Jornada misionera 27 de octubre, 3:00 p.m.

Padre Marcelo Rivas Sánchez.

1. Hacer una especie de pancarta con el siguiente escrito: Abrir ojos y corazón para ver a Jesús.

2. Presentar el recorrido a los presentes antes de salir.

3. Desarrollar la animación casa por casa:

• Canto (Coro parroquial, reunirse para que conozcan el tema)
• Saludo: Qué la paz de Cristo, que es vida y amor, esté con todos ustedes.
• Oración: Señor Jesús, ayúdanos a abrir los ojos para poder ver a Jesús que pasa por nuestras vidas. Amén.
• Lectura bíblica: Marcos Marcos 10, 46-52 en oración abrimos los ojos y seguimos despiertos a Jesús.

• Pequeña Reflexión:

Querida familia, amigos todos.

Dios nos pide estar despiertos para que podamos verle, como lo hizo el ciego pobre que despertando puede verle y seguirlo. Ese ciego sin familia, abandonado, echado al olvido. Sin ningún valor para la sociedad. A la orilla del camino. Llamado Bartimeo.

Observemos:

Que busca en Jesús la luz de la fe.

Lo hace porque es humilde. Los soberbios no lo buscan, lo repelen. Deja a un lado la vieja vida para iniciar una nueva en Jesús. Sabe muy bien que Jesús es camino y por eso lo sigue.

Ese ciego logra encontrarse con Jesús porque sabía que Jesús era camino. Además, lo oye venir, no se queda en silencio comienza a gritar, es decir, a orar. Por eso deja todo, incluso la poca ropa y da un salto, se mueve. Todos invitados a saber en Dios siempre habrá oportunidades. La presencia de Jesús no es suerte, sino bendición. Debemos orar, que es escuchar a Dios. Sin olvidar que toda oración está unida al sufrimiento. Todo pasa por la cruz redentora de Cristo. Todos llamados a buscar a Cristo. Pues todo esfuerzo tiene su premio.

Canto

• Peticiones: (5 en total) a cada petición responderemos: Señor aquí estamos bendícenos. Oración: Señor vivimos o nos hacemos los ciegos, pero queremos la sanción. Ver la luz de tu amor para incorporarnos al camino de la vida para disipar las tinieblas del pecado y salir airosos en el camino de la fe que nos lleva a la eternidad. Amén.

• Padre nuestro – Avemaría. • Entrega del recuerdo y explicación. • Canto de despedida y retomar el camino.

Forman un equipo, que en compañía del Coro parroquial preparan el camino: 5 casas que deben ser visitadas, animadas y que inviten a sus vecinos. Las casas deben estar distantes. Por ejemplo una vereda, una cuadra, etc. Se deben motivar para sacar a los enfermos, niños, enfermos para que el sacerdote bendiga e imponga las manos.


Saber es bueno: ¿Cuál es la diferencia entre el Misal, el Breviario y el Catecismo?

Estos son tres libros importantes que presentan la Tradición y el Magisterio de nuestra Iglesia. Cada uno comparte la Palabra de Dios y su vivencia litúrgico. Sus textos recogen oraciones y teología que los católicos ponen en práctica.

Pero, ¿qué son? ¿de qué trata cada uno? Acá te presentamos las definiciones y diferencias entre estos tres volúmenes.

El Misal:

El Misal Romano es el libro litúrgico que lee el sacerdote en la Misa. Contiene las ceremonias, oraciones y fórmulas de cada parte de la celebración eucarística.

Este libro es importante porque genera una conexión de todas las iglesias y parroquias con el Magisterio. Lo que lee el sacerdote en ese libro a la hora de la Misa, lo leen todos los sacerdotes de la Iglesia Católica.

El Breviario:

También llamado Liturgia de las Horas, es un libro que reúne las oraciones, lecturas bíblicas y salmos que deben rezar los fieles en diferentes horas del día.

La oración de la mañana se llama Laudes, la de la tarde se llama Vísperas y la de la noche, antes de dormir, se llama Completas. Su composición depende de la época litúrgica, y puede ser leída tanto por el sacerdote como el laico. Puede ser leído tanto en comunidad como en forma personal, pero no está hecha para la Misa.

El Catecismo de la Iglesia Católica:

Es el libro que presenta los contenidos esenciales y fundamentales de la doctrina católica, tanto en la fe como en la moral. Si bien a lo largo de la historia han habido muchos catecismos, después del Concilio Vaticano II se instauró el Catecismo universal.

