en la trampa del resentimiento, la
traición y la imposición de la venganza o la humillación de unos sí y otros no.
Es por la amistad donde se grita la alerta en la preocupación para retomar
el camino y buscar la calma y la sensatez.
Para estos tiempos duros la amistad es una bendición si en su empeño está
la donación. Capacidad para entregarse. No solo dar lo que uno tiene (dinero,
tiempo, comprensión), sino aquello que es más propio: uno mismo. Acción tan
necesaria para estas circunstancias tan delicadas y de profundo malestar.
Es una amistad donde al tocar su puerta, no solamente se abre, sino que sus
puertas permanecen abiertas ante el viento violento y la traición afilada que
actúa en la hora del crimen, “la noche de los cuchillos largos” Todo por una
forma natural de compasión, confianza y necesidad de hacer el bien, sabiendo
que hay mayor alegría en dar que en recibir. Lo digo por aquello de Hechos
20,35 No eres lo que tienes. Eres lo que das.
Esto lo digo y lo siento como una necesidad, pues para estar bien con alguien,
hace falta primero estar bien con uno mismo. Aquí debo hilar fino y afirmar
que una religión bien vivida y practicada es la que nos ayuda a conocer y amar
a Dios. Entonces, la amistad, en estos tiempos difíciles, se presenta para
que uno viva y se pueda sentir acogido, seducido e incluido. Por eso, de la
mano de la amistad, esta Venezuela se levantará y aprender que una caída no
define la derrota, sino que prepara el triunfo.
«No llamar a las cosas por su nombre añade mal
al mundo», decía Albert Camus.
Padre Marcelo. @padrerivas
Un paso a la vez.
El camino más largo es el que no se inicia.
Pareciera que el tiempo se detuvo en esta Venezuela de tantos tonos grises.
Detenida en sus colores la paraulata; detenido en su caída de aguas el santo
ángel; extinguido en su cromática el arcoíris; secos y quemados los pastizales
del llano; arrancados los frailejones del páramo merideño; descorazonada la
cordialidad tachirense… Lamentable, triste, una desgracia. Nuestro país se
arruinó y ya seco y baldío se arrincona sin ya siquiera recordar su próspero
pasado.
En medio de esta tragedia Jesús nos dice: vengan a mí los que están cansados
y agobiados que mi yugo es llevadero y mi carga ligera. No es mera invitación
por no dejar, no. Es una real invitación a que nos acerquemos a Él con fe y
esperanza. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Efesios 4,13) Y es que
la vida de persecuciones y tribulaciones parece una vida sin paz (Papa Francisco)
para que hoy, más que nunca, resuene en nuestros corazones otra sentencia
bíblica: mi paz les dejo, mi paz les doy; pero no como la da el mundo. Aquí
el paso que hay que dar es hacia la paz. Porque ella es el camino de la paz.
Es una paz que no significa ausencia de problemas y sufrimientos, sino
acciones para resolver y llegar a acuerdos de paz. Al mejor estilo del mar
que en la profundidad es tranquilo y, en la superficie, existen las olas.
Volviendo a insistir el Papa Francisco: Vivir en paz con Jesús es tener
esta experiencia dentro, que permanece durante todas las pruebas, todas
las dificultades, todas las "tribulaciones".
Ese paso es empujado por el Espíritu santo. No por la santería o la superstición.
No es obra del simple empuje humano, sino de Dios que acompaña y anima a
proseguir. Es una especie de fortaleza que nace dentro y se agiganta en la
oración esperanzadora de cada día. Despertando y entusiasmando en los estrechos
parajes de la vida. Entendiendo que hay momentos muy duros, demasiados cargados
de angustia y soledades. Y es ahí donde el hombro, el yugo de Dios es llevadero
y nos carga para que en sus hombros nuestras dificultades las podamos llevar.
En esta oscurana venezolana Dios nos tiende una mano. Nos señala un camino y
nos conduce a dar el primer paso. Uno que se asemeja a aquel en los primeros
años. Tropezamos, caemos, nos levantamos; seguimos, caemos… Todo para que
sepamos por siempre que Él no abandona, no olvida, no nos deja solos.
Finalizo con el texto completo de esa oración por Venezuela.
“Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades
en nuestra patria.
Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso
de tu Espíritu.
Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la
verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común.
Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna,
amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y
trabajando por la reconciliación y la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos
construyamos la “Civilización del Amor”, a través de una real participación y
de una solidaridad fraterna.
Tú nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a
nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar
la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza.
Por eso todos juntos gritamos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo,
Señor de la historia!