Sus fuentes principales son la Biblia, escritos de los Padres de la Iglesia, la Liturgia y el Magisterio de la Iglesia. Su objetivo es que el fiel aprenda su fe y la viva en lo cotidiano.

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2018 noviembre 01


Misa: Dìa de todos los Santos

1 de noviembre. Mateo 5,1-12. Los Santos nos señalan el camino a la esperanza con el equipaje de la oración. Hermanas, hermanos, queridos niños que nos adornan con su alegre y digna presencia con el vestido de Dios. Muy apreciados jóvenes. Frente a lo que el mundo ofrece de destrucción, enfrentamiento y materialismo, hoy se nos presentan los santos: hombres y mujeres de carne y hueso, pecadores, que supieron darle a Dios lo que es de Dios y vivieron su propia época.

1. Ellos, nos señalan el camino a la esperanza con el equipaje de la oración. Es decir, que no son pocos, 1era lectura, sino muchos. Se habla de una multitud y son los más viejos quienes pueden decir: Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Es decir, se han purificado y por la misericordia de Dios se nos presentan como el Grupo que viene a tu presencia, Señor, Salmo 23

2. Es una esperanza porque… si es posible ser santo. Reconozco que entre nosotros hay gente santa, dedicada, entregada y que en medio de las dificultades sabe confiar en el Señor. Porque es Dios quien nos ayuda y nos acompaña a ser santos.

3. Nuestro bautismo. No importa cuándo, sino que en nuestro bautismo resonó para nosotros la invocación de los santos. Por ejemplo, señora fulana, cuál es su nombre… ese nombre le recuerda un santo. ¿Puede usted llamarlo? Sí, cántele, invóquele, hágalo presente… Y lo hacemos porque antes, diría, el Papa Francisco, del óleo de los Catecúmenos, fueron invitados para que tuvieran fuerza y nos acompañaran por l resto de nuestras vidas. ¿Ven lo importante de tener un nombre cristiano?

4. Es verdad, se vive en una constante lucha. La lucha de los hijos de Dios, a los cuales nos acompaña, nos defiende el mismo Dios. Todo porque a pesar del sufrimiento seremos felices, bienaventurados. Todo porque si estamos en el camino de Dios seremos premiados. Y ese vivir, es el que nos muestran hoy todos los santos: estén alegres y muy contentos ya que la recompensa será muy, pero muy grande, evangelio de este día, Mt.5.1-12 Por eso es que no desesperamos. Cultivamos la esperanza que es el regalo de los santos. La última palabra no es la guerra, el odio, la venganza. Nada de eso. Es Dios que nos acompaña. No estamos solos.

Gracias queridos padres de familia. Gracias Catequistas. Esta hermosa celebración con el color, la bendición y la presencia de los santos quedará por siempre en el corazón de estos niños. Ya que no es el vampiro, ni Drácula, ni el miedo, ni mucho menos la violencia la que nos acompaña, sino los Santos, quienes nos señalan el camino a la esperanza con el equipaje de la oración. Para estos niños, para esta comunidad de Cristo Resucitado un fuerte aplauso. ¡Qué vivan los Santos!

Padre Marcelo. @padrerivas @padrerisama

Desarrollo:

1. Los niños y catequistas “Vestidos de Dios” se concentran en un sitio aparte, ocultos, para luego entrar en procesión y poder ser vistos.

2. En un sitio, cartelera el lunes un letrero grande que diga: Los Santos nos señalan el camino a la esperanza con el equipaje de la oración.

3. Reunirse con el equipo, grupo de personas que va a participar en la liturgia para ensayar. No es lea usted y punto. No. Hay que escuchar y ensayar.

4. Hablar con el coro. Cantos apropiados. Ojalá un niño vestido de Dios cante el salmo o un grupo de niños vestidos de Dios hagan un canto.

Monición de entrada:

Estamos delante del amor de Dios. Yo no estoy disfrazado, quien se disfraza esconde algo y aparenta otra cosa. Yo, al igual que los demás, estamos vestidos de Dios, es decir, que alabamos a Dios y bendecimos su nombre en cada uno de los santos. Que esta misa sea para agradecerle a Dios por la vida, al familia y que los santos nos sigan acompañando.

Procesión de entrada… Canto de entrada… Procesión con la Biblia y los lectores

Lecturas:

Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua. Lectura del libro del Apocalipsis 7,2-4.9-14

Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: No dañen a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios. Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel. Después esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: ¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero! Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén. Y uno de los ancianos me dijo: Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? Yo le respondí: Señor mío, tú lo sabrás. Él me respondió: Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Palabra de Dios.

Al Salmo 23 respondemos: Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.

• Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R.

• ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R.

• Ése recibirá la bendición del Señor, / le hará justicia el Dios de salvación. / Éste es el grupo que busca al Señor, / que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

Veremos a Dios tal cual es. Segunda lectura de la primera carta de Juan 3,1-3

Queridos hermanos: Miren qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él, se purifica a sí mismo, como él es puro. Palabra de Dios.

Canto

Mateo 5,1-12ª Estén alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estén alegres y contentos, porque su recompensa será grande en el cielo.

Misa como de costumbre…. En las ofrendas se puede tener algo especial…

Misa de la Esperanza por Difuntos

2 de noviembre. Mateo 25,31-46 Que nada, ni la muerte nos robe la esperanza.

Hermanas, hermanos es un día de oración, de recuerdo y de profunda reflexión. Por eso, vamos de la tristeza a la esperanza.

Tristeza porque esos, seres amados y cercanos ya no están. Y también porque ellos nos recuerdan que algún día moriremos. Dales Señor el descanso eterno. Permítanme colocar estas flores por todos nuestros difuntos. La flor embellece nuestra mirada y perfume el ambiente y además, nos habla de la vida y el color. Bien diría el Papa Francisco: Nos detenemos con fe ante las tumbas de nuestros seres queridos, rezando también por los difuntos que nadie recuerda.

Me viene a la memoria como Job estaba en aquella oscuridad. Una oscuridad que lo enfrentaba a la muerte, pero es capaz de proclamar la esperanza. Esa que nos habló el libro de la Sabiduría con al suerte de los difuntos que están en las manos de Dios. Unas manos que no sueltan tan fácilmente, que siempre sostienen y abrazan.

Es ciertamente una tristeza la que sentimos hoy, pero mezclada con la esperanza. La primera de haber sido buen esposo, buena esposa, buena hija, buen hijo, buenos hermanos. Lo que siempre les digo amigos y familia por siempre pero en vida.

1. Todos moriremos. Esa esperanza, que marca el título de esta reflexión: Que nada, ni la muerte nos robe la esperanza. Todo porque todos tenemos que hacer ese camino. Unos con más o menos dolor. Es una esperanza que puede llevar la cruz porque sabe que hay resurrección. Cristo ha resucitado. Verdaderamente ha resucitado.

2. Adelante que hay esperanza. Claro que hay dolor. No están ya con nosotros. Pero sabemos que si los amamos nunca morirán. Hay dolor porque vamos al cementerio y encontramos las tumbas robadas, saqueadas, violadas. Si mucho dolor, ante esta situación de inseguridad, de falta de medicamentos, hospitales destartalados que aligeran la muerte de muchos y en especial de niños y ancianos. Pero hay que volver a nuestras casas, con la seguridad que hay un más allá. Un lugar donde Dios nos espera. Donde la muerte se torna vida, si nos hemos relacionado con Dios en el amor en esta tierra. Vean lo importante de estar con Dios. De caminar sus caminos en el amor y servicio de todos los días. Por tanto repitamos. Que nada, ni la muerte nos robe la esperanza.

Finalizo con esta bella oración.

Señor Dios, vivimos en tu gran misericordia por eso en tus manos nuestros amados difuntos, los cuales en Cristo redentor son atraídos para ser purificados en su preciosa sangre. En tu misericordia pedimos para ellos piedad por sus muchos pecados. Ponemos en tus manos amorosas a nuestros seres queridos difuntos quienes murieron sin una vida de arrepentimiento. Para que los abraces en tu amor bondadoso. Que este día nos haga tomar conciencia de la necesidad de tu perdón y de nuestra conversión, para que nadie se pierda y así gocemos de tu premio eterno. Te lo pedimos, con la fuerza del Espíritu Santo que nos sostiene, para que al llegar a tu presencia podamos descansar en la eternidad por siempre. Amén.

Padre Marcelo. @padrerivas. @padrerisama

Los justos vivirán con Dios. Lectura del libro de la Sabiduría 3,1-9

Las almas de los justos están en las manos de Dios y ningún tormento podrá alcanzarlos. A los ojos de los insensatos están bien muertos y su partida parece una derrota. Nos abandonaron: parece que nada quedó de ellos. Pero, en realidad, entraron en la paz. Aunque los hombres hayan visto en eso un castigo, allí estaba la vida inmortal para sostener su esperanza: después de una corta prueba recibirán grandes recompensas. Sí, Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él. Los probó como al oro en el horno donde se funden los metales, y los aceptó como una ofrenda perfecta. Cuando venga Dios a visitarnos, serán luz, semejantes a la centella que corre por entre la maleza. Gobernarán naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey para siempre. Los que confiaron en él conocerán la verdad, los que fueron fieles en el amor permanecerán junto a él. Palabra de Dios.

SALMO 26, El Señor es mi luz y mi salvación.

•El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.

•Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su Templo. R.

•¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz, apiádate de mí y respóndeme! Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí. R.

• Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.

Segunda lectura 1 de Juan 3,14-16

Pues el amor a nuestros hermanos es para nosotros el signo de que hemos pasado de la muerte a la vida. El que no ama está en un estado de muerte. El que odia a su hermano es un asesino, y, como saben, ningún asesino tiene la vida eterna. El (Jesucristo) entregó su vida por nosotros; y en esto hemos conocido el amor; ahora también nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Palabra de Dios.

Evangelio Mateo 25,31-46

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en el trono de gloria, que es suyo. Todas las naciones serán llevadas a su presencia, y separará a unos de otros, al igual que el pastor separa las ovejas de los chivos. Colocará a las ovejas a su derecha y a los chivos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver. Entonces los justos dirán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? El Rey responderá: En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí. Dirá después a los que estén a la izquierda: ¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles! 42 Porque tuve hambre y ustedes no me dieron de comer; tuve sed y no me dieron de beber; era forastero y no me recibieron en su casa; estaba sin ropa y no me vistieron; estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron. Estos preguntarán también: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no te ayudamos? El Rey les responderá: "En verdad les digo: siempre que no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mí. Y éstos irán a un suplicio eterno, y los buenos a la vida eterna.


2018 octubre 27

Jornada misionera 27 de octubre, 3:00 p.m.

Padre Marcelo Rivas Sánchez.

1. Hacer una especie de pancarta con el siguiente escrito: Abrir ojos y corazón para ver a Jesús.

2. Presentar el recorrido a los presentes antes de salir.

3. Desarrollar la animación casa por casa:

• Canto (Coro parroquial, reunirse para que conozcan el tema)
• Saludo: Qué la paz de Cristo, que es vida y amor, esté con todos ustedes.
• Oración: Señor Jesús, ayúdanos a abrir los ojos para poder ver a Jesús que pasa por nuestras vidas. Amén.
• Lectura bíblica: Marcos Marcos 10, 46-52 en oración abrimos los ojos y seguimos despiertos a Jesús.

• Pequeña Reflexión:

Querida familia, amigos todos.

Dios nos pide estar despiertos para que podamos verle, como lo hizo el ciego pobre que despertando puede verle y seguirlo. Ese ciego sin familia, abandonado, echado al olvido. Sin ningún valor para la sociedad. A la orilla del camino. Llamado Bartimeo.

Observemos:

Que busca en Jesús la luz de la fe.

Lo hace porque es humilde. Los soberbios no lo buscan, lo repelen. Deja a un lado la vieja vida para iniciar una nueva en Jesús. Sabe muy bien que Jesús es camino y por eso lo sigue.

Ese ciego logra encontrarse con Jesús porque sabía que Jesús era camino. Además, lo oye venir, no se queda en silencio comienza a gritar, es decir, a orar. Por eso deja todo, incluso la poca ropa y da un salto, se mueve. Todos invitados a saber en Dios siempre habrá oportunidades. La presencia de Jesús no es suerte, sino bendición. Debemos orar, que es escuchar a Dios. Sin olvidar que toda oración está unida al sufrimiento. Todo pasa por la cruz redentora de Cristo. Todos llamados a buscar a Cristo. Pues todo esfuerzo tiene su premio.

Canto

• Peticiones: (5 en total) a cada petición responderemos: Señor aquí estamos bendícenos. Oración: Señor vivimos o nos hacemos los ciegos, pero queremos la sanción. Ver la luz de tu amor para incorporarnos al camino de la vida para disipar las tinieblas del pecado y salir airosos en el camino de la fe que nos lleva a la eternidad. Amén.

• Padre nuestro – Avemaría. • Entrega del recuerdo y explicación. • Canto de despedida y retomar el camino.

Forman un equipo, que en compañía del Coro parroquial preparan el camino: 5 casas que deben ser visitadas, animadas y que inviten a sus vecinos. Las casas deben estar distantes. Por ejemplo una vereda, una cuadra, etc. Se deben motivar para sacar a los enfermos, niños, enfermos para que el sacerdote bendiga e imponga las manos.